𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐨 [𝐃𝐈𝐁𝐔 𝐗 𝐂𝐀𝐍𝐄𝐋𝐎]

09

El momento era tranquilo, al menos así lo fue en el que en ese pequeño camarote entro bruscamente un mexicano con cachucha, este se notaba agitado, estaba algo asustado por el hecho de saber si su boxeador estrella se encontraba bien, su alma había ingresado nuevamente cuando vio que así fue, allí se encontraba, aunque notaba su debilidad, fue en busca de supresores en pastilla, ya que le había dado la dosis suficiente en inyecciones, pero verlo allí aún un poco jadeante, se preocupó.

Pero esa preocupación se disipó cuando vio que estaba allí ese chico que le menciono el de fuera, aunque eso sí, tenía miedo que fuese uno de esos locos animales que no tenían raciocinio alguno de lo que podían causar a las personas, al parecer, no lo era, ya que lo vió sentado con una emoción en el rostro.

Eso lo terminó por aliviar que se acercó a Canelo, viendo que este también se encontraba apenado, aunque emitiendo un suave olor a Canela, siendo solo para él algo perciptible ese olor solo por ese hecho, fue avanzando hasta quedar frente a Canelo, por el momento ignorando a ese hombre que lo vio curioso y algo alerta — perdona me Canelo, fui en busca de más, esas inyecciones recuerda que ya no lo suprimen tanto —susurro solo al chico que asintio sin decir más, tomo esas pastillas y se las tomó.

Fue allí donde Saúl tomo esas pastilla y se las bebió, sintiendose con un terrible cansancio agudo, el dolor lo estaba matando, pero solo tenia fuerza para poder mantenerse cuerdo y no desplomarse entre gritos.

Eso es lo que ha mejorado aparte del boxeo el chico pelirrojo, estar estable frente a gente, sin demostrar el dolor que le hacia pasar los celos a los Gammas, por su parte, el sentía como su sangre desde dentro Comenzaba a calentarse, como su temperatura subia a tal punto que lo dañaba, como también aparte de eso se desorientaba, todo porque sus entrenamientos eran rigurosos, eran muy difíciles de poder hacerlo.

Allí se encontraba, frente a su entrenador que lo veía firme, Saúl volteo hacia atrás encontrándose con el mirar preocupado del chico, fue allí donde volvió agachar su mirar y con algo de vergüenza tomó las pastillas, ya no quería oler ese olor, o al menos, no quería que la gente oliera su olor asqueroso

Por ello usa feromonas falsas en el que la mayoría se creía que era un alfa dominante.

—y tu chamaco...—cuando fue volteando, Saúl se había preocupado, creía que Edy le haría algo a Damián, teniendo un poco de miedo creyendo que le caería algo de lo más peligroso, pero tal vez no es así, ya a qué Dibu vio como este cambiaba su gesto rápidamente de uno enojado a una sonrisa agradecida, cálida en ese aspecto — gracias por proteger a mi Saúl... No sabes cuanto te agradezco eso, últimamente lo han avisado y yo no soy alguien tan capaz como para hacer algo —fue lo que dijo el mexicano, haciendo que Damián se sorprendiera de esa palabras, viendose bastante curioso.

Pero se levantó, volviendo a ver hacia el piso donde se encontraba el mismo mexicano — para nada, soy futbolista, tengo buena pierna, además odio ver las injusticias claras de la misma mierda de la jerarquía —le dice a ese entrenador, quien también dedicó una sonrisa calmada, parece ser que tal vez, y solo tal vez, está misma noche... Saúl haya encontrado una persona que finalmente valía la pena.

—tenemos el mismo pensamiento chico...¿Cómo dijiste que te llamabas?

—Damian, Damián Martinez o Emiliano Martinez —dijo aún avergonzado hacia este cuando preguntaba su nombre, ya que Edy se lo memoriza mejor.

—ya... Gracias por todo Damián, ese boxeador ahora está fuera, espero que no diga nada porque aparte de perjudicar nos a nosotros se perjudica solo —susurro aún preocupado de que pasara, pero volteo cuando no escuchaba ruido, viendo como Saúl lo veía y pasaba meticulosamente hacia el hombre tambisnr de pie— sigo diciendo que hiciste un gran trabajo, Canelo, ya veremos en la siguiente pelea hijo...estoy seguro que tú hermano está orgulloso de ti —le dedicó una sonrisa tranquila viendo como esos hermosos ojitos que vio durante años, está vez se llenaban de lágrimas.

El tenía el conocimiento de que su hermano culpable de su familia, discutiendo, tuvieron un accidente, y ahora lleva más de siete años hospitalizado, delicado de salud.

Solo por salvarlo de las penurias de esa familia horrenda, y darle poder a Edy de ser su tutor... Prefería que se criara con ese beta que en una familia que despreciaba a los que son de jerarquías bajas.

Damián al ver eso, sabía que no era algo que le importaría, era  cosas personales por lo que se levantó con cuidado sonriendo con dulzor, le hubiera gustado ayudarlo con lo que sentía, pero seria extraño, el solo era un conocido bastante rápido e imprevisto — yo, señor Edy, Canelo, fue un placer conocerlos... Canelo —vio como este mismo volteaba a su dirección, el se había sonrojado con ello, era una mirada que delataba muchísimas cosas, cosas realmente lindas, tanto malas— nos...¿Nos veremos entonces está noche?...—vio como este asentia sin habla, haciendo que Damián tomara algo de saliva y se acercara a este lentamente— p-puedes, ¿Puedes darme tu número?...

—claro, no veo el problema —fue lo que susurró algo avergonzado el de pecas, haciendo que Damián se emocionada nuevamente, solo eso bastó para ponerlo revolotear.

Saúl anoto su número haciendo que Damián se sintiera feliz, antes claro le pasó el celular para que lo hiciera, cuando lo tuvo en contactos, volvio a mirarlo — ¿En qué hora podemos vernos?

—...—lentamente vio a Edy, haciendo que este también lo mirara de forma acusadora— ¿Que hiciste en lo que no estaba aquí mocoso?

—...e-este chico me salvó de Shane, es lo mínimo que puedo hacer...¿Me dejarías? —pregunto realmente avergonzado, pero siempre le pedía permiso ante todo, el se había acostumbrado así.

Edy se quedó pensativo, aunque soltó toda su respiración, realmente no veía en nada malo, Emiliano se veía bastante normal, ni siquiera parecía alfa, por lo que supuso que era un chico normal como él— está bien, a las siete y te quiero a las diez —fue lo que dijo.

Con ello, Damián se emocionó enorme, asintiendo con ello— ¡Muchas gracias!

Con eso, salió de allí no sin antes despedirse de él chico pelirrojo, manteniendo su gran sonrisa colorada, Saúl no tenía conocimiento de porque se sentía así, pero solo tenía algo en mente que le hacia  sentirse bien.

Ese hombre... No es parecido a los que ya a conocido, a diferencia, este si demuestra sus sentimientos, se notaba tan inocente que un cálido sensor en su corazón fue movido, era sus propias palpitaciones que después de hace mucho tiempo, las sentía en su pecho.

Era una sensación indescriptible cuando ve ha alguien ahora lo sentía terriblemente en ese hombre.

—solo espero que no sea como los otros, si es así, me temo que... Está vez nunca te dejare solo, Canelito —le dijo a su jugador estrella, el cual asintio sin hablar sin desviar su mirar de la puerta.

El deseaba lo mismo...

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:')

Tengo sueño me estoy durmiendo perdón a