Cap 16: Un mujeriego, no hay más que decir...

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Esa era una buena definición para Hamilton, a Johnson nunca se le olvidaría la cara de la señora Eliza, cuando le contó sobre la señorita Reynolds.

--¿U-una p-pros-tituta? --Decía con voz temblorosa.

--Lo siento señora, me apena mucho tener que informarle esto.

Era su obligación comentarle a la señora Eliza cada novedad, y encima con la maxima frialdad, pero verla llorar le rompía el corazón a cualquiera, y desafortunadamente lo único que le permitía su profesión era ofrecerme un pañuelo.

Lo lamentaba mucho, si, pero no podía involucrar a sus  sentimientos en su trabajo...

--Señora... Lo lamento pero... Eso no es todo...

Ella se froto los ojos y miro al detective. --¿Cómo dice?

--El también la engañaba con... Con... Con alguien que, bueno, es un hombre.

Abrió muy grandes los ojos y más lágrimas salieron de sus ojos. --¿Qué, un hombre?

--En efecto. Al revisar su oficina me encontré con cartas que le enviaba a un hombre que estuvo con el en el ejército, señora ¿Usted conoce a un tal John Laurens?

--Si, si lo conozco. ¿Me engañaba con el? ¿Me engaño con el todo este tiempo?

--No podemos estar seguros de eso, ¿Cuando se casó con el?

--En el año 1800...

Reviso las cartas, y alguna eran de aquél año, lo que significa que la  aventura había comenzado en el ejército.

--Entonces su aventura comenzó antes de que se casara con usted...

A la señora Hamilton se le arrugó la cara y comenzó a llorar, todo eso debía ser tan difícil para ella, a Johnson se le hacía cada vez más difícil no empatizar con ella.

--Señora, John Laurens se encuentra detenido y a la espera de juicio. Creo que es bastante claro el destino que le espera...

--Si... --Dijo ella tirada en el piso mirando sus manos apretando su vestido.

--Al terminar el juicio le devolveremos las cartas.
--Aviso Johnson. --Usted sabra que hacer con ellas.

Ella asintió, Johnson sabía que todavía tenía una sospechosa pendiente antes de ir a por el pez gordo, y presentía que solo le traería más malas noticias a la señora Eliza.

El asesinato de Alexander Hamilton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora