Inferno

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Wednesday era una persona terca, determinada, y obsesiva. Todas, características de un buen escritor...y de asesinos sériales. Lamentablemente, ella no era muy propensa a los cambios; al contrario, los aborrecía. Así que, incluso si ahora se consideraba a sí misma un escorpión en evolución con un corazón gris, porque Enid se negaba a escucharle decir que su alma era negra y helada, sus más perfectas características seguían vigentes.

Ella era terca...

- ¡Espera! ¿Aquí? ¡Nos pueden atrapar!- chilló Enid mientras reía ocultándose en el cuello de la pelinegra.

Wednesday conocía la mayoría de los lugares ocultos y áreas menos frecuentadas en Nevermore. El area mas cercana que encontró fue la sala secreta de la sociedad de los Nightshades. Seguramente, ninguno se percataría de las actividades que la vidente pretendía llevar a cabo. La habitación estaba oscura, fría y tan silenciosa que podía escuchar cada respiración que Sinclair tomaba.

Addams tenía cada paso planeado para cuando tronó sus dedos dos veces delante de la estatua, ganando acceso de a la entrada del salón. Empujó a Enid contra el majestuoso estante de libros antiguos y secretos que seguramente estarían relacionados a más de una tragedia.  Se hallaba besando el cuello de Sinclair, cerca de aquella zona erógena que aún cuando había pedido una detallada explicación de su funcionamiento, su novia se negaba a dar detalles. Eventualmente lo descubriría.

Se separó un segundo, clavando su mirada en la de la loba, percatándose de inmediato de que había experimentado aquella escena anteriormente. Miró su ropa: vestía su camisa favorita, un sweater blanco y negro con un patrón de checkers. Una sonrisa curvó la comisura de sus labios: su visión había sido bastante certera. Miró a su derecha, alguien había dejado una cubeta llena de líquidos para limpiar y un mano. Eso explicaba porque había pensado que se encontraban en un cuarto de limpieza cuando tuvo la visión.

- Soy experta en pasar desapercibida.- murmuró Addams, arrodillándose delante de la rubia, quien subió una pierna a su hombro, permitiéndole besar el interior de su rodilla.

La realidad era la siguiente: había un motivo muy específico por el cual se encontraban en aquella habitación, en medio de horario de clase de esgrima. Era un motivo sencillo. Wednesday Addams no solo era terca y obsesiva; era posesiva. Ella trataba de ser sutil al respeto: no toques mi cello, ni pienses en escribir utilizando mi máquina, es mi mano derecha, es mi hermano y sólo yo le torturo.

Cosas sutiles.

No había sido sutil la manera en que arrastró a Enid fuera del salón de esgrima.

(...)

Horas antes

Había transpirado una semana desde que Thing le traicionó, poniéndose del lado de Enid. Wednesday le había retirado la palabra durante cinco días, y sólo le habló nuevamente porque necesitaba su ayuda con la investigación en curso. Si no fuese porque la osadía de la mano resultó en Sinclair gimiendo bajo si cuerpo de manera desesperada, le habría retirado la palabra por un mes aunque se viese forzada a retrasar todo.

- Concuerdo. Tyler sabe más de lo que dejó ver. Encontrarlo debe ser una prioridad. - comentó la pelinegra llevándose un bolígrafo al mentón mientras inspeccionaba la pizarra de investigación.

- ¿Crees que este aliado con la chimera? - preguntó Eugene dando un mordisco a su sándwich de tuna mientras se ubicaba a su lado.

- Tras los acontecimientos del año pasado me he visto forzada a limitar mis conclusiones a hechos y no suposiciones. Por el momento, no hay evidencia de que confabule con el enemigo. Tendremos que investigar más. - declaró Addams cruzándose de brazos.

 Melted Heart - Wenclair (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora