Mire el papel en mis manos seguido del edificio frente a mí y al caer en cuenta de lo que estaba a punto de hacer mis manos empezaron a sudar y mí corazón empezó a latir a mil por segundo
Caminé hasta llegar a la entrada del edificio y al poner un pie dentro un aroma a vainilla invadió mis fosas nasales, con inseguridad fui hasta el ascensor pero antes de poder presionar un botón una mujer muy bonita se interpuso entre las puertas
-Lo siento señorita, pero el ascensor esta en mantenimiento, nadie lo puede utilizar-
-Oh, lo siento, ire por las escaleras- y tal como lo dije lo hice, me dirigí a las escaleras y empece a subir mientras pensaba en que decir o que hacer
Que tal un... ¡Hola Alex! Soy yo, Mila, obvio que me recuerdas ya que fui a quien le viste la cara de tonta y engañaste con quien sabe cuantas mujeres y...
No, creo que me desvío del tema central, es mejor ir al grano
Alex, eh venido aquí a pedirte que no asesines al Ian, ya esta muy mal herido y no resistirá otra golpiza, quisiera que te vayas de aquí y jamás vuelvas para así dejar que todos seamos felices y..
Tampoco, es muy amable y quedó vista como una tonta
¡Joder!
Esto es horrible
Al llegar al sexto piso empecé a buscar la puerta número doce, al cabo de unos segundos encontré la puerta y con el poco valor que me quedaba y toque dos veces, espere unos segundos y nada, volví a tocar y a la tercera vez está se abrió
-Deja todo en la isla de la cocina y largate- su voz se oía extraña
Consumida por los nervios entre al departamento y cerré la puerta silenciosamente, mire a Alex y tranquilice al verlo de espaldas mientras intentaba encender un cigarrillo
-¿Que no me oíste?, deja todo en la cocina y lárg..
Carraspee suavemente para llamar su atención, se volteó y al verme dejó caer el encendedor
-Hola Alex- salude en un tono amigable
-Mila- susurró como si estuviese viendo un fantasma
-Tus ojos están..
-Ya lo sé- me interrumpió restandole importancia- Tu estás bellísima- sonreí
-¿Podemos hablar?-
-¿Sobre qué?-
-Ian- ladeó la cabeza como un cachorro cuando no entiende algo, solo que en este caso el no reconoce el nombre del hombre que dejó en terapia intensiva- Del chico que casi matas ayer- giro los ojos y recogió su encendedor- Necesito que lo dejes en paz, el está muy mal herido, su padre ya recibió el mensaje y jura devolver lo que te debe lo antes posible- encendió su cigarrillo y empezó a caminar a mi alrededor como un animal acechando a su presa- Ian no tiene nada que ver en tus negocios Alex, tienes que dejarlo en paz-
-¿Por qué debería dejarlo en paz?- pregunto con gracia- El mal nacido de su padre me debe ese dinero hace ya más de un año, todo este tiempo lo tuve en la mira, trato de ocultar a su familia pero gracias a unos contactos pude saber que su hijo lucha en ese sucio bar-
-Alexandra está preocupada por el, ellos están comprometidos y el padre de Ian es un buen hombre, yo lo conozco y..
Deje de hablar al notar que no me estaba prestando atención, el estaba más concentrado recorriendo mi cuerpo de piez a cabeza con una peligrosa sonrisa
-Lo dejaré tranquilo- sonreí aliviada- Con una condición- mi sonrisa desapareció de inmediato
-¿Que?- pregunte molesta