En Forks empezaban a ser vacaciones de Pascua. Athenea tomaría un traslador hacia Londres. En los días pasados la pelirroja había estado prácticamente viviendo en la Push. La manada era realmente agradable, especialmente Paul. Al inicio Athenea pensó que el muchacho solo era un idiota malhumorado, pero con el tiempo se dió cuenta que era bastante agradable, además que por alguna razón desconocida le hacía sentir increíblemente bien estar cerca de él.
Athenea y Bella viajaban en el vehículo de la última rumbo a la Push cómo de costumbre. La pelirroja estaba pensando despedirse de todos aquel día para partir por la noche.
–Dime, ¿por qué tu vampiro mató a ese tal James? – preguntó Athenea de repente.
–James intentaba matarme. Para él, era como un juego. Y perdió. Fue en la primavera pasada, cuando estuve en el hospital en PhoenixAthenea respiró hondo, Charlie le había mencionado tal incidente.
–¿Tan cerca estuvo?
–Muy, muy cerca -contestó Bella mientras se acariciaba una cicatriz en el brazo.
–¿Qué pasa? – preguntó con avidez Athenea, había algo con esa cicatriz, y ella creía saber que era -. Ah, es esa cicatriz tan curiosa -la miró de cerca con nuevos ojos y tragó saliva.
–Sí, es lo que estás pensando -dijo Bella-. James me mordió.
Los ojos de la pelirroja se agrandaron y en ellos brillo un atisbo de pena.
–Pero, si te mordió… ¿no deberías ser una…?
–Edward me salvó dos veces -susurró Bella con la mirada fija en el camino-. Chupó el veneno, igual que si me hubiera mordido una serpiente de cascabel.
Ambas muchachas se estremecieron.
–Lo siento — dijo Athenea en un susurro.
–Sí -jadeó Bella-. Tranquila, no pasó a mayores -empezó a sacudir la cabeza de un lado a otro con lentitud, parecía estar recordando algo realmente doloroso.
–¿Estás bien?
–SiLas muchachas llegaron frente a la cabaña de Emily poco después, bajaron del auto y caminaron hasta la puerta, dónde las recibió un delicioso aroma a comida recién hecha. La pelirroja que no había almorzado prácticamente corrió hasta el interior de la casa.
— Huele delicioso — dijo Athenea apenas entró.
— Gracias Athenea — le sonrió Emily — siéntense, ya casi llegan los chicos.
— Gracias — le sonrió Athenea de regreso y obedientemente tomó asiento.
Menos de cinco minutos después los muchachos entraron a tropezones y empujones a la cabaña.
— Hola — saludó Paul a Athenea sentándose a su lado.
— Hola— saludó Athenea con una sonrisa.
—¿Ya comiste? — preguntó Paul.
— Eso estoy haciendo — respondió la chica señalando su plato con diversión.
— Ah cierto — dijo el muchacho de forma avergonzada, Embry a su lado se burló.
Cuando hubieron terminado de comer, y aprovechando la presencia de todos allí, Athenea decidió comunicar sobre sus planes para las vacaciones.
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Una Estrella En El Crepúsculo
FanfictionAl terminar su séptimo y último año en Hogwarts, Athenea Black decide viajar desde Reino Unido hasta él pequeño pueblo de Forks, Washington. Lo que la joven bruja no esperaba era que se vería envuelta en un drama sobrenatural protagonizado por vamp...