𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐨 [𝐃𝐈𝐁𝐔 𝐗 𝐂𝐀𝐍𝐄𝐋𝐎]

05

Damián esperaba pacientemente a su compañero, le había mencionado algo que le había alegrado en sobremanera, estaba bastante cerca de donde él tenía su propio equipo, por lo que el viaje que haría Enzo seria casi nada.

Y él ya se encontraba bien, estaba esperando pacientemente con las maletas hechas en donde solo hacia pequeñas vueltas tranquilas, como siempre, veía como todos se alejaban de el asqueado y asustados, hasta le hacian muecas, pero eso a él ya no le afectaba, toda su vida fue recibido así menos por sus padres, y claramente por Enzo, por ello es que ya no se ponía ni siquiera triste.

Su único y mejor amigo es ese alfa tonto que estaba esperando pacientemente... También, se alejaban de el porque había algo que él no controlaba, y eso eran sus feromonas, tenía una extraña enfermedad de los alfas en su cuerpo de delta, donde sus feromonas no son controladas, por ello la gente aparte de asquearse con ese olor a limón hechado a perder, también se intimidaban, por no poder controlar sus feromonas, es que todos piensan que está enojado.

Solo hay algunos que reaccionan diferentes como lo había hecho con ese tipo de su club.

Pero solo son cosas que él ignoraba y poco le importaba, solo para poder controlar esas feromonas, tenía que inyectarse inhibidores, demasiadas dosis de las cuales su cuerpo resistía, en las que ningún alfa o persona pudiera soportar tales dosis.

Miraba el tiempo continúo donde vio por fin que ese autobús se acercaba, emocionando se cuando veía siempre por primera vez a su mejor amigo, y allí estaba, con esa enorme emoción fue corriendo hacia el alfa que al abrazarlo tuvo que agacharse para alzarlo, haciendo que soltara sus maletas — ¡Llegaste llegaste! ¡Lo hiciste! —mencionaba con esa alegría enorme y rebosante, causando que Enzo también correspondiera ese abrazo con la misma euforia.

—si si, te dije que llegaría antes porque quedaba bastante cerca a estos lados, aunque tú estás re lejos de argentina olvidé que yo tampoco estaba allá —decia con burla, viendo como su querido amigo le dedicaba una gran sonrisa, mostrando esos colmillos filosos.

—claro, tu siempre eres puntual.

—bien —saco los boletos de su bolso en donde le dió uno a Damián, este se veía feliz, y por su parte también tenía una sonrisa en calma — ¿Vemos a ese boxeador? —le dijo con una tranquilidad ocasionando que nuevamente, Damián explotará en euforia y lo abrazara, su fuerza era enorme que solo pudo sacar algo de aire que tenía.

Después de aquello, rápidamente fueron a tomar el vuelo que tenían en sus boletos, partiendo directamente hacia Estados Unidos.

Estaba tan cansado.

Estaba en el gimnasio donde su tutor le había encomendado, su tutor al ser un beta nunca tuvo problemas, estaba en paz con ello, siempre lo sobreprotegia desde lo que había pasado la última vez

En dónde claramente el también sufrió demasiados pero ya no quería volver a tener uno de esos tipos de accidentes, agachando su mirar al pensarlo y sintiéndose asqueroso.

Odiaba que lo vieran como un juguete solo por su delicioso aroma, que algunos alfas aborrecían, otros lo adoraban.

Y estaba en un lugar donde el boxeo era demandado por alfas dominantes...

¿Y el? Siendo el único Gamma, alguien mucho peor que los omegas de la jerarquía.

Estaba en el boxeo... Ocasionando que los que entrenaban con Edy, sintieran celos de todo lo que a conseguido ese chico, por parte de Saúl, apodado "el canelo" ya que el padre de Edy, el otro beta que lo había tratado bien en toda su desgraciada vida, le había mencionado que estar cercas de el le daba el ligero aroma a canela, y era claro que sus feromonas eran tan fuertes que era distinguible para la gente que no tenía su olfato desarrollado.