La pelimarrón parpadeó varias veces procesando la petición de su estimado amigo, pues nunca imaginó que algo así llegaría a pasar y menos en esa tarde.
—Eres en la única persona que puedo confiar —afirma el calvo con expresión seria, como queriéndola convencer con esas escasas palabras.
—¿De qué manga has sacado eso? —replicó esta enarcando una ceja,
—Vaya, mira la hora —cambió de tema simulando ver un reloj inexistente en su brazo libre— .Ya me tengo que ir, muchas gracias por tu ayuda, sabía que podía contar contigo —y sin más dilaciones desapareció, dejando a la joven con las palabras en la boca.
El pelirosa por su parte terminó perdiendo el equilibro y cayendo hacia delante, más concretamente sobre la chica, quien apenas y se inmutó ante esto.
—Saitama, tú solo espera a mañana, me las vas a pagar —masculló esta cerrando uno de sus puños con fuerza antes de lanzar un suspiro e intentar calmarse.
—¿C-cómo una enana como tú puede soportar el peso de mi cuerpo? —cuestionó Boros con la voz algo entrecortada por las heridas que había sufrido.
—Disculpa, pero el hecho de que seas estúpidamente alto, no quiere decir que yo sea una enana. —Se defendió rodando los ojos, algo le decía que este individuo y ella no se llevarían del todo bien.
—¿Ja? No tienes idea de con quién estás hablando, simple mortal —refutó sin ocultar su molestia hacia tan insolentes palabras.
—¿Me estás diciendo que eres inmortal?
—B-bueno, técnicamente no pero...
—Entonces eres un mortal.
—Pero no soy un simple mortal como tú.
—¿Entonces qué eres? ¿Un complicado mortal? —bufó proporcionándole un liviano empujoncito a la puerta con el pie, de tal forma que quedase perfectamente cerrada.
—Muy graciosa, enana.
—Sabes, no te lanzo por la ventana porque creo que no cabes y además estás herido.
—No necesito tu ayuda, ese estúpido calvo decidió no matarme y traerme aquí —respondió haciendo su mejor intento de ponerse en pie por sí mismo, pues si había algo que no le gustaba era permanecer en deuda con nadie.
—Y para colmo eres un complicado mortal malagradecido. —Le reprochó encogiéndose de hombros, mientras le observaba tambalearse de un lado a otro, en señal de debilidad.
—Y tú una enana molesta.
—Como sea, hay que atender tus, complicadas heridas —dijo dando dos pasos hacia él para luego tomarlo en brazos estilo princesa con gran facilidad.
—¿Qué crees que estás haciendo?—replicó el alien, sintiéndose en cierta forma sorprendido ante la fuerza de aquella simple chica.
—Te llevo a un simple sofá —respondió dejándolo allí con cuidado, pues un movimiento en falso y el mueble podría romperse ante tanto peso— .No sé si la medicina humana haga efecto en un monstruo como tú —murmuró en tono bajo, adoptando una pose pensativa.
—¿¡Monstruo!? ¡No soy un monstruo!—replicó el de un ojo con cierto enfado, a pesar de que su condición no era la mejor.
—¿No?
—Yo soy Lord Boros, el conquistador de planetas con....
—Resumiendo, un extraterrestre.
—¿Es que siempre tienes que interrumpirme cuando hablo?
ESTÁS LEYENDO
Ese alien caprichoso | Lord Boros |
FanfictionSinopsis Orgulloso, testarudo, caprichoso y estúpido, esas eran sus referencias hacia aquel ser malherido que terminó frente a su puerta aquella tarde. _Verás, creo que me pasé_fueron las palabras de cierto calvo con cara de poker_¿Puedes ayudarme...