"Que torpe esa pared" ( 8 )

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Llamen a la policía.

Es una asesina.

¿Está...muerto?

¡Eres un monstruo!

No puedo creer que alguien como ella esté en nuestra clase.

El cuerpo le temblaba y su visión se tornaba más borrosa a cada instante. Las voces cada vez se hacían más fuertes en un ciclo de frases que se no parecía querer terminar nunca. Todo comenzaba a dar vueltas y un grito ahogado escapó de sus labios al ver su puño derecho empapado en sangre.

Eria despertó gritando en plena madrugada, con la respiración hecha un caos y brazos temblorosos. Las lágrimas amenazaban por salir y podía sentir su corazón martillar con tanta fuerza que pareciese que en cualquier momento se le saldría del pecho. De nuevo la misma escena, el mismo panorama que creía haber superado hace un par de meses regresaba a su cabeza, recordándole lo que siempre sería.

—Eria...¿estás bien?

Escuchó antes de sentir la luz de la habitación sobre su cara.

— S-sí — logró articular sintiendo la garganta un poco seca — , estoy bien.

Pero el cíclope no parecía muy convencido al respecto. Se habían quedado dormidos juntos y los gritos de la castaña lo habían despertado.

— ¿Estás llorando? — Le preguntó acercándose lentamente. Era la primera vez la veía en ese estado y no sabía cómo actuar.

La castaña apenas y se había dado que un par de lágrimas abandonaron sus ojos sin permiso.

— Esto...yo...am...— no tenía idea de qué decir para salir de aquella situación — estoy bien.

Notó cómo el colchón se hundía tras un nuevo peso. Boros, quién ya había recuperado su forma original, de un momento a otro se había sentado a su lado.

— ¿Qué pasó? — cuestionó en un tono suave, sin apartar la mirada de la chica, quien se encontraba sentada, abrazando sus rodillas.

— Solo, tuve una pesadilla — se sinceró finalmente, tomando una bocanada de aire. Aquel sueño le pareció demasiado real.

— Debió ser una muy mala — comentó en un intento por aligerar el ambiente — . Seguro soñaste con una cucaracha gigante o con una rana.

Eria no pudo evitar soltar una pequeña carcajada ante tan ocurrente idea.

— ¿De qué te ríes, enana? Neri me dijo que más de la mitad de la población mundial le tiene miedo a esas cosas — replica convencido, cruzándose de brazos.

Y aquellas palabras, que no podían estar más alejadas de la realidad que la perturbaba, por raro que parezca, lograron que se animara un poco.

— Gracias — murmuró de forma casi imperceptible.

— ¿Dijiste algo? — cuestionó el cíclope antes de levantarse y apagar la luz.

Negó con la cabeza sin ser consciente de que Boros la veía a pesar de la oscuridad. Ahora solo debía tratar de conciliar el sueño, y eso intentó hasta que notó la presencia de alguien acostándose a su lado.

— Espera — dijo al verificar la silueta del pelirosa — . No irás a dormir aquí ¿o sí?

— Claro que sí, enana — respondió sin entender a qué venía aquella pregunta — . Estaba durmiendo aquí hasta que despertaste gritando.

— Sí, lo sé, pero en ese momento eras pequeño — intentó explicar — , y ahora que volviste a ser grande...

—Siempre puedes dormir en el sofá . — Le interrumpió acomodándose a un costado de la cama.

— ¿Perdón? — replicó la chica sin ocultar la indignación, nuevamente el alien se estaba creyendo que era el dueño del lugar.

— Perdonada.

Eria apretó sus puños, alguien tenía que enseñarle modales a ese caprichoso y todo parecía indicar que semejante tarea le tocaría a ella. Estuvo a punto de replicar cuando sintió un ruido similar a un ronquido desde el otro lado.

— Genial, se durmió — murmuró y seguidamente un bostezo abandonó sus labios — . Oye tú, solo no me vayas a romper la cama. — Le dijo mientras se acurrucaba en las mantas dispuesta a descansar.

[•••]

— No puede ser ¿ya es tan tarde? — decía una apresurada castaña que recién se había despertado y miraba el reloj como si fuese una broma de mal gusto lo que sus manecillas indicaban.

— ¿Qué sucede? — protestó un somnoliento pelirrosa viéndola levantarse de golpe y comenzar a andar de un lado a otro de la habitación buscando cosas.

— Voy muy tarde a la universidad — respondió corriendo al baño para darse una ducha y cambiarse de ropa.

Entretanto,  Boros había decidido despertar por completo levantándose perezosamente de la cama, pero no contaba con que al tener su ojo principal entrecerrado hizo una mala coordinación al caminar y terminó estrellando el dedo pequeño del pie contra la pared.

— ¡Au! — gritó estrepitosamente ,cojeando de un pie mientras una lagrimilla salía de su ojo.

— ¿Qué pasó?. — Le preguntó la castaña sin perder la prisa, saliendo del cuarto de baño para actoseguido buscar su mochila.

— ¡Esta estúpida pared! — exclamó enojado — .¡Que se cruzó en mi camino!

Eria no pudo evitar echarse a reír ante aquel berrinche por parte del alien, quien aún se mantenía saltando sobre la pierna ilesa.

— Que torpe esa pared . — Se burló conforme arrojaba un par de libros que necesitaría a su mochila.

— ¿Eso es sarcasmo? — cuestionó cuando al fin el dolor comenzó a menguar.

— Estás aprendiendo, Borito — arrojó su mochila al hombro y se dispuso a salir de la habitación.

El ojo del alien no tardó en seguirla hasta que la silueta terminó perdiéndose de su campo de visión, por lo que decidió caminar hasta la cocina, donde la encontró abriendo el refrigerador.

— Aquí hay leche y cereal — informó con rapidez, sacando ambos envases para seguidamente colocarlos en la mesa — . Puedes desayunar eso, allí están los tazones — señaló la lascena — , y allí mismo encontrarás cucharas.

— ¿No vas a desayunar? — preguntó al verla andar hacia la puerta.

— Comeré algo camino a la universidad — respondió colocándose los zapatos.

—¿Me vas a dejar aquí solo? ¿Sin comida? — se quejó el uniojo.

— Estaré de vuelta sobre la hora de almuerzo — respondió alargando el brazo hacia el manubrio de la puerta — . Puedes entretenerte viendo la televisión, para encenderla solo toma el mando que está en el sofá y presiona el botón rojo — explicó abriendo la puerta — .Y, Borito, no salgas de aquí.

Fueron sus últimas palabras antes de atravesar el lindero de la puerta y cerrarla con llave, después de todo, toda precaución es poca cuando se deja a un alien de casi tres metros solo en un apartamento.







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Hello mina-san

Aquí Autora-chan reportándose una nueva actualización de esta peculiar pareja.

Me alegra mucho cada vez que veo sus votos y comentarios.

Y bien ¿qué les pareció este nuevo capítulo?

Nos leemos en la próxima actualización.

Sayonara ;)

 Ese alien caprichoso | Lord Boros |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora