Pequeñas historias sobre uno de mis principales A.U's: "𝖯𝗂𝗀𝗀𝗒: 𝖡𝗋𝗈𝗄𝖾𝗇 𝖳𝗂𝗆𝖾𝗌". Los cuales protagonistas de cada historia van cambiando, a sí mismo la línea temporal donde es relatada. No es un A.U fijo, está en constante cambio.
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Hay un bosque entre el laboratorio de Kona y la ciudad de Xiarome —pero igualmente el laboratorio queda en territorio del pueblo—, en el centro de este, hay un pequeño y cristalino lago. A pesar de lo lindo que sea, es poco transcurrido.
Crawling es de los pocos que suelen ir. Conoce el bosque como cada parte de sus garras. El pequeñin a la misma hora, todos los dias, se acerca al lago a escondidas para observar algo, a alguien.
Una joven pavo real se encontraba leyendo un libro mientras imitaba escenas y diálogos de este. Al parecer estaba actuando, tal como una obra teatral. Al pqeueño monstruo le entretenía a pesar de no entender nada.
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Zee y George se encontraban con Crawling una tarde. George se "entretenía" lanzando una pelota contra un árbol, por otro lado, Zee blandia su nueva katana.
El sol llegó a un punto exacto, en el cual, Crawling siempre iba al lago. Sin previo aviso, el Sentinel empezó a arrastrase con sus manos rápidamente —a pesar de no tener piernas, era muy rápido, muy pocos podían alcanzarlo— dejando a ambos jóvenes desconcertados.
—¿Crawling? —fue lo único que salió de la boca del cerdito. Era un comportamiento nuevo para el chico quien ya había convivido varios meses con el Sentinel.
—¡Vamos, Georgie! —dijo la jovencita, quién reaccionó más rápido. Comenzó a correr intentando no perder de vista a Crawling, seguida del menor de los Piggy.
La distancia entre los jóvenes y el sentinel empezó a agrandarse. No entendían como aún no perdían de vista al pequeño monstruo, pero no era momento de preguntas.
La criatura frenó de golpe y se escabulló entre los arbustos en total silencio. Zee, que fue la que más pudo acercarae, se dió cuenta que se encontraban en el lago. Estuvo por decir algo pero fue agarrada de su muñeca y jalada hacia abajo. Un quejido iba a salir de su boca mas no pudo porque el de ojos azules la tapó con una mano y con la otra se tapó su propia boca. El chico ladeo la cabeza —en forma de señas— para que se escabulleran entre los arbustos junto a Crawling. Parece que ella fue la única que no se percató de algo más.
