Nos conocimos por accidente pero, el inició fue mágico pero el final fue trágico, Alex no fue el maravilloso príncipe azul que me rescata de la torre, más bien el fue un temible dragón qué me robo por la noche.
Nuestra relación fue una revolución de sentimientos ya que Alex D'angelo es de los pocos hombres que puede hacerte sentir todo sin tener qué tocarte un solo cabello, si lo tuviera qué describir con una palabra esa sería: adictivo.
Recuerdo cuando jugabamos al "Te quiero", "No, yo te quiero mas", bueno, ahora se quién queria más a quién
Esto inicia donde todo empezó a quebrarse, o mas bien donde todo acabo
(...)
Desperté a causa de unos molestos ruidos en la planta baja de la casa, trate de ignorarlos y continuar durmiendo pero mientras más intentaba ignorarlo más se empeñaban en hacerlos
Me sente sobre la cama y mire la hora en el pequeño reloj que descansaba sobre la mesa junto a mi cama
-Diez en punto de la mañana en un día sábado, genial- murmure molesta
Me salí de la cama y con pereza camine al baño, una vez allí me quite toda la ropa y encendí la regadera, disfrute del agua tibia y luego de unos cortos minutos salí de la ducha impaciente por descubrir quién o qué carajos me despertó tan temprano en un día sábado, me envolví en una toalla, salí del baño y camine hasta la puerta que conducía al armario, me coloque lo primero que vi, luego cepille mi cabello y una vez lista salí de mí habitación dispuesta a regañar a quién sea el responsable de hacer tanto ruido
Baje las escaleras a toda prisa y me encontre con personas desconocidas moviendo todo de lugar mientras otros hacian entrar flores o vajilla fina
-¿Mama?- pregunte dudosa ante tal situación
-¡Por Aquí!- oí su voz desde la cocina
Camine hasta la cocina y me quedé a un lado al verla regañando a unos chicos y chicas
-Si algo sale mal no dudare en quejarme con la empresa sobre su servicio ¿entendido?- todos asistieron- Pues entonces largo, a trabajar-
-¿Puedo saber que sucede aquí?- pregunté algo irritada
-¿Es una broma no?- pregunto ella en un tono burlon pero al ver qué no rei giro los ojos- Mila, hoy es abril veintiuno- ladee la cabeza desentendida- Hoy es tu cumpleaños numero dieciocho- mis ojos se abrieron a más no poder y mi madre giro los ojos con diversión- Tu nunca cambias- acaricio mi mejilla pero algo a mis espaldas captó su atención- ¡LOS CRISANTEMOS VAN EN EL PATIO TRASERO, NO EN LA ENTRADA!- reí al ver a mi madre tan frustrada
Mire a mi alrededor y suspire esperando a qué no sea un sueño, es extraño que se haya acordado de mi cumpleaños, nunca lo hace y la situación llego a tal punto que yo misma lo olvido
Mire mi mano derecha y toque mi anillo de plata, lo gire sobre mi dedo y lo deslice suavemente para quitarmelo
-Estoy orgulloso de que aún mantengas tu promesa- levante la mirada y volví a acomodar el anillo al instante que vi a mi padre- Eres mi niña perfecta- al escuchar eso algo dentro de mi se contrajo- ¿Que no vas a abrazar a este viejo?- corrí hasta el y me colgué de su cuello
