Eren, desconcertado, quedó boquiabierto, mirando a Jean como si lo que dijese no fuese real, no quería creerle. Por muy poco no tiraba el teléfono de sus manos de la sorpresa, pero tampoco era tan idiota como para dejar que caiga, por lo que solo le dedicó una mirada asesina a Jean.
-Tranquilo, no vengo a joderte la existencia más de lo que ya haces tú solo-Se burló el castaño mientras encogía sus hombros. Pasó sus ojos de Eren a la supuesta Mikasa, para después decir;-te hubiese avisado antes, pero olvidé dejarte mi número.
Eren solo se tensó un poco más al ver cómo la azabache, desde su asiento, se daba la vuelta para mirar si alguien venía a tomar su pedido. Por supuesto que el castaño le dio la espalda rápidamente, como si fuese la mismísima Medusa la que lo miraba para convertirlo en piedra.
-A-ah, b-bueno, señora, su pedido será t-tomado más tarde-Dijo Eren, levantando la voz apropósito para que Mikasa lo escuche desde su asiento y piense que está muy ocupado como para ir a atenderla.
-¿Ah? ¿señora? ¿de qué mierda hablas? ¿te golpeaste la cabeza?-Preguntó Jean enfadado y levemente sonrojado, pensando que Eren le estaba tomando del pelo.
-No te preocupes, y-ya llegará. Nos vemos-Dijo Eren rápidamente, soltando algún que otro gallo de su garganta, para después colgar la llamada y dejar a Jean más confundido que antes.
«No pasará nada, Eren. Cálmate, y verás que ella te ignorará. No, ni siquiera te verá, seguramente solo vino por un café. No, seguramente ni siquiera es ella, debe ser otra persona ¡Sí, eso es!»
Después de haber estado un par de minutos auto-convenciéndose de que nada malo sucedería, tomó el menú que anteriormente había sacado de debajo del mostrador, y caminó a pasos cortos hasta la mesa de la chica.
Tragó en seco al estar a unos pies de ella.
-¡Buenos días!-Saludó Eren al estar en frente de su mesa, evitando a toda costa ver a sus ojos, aunque ya podía sentir su mirada encima de él.-Le traigo el menú, y le dejo unos minutos para que decida su pedido-Dijo el castaño, dando solo algunas señales de estar nervioso. Obviamente la azabache notó al instante en que lo vio que estaba más nervioso que niño introvertido hablando frente a todo un público.
-No es necesario esperar unos minutos, porque ya sé qué es lo que quiero pedir-Dijo la chica después de haber estado unos dos segundos mirando con serenidad el menú que Eren había apoyado sobre la mesa. Puso sus dedos con uñas pintadas de un fuerte Dark Red encima del papel plastificado con fotos de comida que servían en el café, y lo arrastró lentamente hasta Eren para que se lo lleve.
«Esta chica es toda una femme fatal»
-¿Q-qué es lo que quiere entonces, s-señorita?-Preguntó Eren después de haber tragado saliva.
-No me digas señorita, dime Mikasa, Eren-Corrigió, y el castaño sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal al escuchar su nombre viniendo de la voz gélida y firme de la pelinegra. Tuvo que pasar saliva por su garganta si no quería morirse ahí mismo.-Quiero que te sientes, y hablemos-Pidió, casi con una voz autoritaria que hacía dudar a Eren de obedecer o no.
-Perdón, pero ¿para qué?-Quiso saber el moreno, algo nervioso.-Aún estoy trabajando, así que...
-Llama a tu gerente-Ordenó Mikasa, cruzándose de brazos.
-¿Q-qué?
-Que llames a tu gerente-Repitió impaciente-, quiero pedirle algo-Añadió.
-S-sí, ya vuelvo-Fue lo que dijo Eren al formar una sonrisa falsa, par después voltear y caminar incómodamente hasta la oficina de la Strattman, sintiendo la fría mirada de la azabache encima de su espalda. ¿Qué no sabía que eso es incómodo y raro?
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¿Jefe? || Ereri
RomanceEren siendo uno de los miles de secretarios que Levi alguna vez tuvo. Solo uno más en la larga lista, ¿no? O eso pensaba Jeager antes de saber que él tenía un extraño tipo de trato "especial" por parte de su sexy jefe Ackerman. Personajes pertenecie...