3 | ANHELOS DEL CORAZÓN

92 28 0
                                    

Adán sentado en la terraza de su residencia, apoyó la mano izquierda en la mejilla y miró encantado hacia los campos. Sus ojos se perdieron en el infinito, recordando aquella tierna y frágil mirada de la joven Eva.

Dentro de la residencia, ya se podía sentir el aroma del café que Doña Teresa preparaba. Sus perros Rufo y Chingoreto jugueteaban en el jardín. Los caballos Trueno y Candela, relinchaban en el establo.

En frente, Susana conversaba animadamente con su amiga Rosa Lin quien había llegado de visita.

Rosa Lin era una hermosa joven de rasgos indígenas: quien, desde los 10 años vivió con sus abuelos; porque sus padres ya no estaban. Era una chica muy elocuente.



Se entretenían observando los botes de pesca que subían y bajaban el enorme cauce del río Palizal, ya se conocían de memoria los célebres nombres con los que estos fueron bautizados; que en general eran apodos de pescadores: "Tito Pechuga", "Petra Parga", "Michirringo", "Pecho e Tortuga", "Guarapacho", "Lalo La Lona", "Paco Pecona" y muchos otros ya olvidados.

__ ¡Este pueblo es lo máximo con los apodos!

__ Sólo los pescadores se ponen apodos entre ellos.

__ Quien sabe amiga, quizá hasta nosotras tengamos apodos y no lo sabemos

__ Pregúntame si me importa jajaja

__ A mí tampoco me importa jajaja

Mientras hablaban, se acercó a ellas: un joven de la oficina de correos con un sobre sellado. En aquella época no existía la tecnología de hoy en día. Los mensajes llegaban por correos, cartas, telegramas, barcos, autobuses y teléfonos. Rosa Lin abre el sobre, lee y exclama muy emocionada:

__ ¡Me dieron la beca! Hace 3 años terminé mi bachillerato y por fin voy a asistir a la Universidad.

__ ¡Felicidades, amiga! Sabía que ibas a ganarte esa beca, pues, eres una persona muy elocuente. Sé qué hace tiempo querías irte a estudiar, pero los pocos recursos de tu familia no te lo permitían.

__ Tú sabes más que nadie lo que hemos pasado mi familia y yo, amiga. Mis abuelos son personas muy mayores y no pueden ayudarme. Más bien quiero salir adelante para ayudarlos a ellos.

__ Si lo sé, conozco todo. Por eso te deseo lo mejor y me alegro mucho por ti. ¿Y cuándo viajas a la capital?

__ Al comienzo del próximo año. Me iré a estudiar mi carrera. Pero debo escoger ahora entre Historia o Abogacía.

__ ¡En cualquiera de las dos, serías buena! Tienes todavía tiempo para decidir.

__ Si amiga, es que leo mucho y también conozco sobre la geografía de toda esta región. Sobre todo, la de mi etnia.

__ Cuéntame un poco de eso

__ Bueno, amiga. Mis antepasados migraron al archipiélago que se encuentra frente a esta región en tiempos de la colonia. En total son 365 islas e islotes, que conforman el archipiélago, de las cuales solo 80 son habitadas.

Otros fuimos criados acá en tierra firme, pero seguimos manteniendo nuestras tradiciones a pesar de la mezcla cultural que hay en este pueblo. Estoy intentando aprender a interpretar el antiguo idioma de las islas, que sólo los más viejos como mis abuelos saben.

___ ¡Que interesante, amiga! También he escuchado que los conquistadores querían saber por qué ustedes viven tanto; por ejemplo, tus abuelos ya tienen 86 años y que allá en las islas, hay algunos ancianos que alcanzan los 100 años.

EL EDÉN PERDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora