Al terminar su séptimo y último año en Hogwarts, Athenea Black decide viajar desde Reino Unido hasta él pequeño pueblo de Forks, Washington.
Lo que la joven bruja no esperaba era que se vería envuelta en un drama sobrenatural protagonizado por vamp...
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Las vacaciones de Pascua no eran ni por cerca las más largas del año, pero debido a su reciente independencia Athenea estaba decidida a pasar la mayor cantidad de tiempo con su familia. Fue principalmente por esta razón que su calendario de actividades para la semana había estado realmente atiborrado.
Unos días antes de que las vacaciones terminarán, Athenea había despertado y bajado rápidamente al comedor. La pelirroja, que aún llevaba pijama, se encontró con su madre cocinando y su hermano Teddy colocando la mesa. La chica se abalanzó sobre el castaño.
— ¿Cuándo has llegado? — preguntó ella mientras prácticamente se colgaba a él.
— Hace una media hora — respondió él mientras se separaba y continuaba acomodando los platos en la mesa.
— ¿Y Victore? — preguntó la chica mientras tomaba asiento en la amplia mesa.
— Con su madre — mencionó el muchacho — , tenían planeado salir de compras hoy.
— ¿Y Nymphadora?
— Dormida — respondió el mayor dejándose caer en la silla al lado de Athenea— no despertó ni cuando llegamos, Adhara la está cuidando. — Athenea asintió en comprensión
— Athenea, por favor dile a tus hermanos que ya está el desayuno — mandó Phoenix desde la cocina.
— Seguro mamá— aceptó la pelirroja— ¡A desayunar! — gritó de forma estridente.
— ¡Athenea! — llamó su madre — te he dicho que los llamaras no que gritarás, si eso fuera lo hubiera hecho yo. — reprimió la mujer.
Durante el desayuno, la familia conversó animadamente. Adhara y George habían peleado por el último hotcake, sin embargo la discusión había terminado rápidamente luego de que esté fuera reclamado por la pequeña Nymphadora.
Al terminar de comer, Fred, acompañado de Regulus y Rigel, se marchó rumbo a Sortilegios Weasley.
Athenea se hallaba aún en la mesa mirando a George y Adhara pelear como de costumbre cuando una pregunta de su hermana menor llamó su atención. — Oye Athenea — llamó Alejandra mientras ayudaba a recoger la mesa. — ¿Cuándo te irás?
Su madre, que recogía algunos platos, detuvo repentinamente sus movimientos y la miró. Adhara y George también detuvieron su pequeña pelea sobre quién era el tío favorito de Nymphadora y voltearon a verla. Athenea se sintió repentinamente tímida ante la repentina atención. — Pues... — la pelirroja carraspeo un poco — Creo que me iré el domingo por la tarde.
