capítulo 10

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¿Que te pasa porque lloras?

Saque la comida de mi mochila, ya no voy a ir a la cafetería. Con esto tendré suficiente. Empecé a comer, me acabé todo. El desayuno o comida, consistía en un sándwich y fruta. Me quedé viendo el cielo, me trasmite mucha paz ver el azul del cielo y el mar, talvez por eso me gusta el lago, se ve tan bonito, aunque su agua no están azul.

Todo cambió, nunca pensé que terminaría así mi vida. Siempre creí que crecería y viviría muchas cosas felices, que saldría con mis amigos, que vería el mundo. Pensaba que podría escapar.

Talvez solo fui muy ingenua, ¿cómo pude creer que mi vida sería perfecta? Solo quería tener el amor de mis padres, y que fuéramos una familia unida.

Pero a decir verdad ya ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que me sentí bien, no recuerdo cuando fue la última vez que alguien que no fuera Mery me abrazara por cariño no por obligación.

Cada pequeña cosa por muy insignificante que parezca me sigue afectando, y me odió por eso...porque hay personas sufriendo más que yo y yo solo me derrumbó por estupideces. Talvez mis padres tienen razón, no soy más que un estorbo.

Cuando tenía ocho años, mi madre me dijo que fui lo peor que le hubiera podido pasar, que ella siempre quiso a un hijo varón, no a una chica.

Mi padre siempre me mostró su indiferencia , nunca se preocupó como tal por mí. Solo tenía a Carol, incluso cuando ella también me lastimaba la amaba. Se que se escucha loco, pero es el único amor que e conocido.

Carol una vez me pegó tan fuerte que mi nariz empezó a sangrar, solo me miró, vio como la sangre salí de mi. No dijo nada, se quedó callada.

- ¿Porque lo hiciste?- pregunté con la voz quebrada- las lágrimas salían de mis ojos y mi labio empezó a temblar.

- Perdón , no era mi intención - se agachó quedando a mi altura.- no te acerques a mi, aléjate, No te quiero en mi vida.

- Carol, deja a la niña tranquila.-habló el chico de pelo rubio y ojos azules le hablo.-

- No te metas en esto kourt, es mi vida.- dijo mi hermana enojada -.

- Deja de estar de...- llegó con nosotros y vio la sangre de mi nariz.- maldita sea, ¿Carol estás loca?- se acercó a mi y me cargó - ven Bianca, voy a limpiar esa sangre.

- Déjala , no agarres a Bianca.

- Yo no estoy enfermo drogadicto como tú. Maldita loca.

No recuerdo mucho de ese chico, solo tengo vagos recuerdos, ahora mismo si lo tuviera enfrente no sabría que es el. Pero siempre me protegió. Quisiera recordar más cosas pero no puedo por mucho que me esfuerce.

- Bianca, te estaba buscando, pensé que nos veríamos en la cafetería. - salí de mis pensamientos y enfoque mi mirada en la rubia.-

- Ya me encontraste.- dije tajante -

- Me voy a sentar- se sentó en frente de mi -. Sabes, la reunión estuvo interesante. Me gusta la idea de poder apoyar.

- Solo lo dicen, al final de cuentas no creo que ayuden al cien por ciento.

- ¿Porque lo crees?- dice mientras le da una mordida a su manzana -.

- Porque si no juntan las firmas necesarias, solo lo olvidaran.

- ¿Así es la vida no crees?- dijo mientras veía a los deportistas -.

- ¿Perdón?- dije más confundida-.

- Si no nos juntamos con las personas correctas para hacer algo gratificante, nos olvidaran y jamás nos recordarán.- dijo como si fuera obvio -.

- Okey...- dije con el ceño fruncido -

- Tengo clases de matemáticas y ¿tú?

- Filosofía.

- Ohh, bueno entonces nos vemos mañana - ya es la última clase del día -. Te dejo mi número.

