Siendo Mamá A Causa.. ¿De Qué? || dekubowl

04: Pequeñas sorpresas

Midoriya se encontraba durmiendo tranquilamente, hasta que escuchó gritos que provenían de Aoyama y Ochako. Sus ojos se abrieron rápidamente y salió de su habitación, vió que la mayoría de sus compañeros también se encontraban allí. Cuando miró hacia donde apuntaban sus compañeros, quedo asombrado.. acaso esos eran.. ¿Niños? ¿Unos niños en la UA, qué hacían aquí? Aunque eso no fue lo que lo dejo en shock, más bien paralizado, lo que lo dejo así fue cuando un pequeño niño de cabello rubio ceniza y ojos verdes, conectó su mirada con la de él y apenas lo vió, gritó..

—¡Mami!—El pequeño niño corrió hacia él, seguido de sus tantos hermanos los cuales se lanzaron arriba de su amada mamá. Todos los presentes, incluído el peliverde que se encontraba en estado trance, estaban asombrados por lo que gritó el niño. ¿Mami? ¿Midoriya? Quizás solo se estaban confundiendo de personas, claro que sí.

—Pequeño, creo que ella no es tu "mami". Él es Midoriya y es nuestro compañero, además es hombre.—Explicó Tenya, una mirada molesta y un pequeño puchero en los labios apareció en el rostro de todos los niños. Las muchachas iban a morir de diabetes, son todos tan lindos.

—¡Ella es mí mami!—Exclamó un niño de cabello color lila, ojos verdes y en su cara se resaltaban unas pequeñas ojeras. Este sostenía la mano de otra niña, la cual estaba encogida en su sitio debido a la cantidad de personas. Su cabello era color morado oscuro, sus ojos de color verde y tenía cuatro pecas en cada mejilla. Era toda una bolita de nervios.

—¡No! ¡Es mí mami!—Reclamó otro niño, su cabello era rubio amarillento, sus ojos de color azul lavanda y al igual que la niña de cabello morado, tenía cuatro pecas en cada mejilla.

Todos estaban confundidos, ¿Acaso todos eran hijos de Midoriya? y son demasiados.. pero estaban todos tan concentrados en pensar como pudo haber ocurrido esto, que no se dieron cuenta que los pequeños empezaron a pelear y usar sus particularidades. El único que si estaba haciendo algo, era Midoriya, el cual intentaba calmar a los pequeños y así poder ir con Recoveri. Ella seguro sabría algo, o por lo menos podría intentar ayudarlos a devolver a los niños.

—Pequeño, desactiva tu quirk, ¿Si?—Se arrodilló a la altura del niño, este tenía cabello albino, ojos heterocromianos; azul zafiro y verde, también había unas extrañas y diminutas marcas en sus párpados inferiores. El pequeño niño lo miro molesto por un momento, pero al ver que era su "mami" se calmó y desactivo su capricho.

—P..perdón mami.—Se disculpó, Midoriya sentía que iba a morir de diabetes, era tan bonito ese pequeño.

—No te preocupes, ven, dame tu mano.—El pequeño le extendió su mano y el peliverde la agarró, dicho eso fueron a parar a los otros niños, pero antes Midoriya fue hacia sus compañeros.

—¡¿No me piensan ayudar?! ¡No puedo solo con todos los pequeños! Todos agarren en sus brazos a uno o dos niños, ¡Ya mismo!—Estaba molesto, sus compañeros estaban viéndolo como él hacía todo y ellos nada. Los jóvenes se asombraron por el repentino cambio de actitud de Midoriya. Se notaba enojado y estresado, pero ignorando eso, todos fueron a cargar a uno o dos niños como les había ordenado el peliverde.

Todos ya tenían a uno o dos pequeños en sus brazos, pero todos los niños estaban llorando y pataleando por querer ir con su querida madre. Los muchachos intentaban calmarlos, pero solo recibían un ataque con el capricho del contrario, un "insulto" o una patada. Por otro lado, Midoriya intentaba tranquilizarlos con caricias o depositaba besos en sus mejillas y frentes, era lo único que podría hacer en estos momentos.
Iba todo "bien" hasta que escucharon un fuerte llanto, el cual provenía del sofa, todos se acercaron allí apresuradamente y allí vieron a un pequeño y rellenito bebé de cabello azabache, ojos verdes esmeralda y con un pequeño lunar en su mentón.

—¡Aw..~! ¡Es tan bonito!—La primera en reaccionar y cargarlo fue Ochako, la cual estaba fascinada con el tierno bebé, pero este solo lloraba fuertemente.

—¿Por qué llora?—Preguntó Ashido, la cual se había acercado a ver más de cerca al pequeño. Las demás chicas y algún que otro chico, como Aoyama, Sato y Koda también se acercaron a ver al bebé.

—No lo sé, al parecer no necesita un cambio de pañal.—Las chicas se pusieron a pensar, ¡Y claro! Como podrían ser tan tontas, era obvio, el pequeño de seguro tenía hambre. Por lo cual Yaoyorozu creo un biberón y lo fue a llenar de leche, seguida por las otras chicas incluida Ochako con el pequeño.

—¡Enseguida volvemos!—Exclamaron las chicas al unísono, mientras que los chicos se quedaron cuidando a los niños.

—¡Bajáme, viejo!—Exclamó furioso un niño pelicenizo a Katsuki, que era el que lo sostenía. El niño pataleaba por querer ir con su mamá, pero el pelicenizo mayor no se la iba a dejar tan fácil.

—¡Deja de moverte, mocoso insolente!—Lo aferró más fuerte al agarre, y el menor empezó a pegarle.—¡Deku, tu hijo es un bastardo! ¡Lo mataré!—Derrepente todos sintieron un aura oscura, era parecida a la de su profesor, pero peor. Todos rezaban que Katsuki salga vivo de los brazos del peliverde.

—Disculpa, Kacchan. No te oí, ¿Puedes repetirlo? —Fingió ser amable, y se acercó al mayor mientras cargaba a dos pequeños pelinegros, pero con distinto color de ojos; uno los tenía de color verde y el otro de color rojo.

Por otro lado, Katsuki quería vivir y soltó al pequeño pelicenizo, que fue corriendo hacia su mami y se aferró a la pierna de este.—¡Mami!—Midoriya revolvió el ondulado cabello del menor y le dedicó una pequeña sonrisa, no sabía si en verdad eran sus hijos, que para decir verdad eran más de quince niños, pero algo le decía que tenía que hacerle caso a su corazón "maternal".

Todos se alertaron cuando escucharon al pequeño bebé llorar, pero después escucharon la voz de las chicas y..

—OH POR DIOS.
Que suspenso, ¿No?
Ahora tendrán que
esperar dos días, para
saber que pasa..
Pobrecitos de ustedes, pero bueno.
¿Les gustó?
Ya era hora que aparezcan
los babies de Izu.
adiós.

att: Yoko.