Capítulo 10

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—¿Metamorfos? — preguntó sorprendido Albus

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—¿Metamorfos? — preguntó sorprendido Albus.
Athenea había cumplido su promesa y el día antes de irse había visitado a los Potter para charlar con su mejor amigo.

— Si, Rose casi enloquece cuando se lo conté — comentó la pelirroja.

— Bueno, no la culpo — dijo Albus luego de pensarlo un segundo — ¿Cómo fue que te metiste en este lío?

— Solo acompañaba a una chica de la escuela — le explicó la pelirroja — fue completamente no planeado.

— ¿Estás segura que no eres una Potter — preguntó Albus alzando una ceja — porque tú suerte parece gritar que sí
La chica le profirió una mala mirada.

La puerta se abrió repentinamente asustando a ambos adolescentes.
— Maldición — se quejó James colocando su mano derecha sobre su nariz. El mayor había planeado sorprender a los adolescentes, sin embargo no contó con que la reacción de la pelirroja hubiera sido tomar el primer objeto que tuviera a la a mano, una figura decorativa de Albus, y lanzarselo.

La pequeña figurilla con forma de serpiente hecha de plástico duro impacto de lleno en el rostro del mayor de los Potter, más precisamente en su naríz.

— Oh por Merlín, lo siento James — mencionó la pelirroja acercándose al chico para asegurarse que estuviera bien.

— Tranquila rojita — le mencionó adolorido James.

La cara de preocupación de Athenea se transformó rápidamente en una molesta.
— ¡Eres un completameto tonto! — le reclamó ella.

— ¿Por qué estás molesta? El molesto debería ser yo, ¡Me golpeaste! — dijo indignado James.

— Debí haberlo hecho con más fuerza.

James estaba por comenzar a discutir cuando un golpe en la cabeza lo distrajo. El pelinegro volteo a ver a Athenea pensando que la pelirroja había sido la responsable, sin embargo la chica a su lado también se sobaba la cabeza.

— Eso les pasa por aventarse mis cosas — dijo Albus haciendo énfasis en mis.

— Cómo sea — bufó James y luego dirigió su mirada a Athenea, sus ojos se iluminaron momentáneamente — Y cuéntame rojita, ¿Hay chicas guapas en Estados Unidos?

— ¿No te basta con haber salido con todo Hogwarts? — renegó Athenea ante la intención de el muchacho de querer "ampliar sus horizontes".

— Nunca he salido con una estadounidense — mencionó James ignorando el comentario de la pelirroja.

— ¿Enserio? — preguntó Athenea con sorpresa exagerada — Creí que para este momento ya habrías recorrido todas las nacionalidades.

— Muy graciosa rojita — dijo James con sarcasmo — quizá te visite pronto. — su voz estaba llena de coquetería — en fin, los dejo.

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