- Sí. Cómo quieras - le pasé mi teléfono y ella lo anoto -. Pasa lindo día.- se fue.-

Yo también me fui a filosofía, estaba aburrida, las clases son lindas pero el profesor es muy aburrido, ¿ podrá tener familia que lo soporte? Terminé la clase y guarde mis cosas, me dejaron tarea. El profesor dio una plática del respeto a los demás. Que no debemos callarlos menos a nuestros profesores, toda su plática no dejó de verme. Todos aquí son dramáticos.

**

Iba en el carro con Lucas. El me miró y noto mi pequeño mal humor que tenía, agradezco su comprensión por no decir nada. Ya estábamos apunto de llegar cuando por fin hablo.

- Tus padres llegarán hoy en la noche, alrededor de las nueve. Solo quería decirte para que estés lista.

- Gracias, pero no quiero estar con ellos -me iba a bajar del carro pero tenía seguro -. ¿Puedes quitar el seguro?

- Sé que no quieres estar con ellos pero es mejor, créeme.- quitó el seguro del carro -.

- Gracias.

Me fui a la casa, subí a mi cuarto y me encerré, le puse seguro a la puerta. Me solté a llorar. Quería que todo acabara, ya no quería seguir sufriendo. Ya me harté. Fui al closet y me puse unos pantalones negros. Las lágrimas seguían bajando. Me vi al espejo y vi a una yo tan miserable, me tenía lastima yo, así que todos tenían que tenerme lastima. Por eso no me gusta estar con nadie.

Me salí de la casa y me fui al lago, Mery trato de detenerme pero fracasó, Lucas por su parte intento razonar pero no lo escuché, el no me entiende. Nadie lo hace. Me senté en la piedra donde antes había estado, me abracé a mis piernas y hundí mi cabeza en mis brazos. Mi sollozar era demasiado fuerte. Sentía que no podía respirar, que en cualquier momento se me acabaría el oxígeno . Traté de hacer los ejercicios de respiración que hace años me habían enseñado . No sé cómo logré calmarme, sentí un peso en mis hombros y una respiración cerca. Abrí los ojos y alce la mirada, mi vista se cruzó con unos ojos verdes. Era Denisse, me estaba abrazando.

- ¿Ya pasó?- me estremecí -

- Suéltame, no me agarres.- dije parándome tan rápido que me mareé, estaba apunto de carme pero Denisse me sujeto.-

- ¿Necesitas ayuda?

- No, déjame tranquila.- dije viendo al lago, mis mejillas estaban rojas por la vergüenza.-

- No hiciste nada malo, es normal llorar, yo también lo hago.

- No, tu lloras en tu casa, no aquí.- dije aguantando las lágrimas.-

- Cálmate, no quiero hacerte daño, no me voy a burlarme de ti. Está bien, no tengo porque juzgarte.

- G...gracias- dije. El me abrazó pero yo me separé.-

- Sabes algo que hago cuando me siento triste es nadar aquí en el lago. Si quieres nadamos un rato.- yo asentí-.

- Vamos.- se quitó los zapatos. Traía un short y una playera.- quieres ir por ropa...- me quité los zapatos y la sudadera, debajo traía mi top y un short de licra, de bajo de mis pantalones.-

Me empecé a meter, el agua estaba fría lo cual me gusta, Denisse se estremció por el frío del agua. Entro y me ayudó a entrar.

- ¿Te parece que nademos Hasta el puente?- yo asentí -

- Claro.- empecé a nadar y Denisse conmigo -.

- ¿A qué edad aprendiste a nadar Bianca?

- A los ...5 años y ¿tú?

- Que bien. A los 4 y no es por presumir.

- Solo que casi no nadó - dije algo distraída -.

- Tranquila, seré tu salvavidas. Yo te cuidó de que no te ahogues.



Los amigos de verdad llegan en le momento correcto.

EL LAGO DONDE TODO COMENZÓ ( Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora