Seguíamos en el entrenamiento, ahora los jugadores estaban practicando penales con Dibu en el arco, se iban turnando con Rulli como si fuese una tanda de penales entre dos equipos. Era el turno de que patee Taglia, se posiciona bien y golpea fuerte la pelota, ésta con toda esa fuerza va directamente a la cara de Emiliano, quien trata de zafar de un pelotazo en la nariz girando la cabeza y cubriéndola con sus dos manos. Hice un gesto de decepción mientras escribía en mi tablet, sentí la mirada del Dibu encima mío pero no iba a reaccionar hasta que terminara esta parte del entrenamiento.
Unos minutos después, dejan a los jugadores tomarse unos minutos de descanso, todos se esparcen y empiezan a charlas, pero yo voy rápido hasta Emiliano que estaba al lado del arco tomando agua.
–Ya se lo que me vas a decir.– dice mientras cerraba la botella de agua, me miraba desde su altura con ojos desafiantes
–Bueno no te hagas el cancherito entonces, sabes qué hiciste mal.– me cruce de brazos mientras él se me acercaba, mis brazos entrelazados quedaron rozando su pecho
–¿Te acordas lo que te dije la otra noche?– recordé sus palabras mientras trataba de no ponerme roja. Me mordí el labio inferior mientras nos mirábamos a los ojos, en mi mente retumbaron esas palabras.
"Me calienta mucho que seas así de obsesiva".
Sentí el calor viajar por todo mi cuerpo, eran increíbles los nervios que me generaba este tipo con acciones tan mínimas
–Vas a tener que practicar más par...
–Ya lo practiqué.– me cortó la oración
–Bueno, como vos digas.– se mordió el labio y me miró de arriba a abajo
–Estas muy linda hoy, ¿te lo dije?– desvié la mirada para no ponerme roja y él se rió
–Gracias Emi, vos estas re chivado ni me toques.– le dije cuando intento correrme un mechón de pelo de la cara.– Hay muchas cámaras, no quiero que sigan jodiendo con nosotros dos.– baje la vista a mi tablet para guardar el archivo donde estaba tomando notas del entrenamiento
–¿Por eso me estuviste evitando?– levanté rápido la cabeza mientras él alzaba las cejas, nos miramos a los ojos unos segundos hasta que seguí con la mirada en la tablet
–No para nada, flasheaste... solo quiero un poco de paz mental.– soltó una carcajada medio sarcástica mientras yo empezaba mi camino devuelta al banco, él siguiéndome a mi izquierda
–¿Y yo que hice para interrumpir tu paz mental? Pensé que íbamos bien.– seguía cruzado de brazos, en la voz se le notaba un poco de decepción por lo que le había dicho
–No es que particularmente vos hayas hecho algo, pero por lo menos hoy con todos los ojos encima nuestro quería estar tranquila en mi mundo para que no publiquen nada de los dos, en cuatro días es la Finalissima y no quiero perjudicar el trabajo que venimos haciendo.– me senté en un banco vacío y el se sentó a mi derecha, acomodándose con las piernas ligeramente abiertas haciendo que se toquen con las mías, ninguno de los dos se movió para dejar ese contacto
–Me parece que estás exagerado toda la situación.– me dice mientras yo me acercaba el dedo índice a la boca para morderme la uña– Pero te entiendo, se que todo esto es nuevo para vos y se generó algo incómodo después de todo lo que dijeron en la tele, pero deberías relajar un poco, dejarte llevar.– me reí por esa frase, parecía un poco hippie pero tenía razón
–Sí puede ser.– nos quedamos en silencio unos segundos hasta que volví a hablar.– Perdón si te sentiste un poco distanciado, no es mi intención dejar de hablar completamente por cosas que inventan, pero no la quiero cagar, me encanta trabajar acá, es lo mejor que me pasó.– nos miramos a los ojos para después sonreír. Él acercó su mano izquierda, aún con su guante puesto, a mi muslo donde apretó ligeramente haciendo que salten chispas en todo mi cuerpo
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te quiero - emiliano 'dibu' martinez
Fiksi PenggemarIsabella, la hija del DT Argentino Lionel Scaloni, se une al equipo técnico para la Finalissima y pasa mucho tiempo con Emi Martinez, el arquero titular de la selección