⟩⟩Día dos: Haruna jugando a ser casamentera.
No pensé que este día se me iba a complicar tanto de escribir xD
Espero que lo disfruten ❤️.
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No era necesario, en lo absoluto, ser inteligente para darse cuenta de la situación ¡Y menos con la gran agudeza que ella poseía como periodista para notar ciertos detalles!
Donde ponía el ojo ponía la bala, eso es un hecho.
Pero aún así su amiga se esforzaba por ocultarlo, y lo entendía porque el chico era muy lento para estos temas. No tenía en la cabeza otra cosa que no fuese futbol.
Una chica tímida y un chico lento ¡Vaya par!
Pero ella estaba segura de que solo les hacía falta un empujoncito y ¡Listo! Todo arreglado cómo debe de ser.
Debía admitir que era una misión más complicada de lo que creyó inicialmente. Intentó con todo, desde hacer que tomen de la misma botella hasta que choquen sin querer entre ellos. Sin embargo nada pasaba de más de un sonrojo y un par de risas de por medio que acaban en una rápida disculpa.
Pero ella era Haruna Otonashi, la siguiente sucesora a cupido, y no se rendía fácilmente. Jugaría su última carta costase lo que costase.
Solo necesitaba un poco de suerte y todo funcionaría.
ーAki ¿Me ayudas a encontrar mis lentes? ーguió sus manos hacia su alrededor fingiendo mayor ceguera de la que ya padecíaー No logro recordar dónde los dejé.
ー¿Eh? No están aquí ーcontrolado que estuviera en lo cierto movió la cabeza en un rápido vistazo a la zonaー ¿Por dónde anduviste?
ーTal vez los dejé en el club, no lo sé ¿Pueder ir por mí?
ーClaro, espera aquí. Ya vuelvo.
Ella asintió ante tal respuesta y esperó a que su amiga se alejara lo suficiente para comenzar a seguirla. El plan era fácil, Aki iría hasta el club y ahí quedaría encerrada un rato con Endō —que por cierto, esa parte del plan dependía plenamente de los poderes de convencimiento de su hermano, Kidoー y si los astros se alineaban algo debía de suceder entre ellos dos.
Había visto esta técnica en una novela de romance que leyó días atrás y concluyó que si funcionaba ahí también lo haría en la vida real.
En la novela los protagonistas quedaban encerrados en un armario durante minutos que, a pesar de ser escasos, ambos vivieron como eternos. Le pareció extremo y hasta complicado meter a su mejor amiga y al chico del que tanto estaba enamorada —incluso la había pillado escribiendo su nombre en un cuadernoー en un lugar tan angosto sin una buena escusa, por eso decidió que lo mejor sería el club.