CAPITULO 21 PENULTIMO

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Armando estaba completamente cabreado, las cosas marchaban bien, pero en su escritorio se hallaban una montaña de carpetas que debía revisar y aprobar. Nicolás y Mario trataban de hacerle el trabajo menos pesado, pero ni así dejaba de acumularse, hasta Gabriela trataba de ayudar en lo que podía, pero ni así disminuía el trabajo

Tendría que autorizar la firma de Nicolás y Mario, como hace tiempo lo hizo con Betty, de ese modo no habría necesidad de consultarle todo, él confiaba ciegamente en su equipo de trabajo. Levanto la mirada y esta inevitablemente se dirigió hacía el hueco, así que se levanto camino aquel trecho y abrió la puerta

Se detuvo en seco, porque cuando lo hizo le pareció verla allí, sentada en su silla, pero cuando sus miradas se encontraron instantáneamente en ella brotó aquella sonrisa metálica con la cual tuvo muchas batallas para poder besarla, pero que termino por extrañar cuando volvio a besar sus dulces labios libres de ello

Suspiro profundamente el extrañarla hacía que la viera, es más cuando estaba frente al computador sintió que la puerta se abría y la vio allí parada dedicándole una gran sonrisa. Sacudió la cabeza, no debía cobijar pensamientos nefastos, todo saldría bien y pronto todo volvería a la normalidad

Volvio a su asiento y siguió con aquello cuando su móvil sonó, pero cuando vio el número una gran sonrisa apareció en su rostro, aunque sabía que debía dar un par de explicaciones

AM: Alo princesa ¿Cómo estás?
A: Bien aquí con la abuelita Julia, papá ¿Por qué no llegaste a dormir? (en tonito molesto cosa que lo hizo sonreír aun más)
AM: Mi vida perdóname, solo...solo...
A: ¿Estuviste con mamá?
AM: No hija, tuve unas cosas que hacer y pues cuando me di cuenta ya era de día (no le iba a decir que se emborracho)
A: Pero papi, yo te extrañe
AM: Lo sé, no volverá a pasar te lo juro
A: ¿Iremos a ver a mami?
AM: Dile a la abuelita que te lleve, tengo un poco de trabajo atrasado...
A: Pero yo quiero que vayamos juntos, no me gusta tu trabajo, además mami también quiere verte
AM:(suspirando) Mi amor, mira termino aquí con unas cosas urgentes y paso por ti ¿Bueno?
A: Bueno ¿A que hora será?
AM: Ay dios, no se mi amor, después del almuerzo
A: ¿Tan tarde?
AM: Mi amor ya te dije...
A: Si...si que tienes mucho trabajo (enfadada)
AM: Si, así que dile a la abuelita que te tenga lista ¿Sí?
A: Si papi
AM: Pórtate muy bien cielo, te amo mi princesa
A: Si papi me porto muy bien y yo también te amo mucho

Armando quedo con una sonrisa permanente en el rostro, su niña le decía que lo amaba, era la primera vez que lo decía y él se sintió el hombre más dichoso del mundo. Siguió en su tarea cuando la puerta de la sala de juntas se abrió dándole paso a Mario que se veía que estaba cansado

MC: Mi querido presidente... (mala cara de Armando) perdón, perdón...mire aquí le traigo lo último que conseguí
A:(mirando los papeles) ¿Cerro el trato con Chile? ¿Con lo reacio que estaban?
MC: Para que vea (orgulloso) la verdad es que esa ejecutiva tan guapa me ayudo mucho
A: ¿Ejecutiva?
MC: Sí...sí ella me dio una manito y pues negocio cerrado ¿Qué le parece?
A: Pues que quiere que le diga, muy bien... por cierto Mario voy a autorizar su firma y la de Nicolás ya sabe para los problemas que se presente en mi ausencia
MC: Entiendo, en todo caso se le informara
A: A pesar de que las cosas no son iguales entre nosotros confió en usted (pensando) bueno que esta Nicolás y es más sensato que usted
MC: Ja ja ja (sarcástico) uy ahora que me rio así ¿Sabe quien me ha estado llamando últimamente?
A: Pues no, no tengo la mínima idea
MC: Patico... no sabe lo cansona que esta esa mujer
A: ¿Y que es lo que quiere? (sin dejar de hacer su trabajo)
MC: ¿Qué va a querer? Pues que la ayude a volver y pues me ha prometido una buena recompensa por ello (sonriendo)
A: Ya me imagino lo que le ofreció, pero no se olvide que esa mujer lo único que esta buscando es un tonto que la mantenga, además no puedo creer que usted vaya a caer de nuevo con ella ¿Ya no se acuerda de lo que le hizo?
MC: Claro que me acuerdo, pero tampoco dije que la ayudaría
A: Es que ni aunque lo hiciera, esa mujer no vuelve a pisar Ecomoda en lo que le resta de vida
MC: Lo sé, lo sé, solo quería ver si sacaba algún beneficio
A: Usted no cambia ¿No? Haya usted donde se va a meter, bien ya terminé esto, me queda lo suyo
MC: ¿Va a la clínica?
A: Si, Amanda quiere que la acompañe por eso estoy apurando esto
MC: ¿Qué le han dicho?
A: Lo de siempre, solo nos queda esperar el momento del parto, tienen más bien tenemos muchas expectativas
MC: Ojalá así sea hermano, no sabe lo que pido por ella y sabe de sobra que yo y (apuntando el techo) no nos llevamos nada bien
A: Jajaja lo sé y se le agradece, bien esto esta listo
MC: Bueno, que le vaya bien en su visita y dele mis saludos a su hijita que a pesar de llevar sus genes es muy parecida a la mamá

AMOR EN TIEMPOS DE ORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora