Domingo, un día en el cual la familia de adoptados pasaban su tiempo en familia, aunque a veces parecía más una guerra.
— ¡Hijo de las mil patatas! — Kaigaku gritaba con mucha furia.
— ¡ERES TÚ! — Zenitsu no podía faltar — ¡ERES UN MALDITO TRAMPOSO, ESO ERES! — Gritaba con algunas lágrimas.
— ¿¡CÓMO DIABLOS HACES TRAMPA EN ESTO!? — Jigoro tomó a sus nietos de las orejas y los sentó en la mesa.
— ¡Ustedes dos ya basta, se supone iba a ser una partida de UNO con calma! — Así eran todos los Domingos, podían estar peleando pero siempre se volvía una anécdota graciosa al final.
Por otro lado, Kokushibo estaba en su hogar preparando unos huevos con salchichas como desayuno/almuerzo. Ese día se había levantado tarde pues la noche anterior no había dormido bien, tenía ganas de ver al chico del otro día, hablar más a fondo y conocerse mejor, ver el brillo formarse en sus ojos al hablar del violín, al contarle porque se le ocurrió tocarlo y la dura práctica para saber bien como funciona. Kokushibo estaba encantado, sabía conducir, sabía tocar el violín, era increíblemente lindo para él, todas las cosas que llamaban la atención de mayor estaban en ese chico, clase, agresividad, y un gran amor escondido en lo más profundo esperando por una persona que sea capaz de sacarlo de ahí para recibir todo de esa persona.
Ya había tenido pareja una vez, una buena, pero esta murió en un accidente, desde ese entonces no volvió a tener pareja, nadie llamaba la atención del Mayor por más que lo intentaran; Pero ese chico había pasado la línea y ahora no podía salir de su cabeza, estaba clavado en ella y él estaba decidido a mantener esa imagen ahí hasta recibir al menos un poco de él.
Kaigaku estaba en su habitación practicando la canción que iba a tocar el Lunes en el bar, iba a ser una canción tranquila, con la que todos puedan empezar su semana con un toque relajado. Al cabo de unos minutos bajó por un vaso de agua pero escuchó unos ruidos en la Sala, fue a ver en silencio y vio a su abuelo hablar con alguien.
— A ver, ¿Nos van a pagar o no? — Kaigaku se quedó quieto, aplicando la de "si no me muevo no me ven" — Pero no es justo, hemos trabajado muy duro para esto, yo necesito el dinero, todos lo necesitan — Otra caída, eso es seguro — ¡Pero!.. Esta bien, no importa, ya veremos como subimos — Y colgó.
— ¿Abuelo? — Kaigaku se acercó llamando la atención del mayor — ¿Qué sucede? — Jigoro suspiro.
— El local bajó otra vez, parece que las Lunas Superiores tuvieron su momento de Gloria nuevamente, dicen que es por la temporada de crímenes pero no lo sabemos, Los Hashiras está cayendo poco a poco, no sé qué hacer — Su abuelo se notaba muy mal, golpe bajo.
— Tal vez... La música ayude, pueden conseguir un músico ¿alguien sabe tocar algo ahí? — Kaigaku habló intentando no sonar a que se ofrece.
— Hum, tienes razón, tal vez eso ayude — Sonrió — aunque dudo que alguien quiera tocar ahí. Gracias de todos modos, Kaigaku, voy a hablar con los demás — Subió a su habitación con una ligera sonrisa, dejando a Kaigaku ahí... Con un sentimiento de impotencia, quería ayudar a su abuelo, pero ya tenía un lugar donde hacerlo, donde ganaba mucho.
Probablemente ganaría bien ahí, de todos modos fue su talento el que lo empujó, no el bar, pero aún así tenía sus dudas, tal vez allá no le den la misma fama, o tal vez alguien lo reconozca y saque a flote su secreto, no estaba seguro, no se sentía seguro, solo pudo acabar con su agua y subir. A la mierda la música tranquila.
Tomioka no tiene nada que ver con la historia pero pongo separador de él porque no tenía otro, además se ve que está viendo a otro lado y nosotros estamos viendo otro lado de la historia... Tremenda mamada JAJAJA.
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☾ ˚𖥔 🎻 𝐄𝐥 𝐕𝐢𝐨𝐥𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐚 | 𝐊𝐨𝐤𝐮𝐤𝐚𝐢 ਏਓ ~
Acak•|♔| 𝕴𝖒𝖆𝖌𝖎𝖓𝖆 𝕰𝖘𝖙𝖔: |♔| • ᭬᭳᭫⃟⸾⃟🌙Vas a un bar por algo de beber y al entrar eres recibido por la melodía de un violín, pero no solo eso, si no que también eres recibido con la belleza de un chico de unos 17 años que buscaba una forma de l...