🦋Día 1: Primer beso🦋
«Beber de una copa rota y que mis labios no lloren sangre, es como besarte e intentar no enamorarme»
ーEl poeta perdido.
¡Empezamos fuerte!
✨🦋✨🦋✨🦋✨
Llevo rato limpiando.
Hoy Haruna se sentía tan mal que tenía fiebre así que está descansando en su casa. Se disculpó por no poder ayudarme y le prometí ir a verla luego. No la culpo, la semana había sido desde inicio hasta fin completamente helada, con lluvias y ocasionalmente algún viento fuerte. Lo cierto es... Que yo también me siento fatal. Hay momentos en los que siento que mi al rededor se balancea y que pronto caeré.
El entrenamiento de hoy ha sido duro para chicos y han vuelto con más hambre de lo normal. Habían arrasado con todo lo que encontrasen en la mesa y algunos, un poco más descarados, en las ollas.
En conclusión el lugar quedó hecho un desastre, con migajas de comidas por todas partes, sillas desacomodadas y platos sucios. Los chicos se habían retido alegando que les dolía hasta el alma y que no podían moverse ni un centímetro más.
El eco de los pasos me despabila y así noto que estoy sentada desde hace un buen rato observando el suelo como si tuviese algo interesante que contarme. No recuerdo en cuál instante abandoné la limpieza para darle un reposo a mi cuerpo, pero me dispongo lo más rápido que puedo a continuar y terminar con ello.
Sonrío al identificar los pasos.
ー¡Eh, Aki! ¿Aún sigues aquí? ¿Crees que haya quedado algo de co...? ーse detieneー No te ves bien ¿Qué pasa?
ーEstoy bien, solo debo terminar de limpiar.
ーYo no te noto bien ¿También tienes fiebre?
ーNada que una pastilla no pueda arreglar. Tú tranquilo. Y sobre lo otro... Han comido todo lo que he preparado, lo siento.
No responde algo al respecto y se centra en llevar una de sus manos hacia mi frente durante unos segundos. Siento que mis mejillas comienzan arderme y lo observo en busca de algún mensaje porque mi corazón late ansioso ante tan repentina preocupación. Él quita la mano, pero su rostro no mejora y parece decidido a decirme algo.
Empiezo a sentirme mareada.
ーYa has limpiado suficiente, dejame el resto a mí, pero antes ¿Tienes algún medicamento a mano?
Asentí.
ーEn mi mochila, pensaba tomarlo luego.
El mundo se tambalea de nuevo.
Dejo de entender lo que dice, parece preocupado, pero no logro razonar ni media palabra de lo que habla.
¿Me está sosteniendo?
Cada segundo que pasa se altera más mientras yo apenas distingo cómo me cuesta mover mis párpados. Por un momento manchas negras nublan mi vista por completo.
ー¿En..dō?
¿En qué momento he acabado con la cabeza en su pecho?
Dios mio ¿Qué estoy haciendo?
Mi respiración va más lento y finalmente el peso de los párpados se me hace insostenible. A partir de aquí no estoy segura de lo que ocurrió luego porque... recuerdo que me besó.
Fue algo extraño.
Realmente no sé si sucedió.
Abrí los ojos en cuanto sentí la presión de otros labios sobre los míos y los cerré cuando noté movimientos sobre ellos. Un pequeño mordisco me invitó a dejar pasar lo que sentí que era una pastilla. El besó terminó y yo me apresuré a tragar el remedio antes de que su sabor invadiera mi paladar más de lo que ya había hecho.
Luego de eso no recuerdo absolutamente nada. Aparecí en mi cama con un paño en la frente y la duda de qué fue real y qué no.
Aunque daría lo que fuera para que aquello fuera real.
.
.
.
.
.
.
💧Pequeño extra.
✨ Al día siguiente ✨
ー¿Eh? ¿Cómo que el capitán ha faltado?
ーBueno... He llamado a casa y dice su mamá que tiene fiebre.
ーVaya... Al final le ha pegado mal el clima.