Baje del auto y el chófer señalo la entrada, nerviosa por no saber que demonios le sucedía a Aleksi me acerque a la puerta principal, reconocí al hombre de seguridad y luego de saludarlo entre a la casa
-El jefe se encuentra en la habitación de arriba, señorita- me informo otro de los chicos de seguridad- ¿Desea que la acompañé?-
-Por favor- asintió
Lo seguí escaleras arriba, Dylan, el chico de seguridad intento crear tema de conversación pero debido a mi angustia no logré retener ni siquiera una sola de sus palabras en mí cabeza
-¿Se encuentra bien? Señora- lo asesine con la mirada al oír esas últimas palabras por lo cual rio
-Todo depende de cómo este Aleksi- confesé
-Entonces está bien- al oír esas palabras suspiré un tanto aliviada- El está allí- señalo una de las tantas puertas del pasillo
-Gracias Dylan- me despedí y al ver a uno de los hombres del personal salir de la habitación rápidamente me acerque- Ronald, ¿Cómo se encuentra Aleksi?- pregunté nerviosa
-Señorita- sonrió con emoción al reconocerme pero al descifrar la preocupación en mí rostro borro su sonrisa- No se encuentra muy bien, en Rusia ni siquiera en los solsticios de verano alcanza las temperaturas que tiene Italia en verano, el cambio tan brusco de temperatura afectó su sistema y el doctor dice que es un simple resfriado pero que si no es tratado podria ser el inicio de una neumonía-
-¿El doctor le recetó algo?-
-Asi es- suspiré aliviada- Le recetó estás pastillas junto con un jarabe pero el jefe se niega a consumirlo, está bebiendo alcohol y en ese estado no puede tomar medicación así que el doctor recomendó que le dieramos miel pero es imposible persuadir al jefe-
-Joder- gruñi. Amablemente le quite las pastillas, el jarabe y la miel a Ronald- Maldición Aleksi, nada es sencillo contigo- murmuré- Gracias por todo Ronald- le sonreí- De aquí en adelante me encargo yo- con una de mis manos abrí la puerta de la habitación y de un portazo la cerré a mis espaldas
-¡DIJE QUE NO QUIERO QUE ABSOLUTAMENTE NADIE ME JODA LA PUTA EXISTENS...- dejo de hablar al verme- Joder, ¿Que demonios haces aquí?-
-Estas a principio de una neumonía Aleksi- dejé los medicamentos sobre una pequeña mesa y me acerque a el con el frasco de miel- Y estás actuando como un jodido niño pequeño que hace una rabieta- giro los ojos y una extraña sensación me invadió al percibir la molestia que le generaba mí presencia
¿Que demonios le sucede?
-Y ya que estás ebrio no puedes tomar medicamentos así que por lo menos tienes que consumir la miel-
-Claro, lo haré más tarde, ahora largate-
Auch
-Aleksi no- dije al verlo beber de una botella que supongo es de whisky- Ya deja eso- hablé algo desanimada por su repentina actitud. Avance unos pocos pasos para así quitarle la botella pero el extendió el brazo en mí dirección
-Dije que te largues- gruño con la mirada fija en mis ojos
La frialdad de sus palabras me dolieron mucho más que la herida que abrió en mí costilla
-Por un demonio Aleksi- gruñi al borde de las lágrimas. Me acerque y le quite la botella que traía en manos, la arroje a un costado y ninguno de los dos se inmutó al oír el cristal hacerse añicos- Me iré de aquí cuando ese puto frasco de miel este completamente vacío y tu estés sobrio para poder tomar esas pastillas que te recetó el médico- lo mire fijamente a los ojos dejando de lado el dolor que me generaba su actitud de mierda
