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Tragaste saliva y evitaste mirarlo

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Tragaste saliva y evitaste mirarlo.

—Eras idiota—Añadió.

Te molestó su respuesta y te cruzaste de brazos.

—Y tanto, no sé cómo me puede enamorar de alguien así—Dijiste molesta.

Este asintió y te confundió, ya no sabías si molestarte o sentirte mal por el.

—Me veo ahora como era antes, y os hice daño sin saberlo, solo porque se me subió a la cabeza todo lo que me decían—Dijo mirando sus heridas de nuevo.
—Ya...—Respondiste confusa.
—Con Deku ya pude disculparme hace años, pero contigo no—

Trató de levantarse para mantenerse sentado pero te acercaste para evitar que se moviera.

—Quedate quieto, empeorará la hemorragia—Dijiste mirando la gasa ensangrentada.

Volvió a quedarse tumbado y cerró los ojos.

—Lo siento T/N—
—No te preocupes, solo no trates de moverte—
—No tonta, por todos los años que os traté de aquella manera—Añadió.

Lo miraste callada sentiste una leve presión en tu pecho y te apartaste un poco de él.

—No... No te preocupes... Eso ya es pasado...—Dijiste sorprendida.
—Si, pero por mis actos terminaste separándote de nosotros, Deku se sintió muy mal durante mucho tiempo, tanto hasta el punto de echarse la culpa, cuando no la tenía el—
—Prometí no volver a molestaros, y eso fue lo que hice—
—Si, pero es que tú no eras el problema, tu no molestabas—Dijo para luego suspirar.—Seguramente te cueste perdonarme, seguramente hayas terminado teniendo ideas de tí misma que no tenían nada que ver, era completamente idiota—Añadió.

Volvió a abrir los ojos para mirarte y no evitaste mirar sus ojos rojos tan intensos.

Sonó el teléfono con el que habías tratado de llamar a los cirujanos y uno de ellos te dijo que ya estaba libre. Rápidamente colgaste y te acercaste a la camilla. Quitaste el seguro de las ruedas y lo llevaste al quirófano. Lo atendieron de inmediato y suspiraste al verlo entrar. Fuiste a atender a más pacientes, llegaban cada vez más heroes, incluso con partes del cuerpo cortadas. Nunca imaginaste ver todo eso, venías de una ciudad mil veces más tranquila y lo máximo que habías visto era un disparo.

—¡Hay que trasladar a los enfermos, se acercan al hospital!—Gritó un héroe que entró gritando a la sala de urgencias.

Los médicos reaccionaron con rapidez para llamar a todos los trasportes disponibles. No sabías que hacer, todos estaban en pánico, hasta contagiarte, una niña de unos 5 años llegaba llorando con heridas, llegaban ancianos llorando también de miedo y con heridas, hasta jóvenes preocupados.

—¡Tu nueva, no te quedes ahí parada, mueve a todos los que puedas a los transportes!—Te gritó uno de los médicos que llevaba en una camilla una mujer con máscara de oxígeno.

Te Veré, Mi Héroe... // ℬ𝒶𝓀𝓊ℊℴ 𝓍 𝒯/𝒩  //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora