¿ser parte del malumacrew?

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- Tu cara me suena familiar, verdad que eres la chica esa que golpearon los paparazzi hace unos años atrás. Ese fue el día que conocí a este papacito, en parte tengo que darte las gracias, sino fuese por esa situación mediática no estaría con él hoy en día - rió.

- Si soy esa, de igual manera tendrías que agradecerme por no abordar una relación con él, de otra manera estaría conmigo, no por el problema con la prensa - terminé mi frase y me fui, no quise escuchar ni una palabra más que saliera de su boca.

Nick me siguió y me abrazó subiendo las escaleras, supuse que la situación se puso tan incomoda que nadie querría seguir allí.
Entré a mi habitación y me tiré a mi cama, tenía tantos pensamientos rondando por mi cabeza que no quería seguir despierta. En ese momento entra Kathe en la habitación, llegaba de hacer unas compras.

- Ay amiga, acabo de ver de lejos esa situación tan burda con la mujer nueva de Juan, dime la verdad, te siguen pasando cosas con él.

- Obvio que lo sigo amando, y no puedo culpar a nadie mucho menos a él por seguir con su vida, pero estos momentos me incomodan y me duelen. Luego de tantos años pienso en las cosas que podríamos haber vivido juntos y el tiempo perdido que es imposible recuperar.

- Ah ya, yo decía tiene que haber una explicación para tu mal humor constante, si eras tan feliz. Creo que deberías aclararle tus sentimientos, ya pasó un tiempo y se deben esa charla, o de otra manera dejar el crew y aceptar la propuesta de bailar para Balvin.

- Espero que eso no se te escape en frente de nadie, podría desencadenar cosas peores. Tan solo quiero ser feliz pero a la vez siento que todo esto me ata a un sentimiento feo, como angustia. Creo que es el momento de actuar.

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Pasé la mañana pensando en el discurso que tendría que decirle a Juan, me decidí a dejar el crew, aceptar la propuesta y mantenerme lejos de él. Después de todo dicen que el contacto cero es lo más efectivo para olvidarse de alguien.
En la tarde tuvimos ensayos y prueba de sonido, el show fue de imprevisto ya que una productora tuvo la idea de hacer un festival a beneficio de fundaciones para los animales callejeros. Al estar en la misma ciudad no dudamos en ser parte para una causa tan linda.

Pasado el concierto salimos de tragos, nos habían regalado pases VIP y no podíamos desaprovecharlos. Me vestí con un top cruzado color azul marino, una pollera tiro bajo con transparencias y unos borcegos altos con plataforma, me sentía empoderadisima.
Después de estar un rato bailando comencé a sentir calor y salí a tomar aire al balcón, detrás mío escuché que alguien cerró el ventanal y cuando me giré era Juan, tenía puesta una camisa blanca que hacía que sus brazos grandes resaltaran, no me pude contener y le dije lo lindo que estaba, me respondió con una sonrisa.
Agarró mi mano, me dio una vuelta y dijo: "vos no te quedas atrás".
Luego pega mi cuerpo al de él y se mece al ritmo de la música de fondo, por mi cabeza pasaban los momentos vividos años atrás, el desencuentro y el sentimiento de no querer soltarlo.

- Siento tu corazón latir muy rápido - dijo él - ¿sientes el mío?

- Si, también me gustaría sentir tu piel contra la mía - susurré.

- Que esperamos para hacerlo realidad después de tanto tiempo - dijo separándose de mí y mirándome a los ojos.

En ese instante bajé a tierra, si yo estaba por abandonar todo e irme lejos de su vida, que hacía siguiéndole la corriente a mi corazón y dejándome llevar por un sentimiento que me hacía bien pero a la vez mal.
Me alejé un poco más y agarré mi cabeza con mis manos, los pensamientos desbordaron en mi mente y comencé a sentir que me faltaba el aire. Juan se percata de esto y me rodea con sus brazos, trata de calmarme dándome su botella de agua, estiro mi cuello y dejo caer mi cabeza en su hombro. Todo esto que estaba callando hacía mucho tiempo me estaba pasando factura, los sentimientos ahogados me estaban matando por dentro y ya no soportaba más seguir así, no sé si fue el coraje que sentí o el alcohol pero no me detuve un segundo a pensar y comencé a llorar y a decirle cada cosa que se me pasó por la mente en ese momento.