— Buenas noches — dice Donghyuck automáticamente cuando Mark entra de nuevo; dos semanas, tres días y una hora después del primer encuentro — ¿Qué desea? —
Mark rebusca en sus bolsillos el cambio exacto y saca una moneda de 25 centavos cubierta de pelusa. Tiene suficiente dinero guardado, retirado de la cuenta bancaria de Doyoung y sacado de su escondite de emergencia antes de que la policía pudiera limpiar todo su apartamento. Mark había reprimido unas lágrimas horribles y repugnantes, sintiendo náuseas ante la idea de coger las cosas de Doyoung como un ladrón y luego se sintió abruptamente, horriblemente, contento de que Doyoung no estuviera vivo como para olvidarlo.
Apenas había llegado al baño antes de que el resto de su almuerzo del día anterior volviera a subir.
— ¿disculpe? — pregunta Donghyuck y Mark se estremece. Probablemente no sea prudente gastar dinero en cosas innecesarias hasta que pueda encontrar un trabajo, pero.
Pero...
En una quincena de días terribles, éste es el único punto positivo. Uno puede argumentar que esto contribuye a la estabilidad mental de Mark y por lo tanto es una necesidad. Mark no estaría de acuerdo, pero eso no es suficiente para impedirle volver a ver a Donghyuck. Siempre ha sido débil cuando se trata de Donghyuck.
Mark desliza el resto del dinero y le dedica a Donghyuck una sonrisa temblorosa.
— Un café solo, por favor —
Donghyuck asiente y recoge el dinero. Hay una leve nota de reconocimiento en sus ojos y el corazón de Mark da un salto, pero se hace añicos en las frías calles neoyorquinas, cubiertas de sucio lodo y hielo un segundo después, cuando Donghyuck dice:
— Viniste hace un par de semanas, ¿verdad? —
Mark exhala.
— Sí — dice, alejándose del mostrador y metiéndose las manos en los bolsillos. Ya no siente tanto el frío, pero los inviernos neoyorquinos son brutales. Implacables. La nieve derretida se filtra en sus zapatos, los dedos de los pies se entumecen lentamente mientras el resto de su cuerpo se calienta, fracción a fracción, en el agradable calor.
Donghyuck va a por su café y Mark intenta desesperadamente no mirarle la espalda mientras avanza. Donghyuck tiene el pelo cada vez más largo y las puntas se le enroscan en la nuca. También tiene el flequillo más largo, ligeramente encrespado y ondulado por el contacto con la nieve.
Donghyuck se da la vuelta con una taza en las manos y Mark dirige apresuradamente su mirada a las baldosas turquesas y blancas que hay a sus pies.
— Aquí tienes — dice Donghyuck, tapando el café — Mark Lee —
— Te has acordado — dice Mark, con un nudo en la garganta. Intenta reírse para compensar lo espeluznante de la frase y, por suerte, Donghyuck no parece alarmado. Ofrece a Mark una sonrisa; es agradable, pero eso es todo.
Mark cierra la mano alrededor de la taza e intenta no abrazársela al pecho.
— ¿Puedo estudiar aquí? — no está seguro de por qué lo dice. Va en contra de sus reglas.
— Adelante — Donghyuck señala las mesas — Pero si viene mi jefe, has estado comprando una dona cada veinte minutos, ¿vale? —
— De acuerdo — acepta Mark y, por primera vez en semanas, la sonrisa que asoma a su boca es sencilla y verdadera.
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pájaro sin vuelo II markhyuck II
FanfictionHola. Me llamo Mark Lee y sé que no lo recordarás, pero te conozco desde que teníamos catorce años. Te amo. ~ traducción ~ au Marvel ~ todos los créditos a thereisnoreality en ao3 ~ link: https://archiveofourown.org/works/39928128