Al terminar su séptimo y último año en Hogwarts, Athenea Black decide viajar desde Reino Unido hasta él pequeño pueblo de Forks, Washington.
Lo que la joven bruja no esperaba era que se vería envuelta en un drama sobrenatural protagonizado por vamp...
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—¿Metamorfos? — preguntó sorprendido Albus. Athenea había cumplido su promesa y el día antes de irse había visitado a los Potter para charlar con su mejor amigo.
— Si, Rose casi enloquece cuando se lo conté — comentó la pelirroja.
— Bueno, no la culpo — dijo Albus luego de pensarlo un segundo — ¿Cómo fue que te metiste en este lío?
— Solo acompañaba a una chica de la escuela — le explicó la pelirroja — fue completamente no planeado.
— ¿Estás segura que no eres una Potter — preguntó Albus alzando una ceja — porque tú suerte parece gritar que sí La chica le profirió una mala mirada.
La puerta se abrió repentinamente asustando a ambos adolescentes. — Maldición — se quejó James colocando su mano derecha sobre su nariz. El mayor había planeado sorprender a los adolescentes, sin embargo no contó con que la reacción de la pelirroja hubiera sido tomar el primer objeto que tuviera a la a mano, una figura decorativa de Albus, y lanzarselo.
La pequeña figurilla con forma de serpiente hecha de plástico duro impacto de lleno en el rostro del mayor de los Potter, más precisamente en su naríz.
— Oh por Merlín, lo siento James — mencionó la pelirroja acercándose al chico para asegurarse que estuviera bien.
— Tranquila rojita — le mencionó adolorido James.
La cara de preocupación de Athenea se transformó rápidamente en una molesta. — ¡Eres un completameto tonto! — le reclamó ella.
— ¿Por qué estás molesta? El molesto debería ser yo, ¡Me golpeaste! — dijo indignado James.
— Debí haberlo hecho con más fuerza.
James estaba por comenzar a discutir cuando un golpe en la cabeza lo distrajo. El pelinegro volteo a ver a Athenea pensando que la pelirroja había sido la responsable, sin embargo la chica a su lado también se sobaba la cabeza.
— Eso les pasa por aventarse mis cosas — dijo Albus haciendo énfasis en mis.
— Cómo sea — bufó James y luego dirigió su mirada a Athenea, sus ojos se iluminaron momentáneamente — Y cuéntame rojita, ¿Hay chicas guapas en Estados Unidos?
— ¿No te basta con haber salido con todo Hogwarts? — renegó Athenea ante la intención de el muchacho de querer "ampliar sus horizontes".
— Nunca he salido con una estadounidense — mencionó James ignorando el comentario de la pelirroja.
— ¿Enserio? — preguntó Athenea con sorpresa exagerada — Creí que para este momento ya habrías recorrido todas las nacionalidades.
— Muy graciosa rojita — dijo James con sarcasmo — quizá te visite pronto. — su voz estaba llena de coquetería — en fin, los dejo.