𝐇𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐮𝐧𝐨 [𝐃𝐈𝐁𝐔 𝐗 𝐂𝐀𝐍𝐄𝐋𝐎]

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Para esos dos estar en esa situación era muy extraño, aunque habían tomado su manos, Damián reaccionó y se separó algo exaltado, viendose nervioso ya que no era algo normal que los de sus casta fueran cariñosos.

— ¡L-Lo siento! Seguro ya te incomode, que cosas, dios —avergonzado era la palabra que tenía para expresarse, mostrandose algo apenado con ello, su mirar fue hacia el suelo pero para Canelo aquello había Sido muy dulce, su mirar se enternecio y eso solo le había hecho temblar al más alto.

—no te preocupes, sabes, yo no me dejó llevar por las castas, si tu quieres demostrarme algo así no pasa nada... No soy un alfa que enrabiado reacciona por la más mínima muestra de afecto —habia dicho sonriente, eso había sorprendido sin dudas a Damián, su mirar lo había delatado a fin de cuentas, se acomodó en su asiento mientras trataba de hablar, por extrañeza, su cuerpo respondía a eso.

—n-nunca había conocido ha un alfa que pudiera controlar tan bien su animal, supongo que eso tiene que ser por tus hormonas alteradas —trato de hallarle sentido a eso pero para Canelo reaccionó al pensarlo bien, se dejaba delatar mucho ahora que lo pensaba, aunque con lo que dijo tenía mucha razón.

Si se ven sus videos de sus cara a cara siempre se mostraba tranquilo a comparación de los demás, sus oponentes delataban demasiado su mal humor frente a el, gruñendole como si fuesen perros rabiosos, no los culpaba, al final se dejaban dominar por su rabia, su mirar llena de desden estaba bastante claro, todos gruñían en su rostro, le escupían, pero con él...

Nunca lo mirarán furioso, la única vez que se llenó de rabia y sacó una parte que no tenía él, fue en el momento que en un cara a cara se habían atrevido en golpearlo, y dejo en claro su fortaleza.

Ya que aunque sea un Gamma, su fuerza sin duda era increíble en como rompió el límite de su propio cuerpo, sacrificando demasiadas cosas solo para poder alcanzar ese poder.

Pero ahora estando frente a Damián, dejaba en visto su debilidad, tal vez por haber encontrado a un hombre que no lo trataba mal, o que lo protegió de algo que iba a suceder inminente mente, fue el primero que no lo vio como objeto y lo respeta tanto como para ponerse límites en sus toques.

En su pecho, una sensación de hormigueo cruzo en su cuerpo, pero le era imposible como reaccionar, ahora con un rostro algo rojo, ambos cuales adolescentes comían en silencio, no un silencio incómodo, simplemente ahora tenían mucho que hablar, se bloquearon al momento que juntaron sus manos de una manera tímida, tierna, sutil.

Eso les había provocado un estremecimiento en su vientre ha ambos, pero para Saúl era extraño el sentir.

El nunca había sentido eso tan profundo, porque todos se dedicaron en hacerle saber que era un objeto único que podían usar, al menos, así lo sentía cuando paso lo indeseable en un momento crucial, y ese hombre sabía que era infértil por el hecho de que hasta había anudado dentro suyo...