"Siempre hay algo que cuida de ti y te desea felicidad"
Noriko Nagano
El dolor de cabeza intenso fue lo que despertó a Taeyong aquel día, y no solo eso, todo su cuerpo dolía. Seguramente se había roto el brazo otra vez.
Sin moverse de la posición en la que despertó, el pelinegro comenzó a tomar consciencia de sí mismo y su alrededor. Se dio cuenta de que únicamente tenía puesto el pantalón con el que salió al club, no tenía idea si todavía tenía la billetera en su poder. Pudo darse cuenta de que, por la luz del sol que se colaba por la ventana, debía ser medio día; además, el olor a tocino alcanzaba a llegar a su habitación.
Cuando ese pensamiento le cayó por completo, Taeyong se puso de pie, y como pudo corrió a la cocina. Estaba solo, ¿no?
Volvió a llevarse un susto cuando vio al mismo chico de anoche haciendo un completo desastre en la cocina. El mismo chico que estaba en su habitación y había volado frente a sus ojos. Entonces no había sido un sueño, a diferencia que, el castaño no tenía alas esta vez.
Taeyong tomó lo primero que tuvo a su alcance: una cuchara, y con eso se acercó a Yuta.
—¿Quién eres y qué haces en mi casa? —Taeyong preguntó sin dudar en defenderse si era necesario.
—¡Taeyong! ¡Despertaste! —en ángel sonrió ampliamente en cuanto vio al humano, de verdad creía que lo había matado de un infarto.
—¡¿Quién jodidos eres y cómo sabes mi nombre?! —el pelinegro comenzó a ponerse nervioso, encontrar a alguien en tu casa de la nada no era normal, sin importar que fuese la persona más guapa de la tierra, como era en ese caso.
—Hay que calmarnos... —Yuta apagó la estufa, y con los brazos extendidos se acercó con lentitud al otro. —Necesito que creas en cada cosa que voy a decir, ¿de acuerdo?
—¿Cómo quieres que crea en ti? ¡Apareciste de la nada! ¡Volaste! —El pelinegro comenzaba a gritar a la vez que perdía el control.
—Sé que es difícil de digerir —el castaño continuaba con los brazos frente a él, solo en caso de que el humano pensara en atacarlo —pero puedo explicarlo.
Taeyong se quedó quieto por unos segundos mientras pensaba. Quería ser racional, pero estaba seguro de que la gente normal no iba volando por ahí. Él no debía ser alguien normal.
—Voy a llamar a la policía. —Taeyong dio unas zancadas hasta el aparato, pero Yuta fue más rápido y se colocó delante del humano con ayuda de sus alas.
—¡Espera! ¡De verdad puedo explicarlo! —Taeyong gritó de terror cuando las alas brillantes del ángel se mostraron una vez más. El humano, en su intento por huir, terminó por tropezar con una mesa de centro. Cada que Yuta se acercaba, Taeyong gritaba y lo repelía.
Taeyong era imposible.
♦ ♦ ♦ ♦ ♦
Luego de muchos intentos, Taeyong se cansó de escapar cuando sus lesiones dolían más de lo que él podía soportar. Incluso dejó que el ángel lo ayudara a sentarse en el sofá.
—Creo que lo justo es que me presente —habló el ángel cuando Taeyong dejó de gritar por cada cosa que hacía. —Mi nombre es Yuta, soy lo que ustedes humanos llaman ángel.
—Y si eres un ángel, ¿por qué carajos estás en mi casa? —era impresionante lo poco que el pelinegro quería ser acompañado por alguien más.
La mente del japonés quedó en blanco. No había pensado en una excusa porque no creyó necesitarla; nunca se le ocurrió que tendría que darle explicaciones al humano.
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End to Start
Fanfiction[YuTae] Yuta es un ángel, a quién se le asignó una importante búsqueda en la Tierra. A pesar de no soportar a los humanos, Yuta queda extrañamente fascinado por el insoportable y odioso humano con ojos color obsidiana, Tae Yong. Advertencias: Muer...