cinco

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JiHoon y Junkyu se encontraban sentados en el sofá de la casa del mayor. Sus miradas estaban tan pensativas que ninguno de los dos emitía ningún sonido, solo se concentraban en sus pensamientos.

JiHoon después de pensar tanto, decidió romper aquel silencio de diez minutos como mínimo.

— ¿Por qué?... ¿Por qué creés que le gustas? — pregunto con una mueca de confusión. No entendía.

Junkyu pensó un momento en que iba a responder ocasionando que abriera su boca en signo de que iba a hablar, pero luego la cerraba.

— habla ya, Kyu.

— bueno, me regaló esas flores. ¿Sabes que significan?.

Pregunto el chico con su mirada concentrada en las flores para luego pasar a mirar a su amigo recibiendo una negación por su parte.

— la rosas azules significan amor prohibido, yo tengo novio, desde luego soy alguien prohibido — suspiro para continuar — las gardenias amor oculto.

JiHoon asintió tratando de analizar la situación.

¿Por qué Haruto estaría enamorado de Junkyu?

— ¿Estás seguro? — pregunto el mayor.

— te recuerdo que mi mamá tiene una florería, así que sí, estoy seguro. . .

El silencio volvió a invadir la habitación y después de un rato Junkyu se despidió de su mejor amigo para irse.

¿Cómo enfrentaría aquello? ¿Simplemente dejaría las cosas tal cual? ¿Haría como si no supiera nada?.

Decidió escuchar música mientras caminaba a su hogar, para así distraerse de todo aquello.

Pero aún así las preguntas llegaron a su cabeza.

¿Por qué le gustaba a Haruto?

El no era alguien de quién alguien se enamoraría, muchos menos Haruto. Era un chico simple que formaba parte del consejo estudiantil, tenía un novio que ni el sabia como y que en realidad parecía como si no lo tuviera.

Seonghwa siempre se la pasaba entrenando y estudiando. tenia tantas responsabilidades que pocas veces podía ver o hablar con Junkyu.

Junkyu lo entendía, al igual que él tenía muchas cosas que hacer y una lista llena de pendientes.

Pero, aún así ese rubio era su novio, un novio que cuando tenía tiempo lo trataba bonito y estaba al pendiente de él.

Pero aún así, sentía que no se sentía como un novio, se sentía más bien como una amistad.

Pero seguía siendo su novio.

Y tenía miedo de terminarle a Hwa, no quería que el chico se pusiera triste.

Miro las flores en su mano y sonrió.

Con un puchero entro a su casa y se encontró con su madre sentada en el sofá mientras bebía café.

La mujer se percató de la mirada ida de su hijo así que decidió preguntarle que tenía.

— ¿Todo bien, Kyu? — Junkyu la miro y negó.

Necesitaba desahogarse con alguien, y quién mejor que su madre.

Blue Roses | HarukyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora