ETERNAL LOVE, neteyam ✓

¡ 28. forever !

¡ ETERNAL LOVE !
chapter twenty eight...

HUBO DOS OCASIONES EN que Fei sintió el dolor de perder a un ser querido. La primera, cuando era joven. La madre de su padre, a quien se encariñó, fue arrastrada mientras dormía. La segunda, cuando su madre se negó a creer su sueño.

Fei no perdió a Ronal por la muerte, sino por la confianza.

Sin embargo, no hubo un solo momento que pudiera recordar en el que se sintiera tan vacía. Él era la mitad de su alma. Justo después de que se aparearon por la eternidad, tuvo que ser asesinado a sangre fría.

Por la Gente del Cielo, pensó. Fei miró hacia el barco que se hundía, con malicia en sus ojos. Los humanos necesitaban enfrentar las consecuencias de sus acciones, de una forma u otra. No le importaba si tenía que matar en su camino hacia la justicia. No podía preocuparse por nadie más que al chico que amaría por el resto de su vida.

La vida nunca fue fácil. A medida que Fei'uey crecía, se dio cuenta de eso. No había ni bien ni mal en el mundo, ni lo uno ni lo otro. A veces, la gente tenía que cruzar la línea para desdibujar las reglas.

La venganza comenzó a tener un sabor dulce.

Se puso de pie y plantó sus pies, agarrando su lanza un poco más fuerte ante la idea de una venganza despiadada. La idea de subir a bordo de su propio barco y sacar a sus propios hombres uno por uno.

Le quitaron el corazón. Ella debe quitarles la vida.

Fei llamó a un ilu. Era solo un recordatorio de que nunca volvería a montar en Alat. Justo antes de sumergirse en el agua, Tsireya la llamó.

—¿Fei?— Ella preguntó a través de sus lágrimas. —¿Qué estás haciendo?— Tsireya miró entre su hermana y el ilu. —Por favor, no te vayas.

No.

Miró fijamente a su hermana antes de agarrar el ilu y nadar hacia el bote. Cualquier cosa para evitar que su mente pensara en la pérdida que acababa de sufrir, aunque fuera luchar hasta que su cuerpo se rindiera. Fei lucharía por él.

Saltó por el aire y clavó la punta de su lanza en la espalda de un soldado. Se dispararon balas, todas fallando a la mujer afligida. Fei eliminó a cada uno de los soldados uno por uno.

Uno de los extranjeros Na'vi se adelantó. Él era más grande y más fuerte en promedio, pero la adrenalina de ella equilibró la pelea. Justo cuando estaba a punto de disparar su arma, Fei se la quitó de las manos, lo arrojó contra la pared y clavó su lanza en su corazón.