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Desvié la vista de la pantalla del celular hacia mi papá y viceversa, en shock. No podía creer lo que acababa de leer, tampoco sabía qué responderle ni como aclarar que él y yo no somos nada. Miré a Emi, sentado al lado mío con el mismo shock que yo, pensativo mientras parpadeaba repetidas veces.

–Miren chicos, esto es muy simple–habló mi papá después de un largo e incómodo silencio– yo no voy a prohibirles nada porque no es mi derecho, pero me parece que la manera en la que esto se tiene que manejar debe ser privada, por el bien de ustedes y de todo el plantel, el cual es afectado por todas las cosas que se publican. Obviamente no es culpa de ustedes todo lo que se dice ya que a los medios le gusta inventar, pero tengan cuidado como llevan adelante esta relación, porque si después de estas fechas no están juntos va a ser incómodo para todos trabajar juntos y es una distracción.– no sabía qué más hacer, estaba pasando de morderme la piel de los labios a las uñas sucesivamente, mientras jugaba con mis dedos y sentía mi respiración irregular afectando mi pecho– Esto fue escrito con intención de desmerecer el trabajo de todo el equipo, me da pena que recaiga en vos porque nada de lo que se dice es verdad, como plantel estamos mejor que nunca. Yo no voy a salir a hablar, les pido por favor que ustedes no publiquen ni hablen absolutamente nada hasta que se deje de hablar del tema, eviten las salidas públicas, lo único que tenemos que tener en mente es la final contra Italia y demostrar a los demás que somos fuertes– nos sonrió a los dos, en sus ojos se notaba que estaba cansado pero le vi esa chispa de confianza que tiene siempre

–¿Está mal si estamos juntos?– dije, con miedo a lo que pueda llegar a contestarme, se que mi papá no me negaría nada, pero no solo depende de mí o de él porque estamos en una relación en la que también somos compañeros de trabajo

–Ay hija, ¿cómo me vas a preguntar eso? Yo no tengo ningún problema con que estén juntos, a nadie del plantel le molesta. Solo hay que mantenerlo privado por las cosas que se pueden llegar a inventar, nada mas que eso– hice un puchero aguantando las ganas de llorar, jamás hubiese pensado que iban a salir estas notas de la nada, me lo esperaba si es que oficializamos la relación pero fue nuestro primer beso, ¿cómo puede tener tanta relevancia eso?– Martinez, creo que no hay nada más que decir, pero tene cuidado con mi hija– le levantó el dedo índice en forma de reproche y se levantó del sillón donde estaba sentado, se despidió y se fue porque quería ir a dormir la siesta

Apenas cerró la puerta largue las lágrimas que estaba conteniendo mientras me tapaba la cara, sentí a Emi moverse al lado mío y a los segundos ya me estaba abrazando

–¿Por qué lloras, Isa? No te angusties al pedo– su mano derecha estaba acariciando mi espalda de arriba a abajo mientras yo mojaba su remera con mis lágrimas

–Pero la re cague, sin mí no hubiese pasado esto, aparte ahora quedaron ustedes mal parados por mi culpa

–No es tu culpa boba, en todo caso sería culpa de ambos pero tampoco lo es. Podemos estar juntos, no es pecado

–Obvio que no pero encima de que dicen que soy una acomodada por mi papá ahora también soy una quilombera que separa al grupo

–Isa dale, no tenes que hacer caso con lo que dicen de vos. La gente siempre va a hablar y van a aprovechar a pegarte con todo lo que se les ocurra, lamentablemente uno se va acostumbrando– me separé de él y lo miré a los ojos, dejé de llorar pero estaba segura de que ahora mismo era un desastre

–¿Ahora que hacemos?– dije después de unos segundos de silencio

No tenía ganas de nada por más que no haya problemas con el plantel ni la AFA, después de esas notas la angustia era inevitable

te quiero - emiliano 'dibu' martinezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora