Capítulo 9. Corchet

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Advertencia; Este capítulo contiene una gran cantidad de palabras, por lo que lo convierte en el capítulo más largo de los que he escrito, espero no se les haga muy pesada la lectura y que lo disfruten.

Lxs tqm

Imágenes de ultrasonidos, el vientre de ___ en constante crecimiento gracias a la gestación, ropita diminuta, el día del parto, el pequeño en los cuneros; Fueron algunas de las cosas que Dabi imaginó en una fracción de segundo.

La mayor lo miraba con los ojos bien abiertos, casi como si se le fueran a salir de sus cuencas y el menor lo miraba con el ceño fruncido a la vez que limpiaba la humedad de su rostro con las mangas de su diminuto suéter.

Después se sintió como un tonto.

Sin duda alguna Dabi se autodenominó a sí mismo como un imbécil en cuanto soltó aquella pregunta de forma desesperada. Y sobre todo, ese sentimiento incrementó ante la reacción de ___.

—¿Ese pequeño es tuyo?, ___, acaso, ¿Acaso es nuestro?

Había emoción en su voz, una muy peculiar. Tener una familia propia era uno de sus más grandes sueños, formaba parte de sus planes a futuro y que mejor que ese sueño se hiciera realidad con la mujer que más ha amado en su vida.

Corrección, la única mujer (además de su madre y hermana) que ha amado en toda su jodida vida.

La respuesta y reacción de ___ lo confundieron y al mismo tiempo, le proporcionaron cierto alivio y vergüenza.

—¿Qué?, ¡No! —y estalló, ___ estalló en risas.

Rió descontroladamente, detrás suyo seguía escondido el infante y miraba a Dabi con la nariz arrugada, de vez en cuando miraba hacia arriba con confusión, pues ___ no paraba de doblegarse por las carcajadas.

La tensidad en su cuerpo desapareció, pero a cambio una ola de calor azotó su sistema, provocando un evidente enrojecimiento en su rostro, se maldijo a si mismo en su interior.

—Lo siento, lo siento —dijo una vez que comenzó a recuperar el aliento —Es solo que no pensé que me dirías algo como eso —suspiró —Ay, dios.

Dabi se pellizcó el puente de la nariz, intentando ocultar la vergüenza que se reflejaba en su rostro.

—Que embarazosa situación, tragame tierra. Se dijo a sí mismo

—No te preocupes —contestó con la mayor naturalidad posible, pero la sensación de idiotez no desaparecía.

Efectivamente era un tonto por haber creído por una milésima de segundo que ___ había concebido un crío de él, incluso le pareció aún más absurdo en cuanto recordó la extremada cautela que ambos tenían cada vez que se enredaban.

Usar protección siempre, esa era la regla.

Sin embargo, es sabido que los métodos anticonceptivos tienen una diminuta posibilidad de fallar y su mente le hizo creer que este era el caso.

—Así que... ¿Quién es él? —preguntó para tratar de despejar su vergüenza.

___ le explicó con detalles sobre quien era el pequeño que se escondía detrás de ella y Dabi asintió entendiendo por completo.

Se sintió un poco más tranquilo y su corazón volvió a la normalidad, habría sido horrible enterarse que a estas alturas de su vida, del otro lado del mundo había nacido un pequeño que llevaba su sangre.

¿Sería premio o castigo?
Probablemente castigo, jamás se perdonaría a sí mismo perderse algo tan importante como ello.

Luego de que ___ se terminara de reincorporar, le pidió ayuda para abrir una puerta atascada, de ahí salió Bika con el cabello mojado. Y tal como ___, se burló de Dabi en cuanto supo lo ocurrido con él y el pequeño Suyen.

Heal || DabixLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora