XIII. Expectativas

27 3 0
                                    


"Know I've done wrong, left your heart torn
Is that what devils do?"
Love Me Again - John Newman

Tenía que haber una manera en la que pudieran estar juntos. No podían simplemente resignarse al castigo de su destino, bajo ningún concepto era aceptable pensar en separarse. Y es que a ninguno le faltaba nada más.

Taeyong nunca antes había entendido el concepto de felicidad plena, hasta que despertó con Yuta entre sus brazos. A pesar de todas sus carencias, estaba seguro de que no había nada que le hiciera falta, simplemente era y ya estaba. Podía morirse en ese mismo instante y moriría feliz.

Yuta, a pesar de haber vivido por siglos y siglos, estaba seguro de que nunca antes su vida había tenido significado, hasta ahora. Todo con Taeyong era diferente: era mejor, era nuevo, era justo como tenía que ser. Cambiaría todos sus años en la isla de los ángeles por un día al lado del pelinegro con ojos obsidiana sin pensarlo.

El ángel se había despertado antes de que el sol saliera, aunque tampoco era como que hubieran dormido mucho esa noche.

Además de repasar y memorizar cada ángulo del humano, Yuta revolvió su cabeza buscando por una solución. Quería estar con Taeyong, quería vivir como humano, quería simplemente vivir.

Taeyong entreabrió sus ojos, los cuales se encontraron con el rostro del ángel mirándolo pacíficamente. Fue imposible no sonreír, tal parecía que Yuta sólo podía causarle felicidad.

—Descansa, todavía es temprano —el castaño cubrió al humano con las cobijas, luego lo sujeto por la cintura para acercarlo a él. Taeyong no había despertado por completo, por lo que sólo atinó a aproximarse a Yuta hasta casi querer ocupar el mismo espacio.

El ángel lo abrazó con más fuerza, no quería que se fuera de su lado. Comenzó a darle pequeñas palmadas en la espalda al humano hasta que se quedaron dormidos.

♦            ♦           ♦           ♦            ♦

Yuta acariciaba las manos de Taeyong desde las muñecas hasta la punta de los dedos y de regreso. A pesar de haber acariciado y sentido cada parte del humano, parecía no tener suficiente de él. Era como si fuera incapaz de alejarse tan siquiera milímetros de él.

—Tengo que regresar a la isla —el castaño soltó sin ver los ojos del pelinegro, necesitaba explicarse antes de poder enfrentar su reacción —necesito encontrar la manera de poder quedarme contigo.

—¿No hay ángeles que vivan en la Tierra? —el humano intentó recordar todo lo que Yuta le había contado —puedes quedarte si eres mi ángel de la guarda, ¿no?

—No es tan fácil —Yuta rió un poco —Hay registros de ángeles viviendo en la Tierra, y también de ángeles enamorados de humanos.

—¿Pero?

El castaño suspiró y acarició más frenéticamente las manos del otro: —Los ángeles de mi rango no vienen a la Tierra, en teoría; así que no hay registros de ningún trono como yo viviendo con ustedes, sea cual sea el caso.

Las manos de Taeyong envolvieron las de Yuta en su solo movimiento.

—Siempre hay una primera vez, ¿o no? —el humano sonrió con ingenio.

El corazón de Yuta se llenó súbitamente de alegría, cómo le encantaba el pelinegro. Sin poder ocultar su sonrisa, el castaño se levantó de su asiento para depositar un beso en los labios del humano.

—Voy a regresar lo más pronto que pueda, te lo prometo —Yuta dijo intentando tranquilizar a Taeyong, aunque realmente lo decía más para sí mismo. Ya no se imaginaba sin el humano, ya no sabía cómo era la vida antes, ni siquiera recordaba cómo era él antes. Honestamente, tenía miedo de lo que pasaría en su visita a la isla de los ángeles.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

End to StartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora