Capítulo 11

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— Entonces, ¿volvieron? — preguntó Athenea a Sam

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— Entonces, ¿volvieron? — preguntó Athenea a Sam. La chica había sido llevada por Paul a la cabaña donde vivían Sam y Emily. El alfa de la manada acababa de contarle acerca de la vuelta de los Cullen, el clan de vampiros vegetarianos que recidia en Forks.

— Así es — mascullo Jared — y tu amiga a vuelto con ellos.

— ¿Bella?

— Así es, apenas vió a la sanguijuela se lanzó a ella como si nada hubiera pasado — gruñó un resentido Jacob, la cabaña se sumió en silencio.

— Y... ¿Qué pasará ahora? — se atrevió a preguntar Athenea.

— Nada — dijo Sam con voz áspera— continuaremos cazando a la vampira pelirroja, la vuelta de los Cullen no cambia nada.

— Pero Sam, no podemos dejar que Bella... — la frase de Jacob se cortó ante la mirada autoritaria de Sam.

— Bella ya tomó su decisión — gruñó el alfa para salir de la cabaña.

Athenea salió tras él con prisa. Caminó por cerca de tres minutos antes de hallarlo, el joven  estaba sentado sobre una gran roca, apoyando su espalda en un frondoso árbol.
— ¿Qué te molesta tanto? — preguntó la muchacha cuando ya estaba cerca.

— Es complicado — dijo él con la mirada perdida en el bosque.

— Me gustan las cosas complicadas — dijo ella sentándose en el suelo.

Sam la miró de reojo y gruño con diversión.
— Pensé que Bella de alguna forma me entendía, creí que éramos parecidos — la pelirroja no hablo, solamente lo miró atenta — creí que luego de todo lo que pasó, ella, bueno, que ella los odiaría tanto como yo — el joven parecía avergonzado por sus propios pensamientos.

Sam tomó aire y continúo:
— Ser ésto no es algo que yo pidiera, no es tan malo lo admito, pero no es lo que habría querido. Ninguno de nosotros lo hubiera querido — suspiró — Ellos llegaron y la vida como la conocía terminó. Si tan solo se hubieran mantenido alejados. — la conversación le dio a Athenea un aire familiar. El recuerdo de una de las historias de su madre golpeó su mente.

Athenea recordaba que cuando eran pequeños a Teddy siempre le había gustado escuchar historias de sus padres, su madre solía contarselas antes de ir a dormir, ella junto con Adhara y George solían entrar a hurtadillas al cuarto para escucharlas desde su escondite en uno de los armarios. Cuando su madre se dio cuenta de ésto les permitía recostarse en la cama de Teddy y escuchar junto a él la historia, luego cada niño volvía a su propia habitación. Fue en una de esas tantas historias donde Phoenix les habló sobre los licántropos, personas que llevan consigo la enfermedad de la Licantropía, con la capacidad de transformarse en un lobo en apariencia y naturaleza, al haber sido mordidas por un hombre lobo en su forma de lobo en el momento de la luna llena. Remus Lupin, el padre de Teddy era uno.
Años después Athenea supo que el padre de Teddy odiaba su condición y había vivido peleando consigo mismo y la discriminación que sufría en el mundo mágico durante toda su vida. Y es que cuando un hombre lobo se transforma bajo la influencia de la luna llena, pierde control de si mismo olvidando quien es. Por lo que para el ministerio y la comunidad mágica eran criaturas altamente peligrosas. La pelirroja podía ver el mismo sentimiento que probablemente había sentido el padrino de su madre en los ojos de Sam. Aquella pelea interna entre aceptarte a ti mismo y añorar la vida humana que habías llevado antes.

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2023 ⏰

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