⸺ Liar ༄ ⭒⊹˚✧

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Fin de semana en la mansión Agreste y la pasaba jugando ajedrez con Nathalie, mientras ella estaba postrada en su cama; sin embargo, ese no era impedimento para ella. Luego de leer un libro completo de ajedrez en un día, llegó la hora de poner mis conocimientos en práctica.

Y, ahora que juego contra Nathalie, puedo decir que no es lo mismo leer y jugar ajedrez son dos cosas muy diferentes. Ya había perdido tres partidas de tres, y eso sólo me hacía pensar en dos cosas:

Ella es excelente en el ajedrez. 

O yo soy pésima en el juego.

Moví un caballo y reinicié el temporizador.

Mi mayor problema era el tiempo. Una de las reglas en el "Torneo Imperial" es que cada jugador cuenta con un máximos de dos minutos para mover una pieza, si este tiempo es superado y el jugador no ha ejercido ninguna jugada, al contrincante le corresponde jugar. 

El tic tac constante del temporizador era casi una tortura: Te obligaba a analizar, seleccionar y jugar, todo al mismo tiempo en un limitado uso de tiempo.

Nathalie me daba consejo a medida que movía una pieza—Siempre ve un paso adelante del oponente—ella movió su caballo y se comió a mi peón—Cada movimiento es importante para ganar la partida—añadió reiniciando el temporizador.

Analicé su consejo y moví mi reina, al ver que en un par de movimientos más se vería amenazada por las piezas de mi contrincante. Reinicié el temporizador.

La azabache volvió a mover su caballo—Elimina piezas débiles que se encuentren en el centro del tablero—con este se comió otro de mis peones—Cuando me refiero a "piezas débiles" no me refiero precisamente a los peones—advirtió, nuevamente reiniciando el tiempo.

Suspiré. Avísame antes, ya perdí cuatro de ocho.

Fijé mi mirada en las piezas del tablero, su caballo estaba amenazando mi torre. No podía permitirme perder una eficiente pieza así como así; entonces, tomé mi reina y me comí su peón, amenazando con, después, comerme su torre y hacer un jaque mate al mismo tiempo.

Reinicié el tiempo con una gran sonrisa burlona, levanté la mirada sólo para encontrarme el rostro neutro de Nathalie.

Nathalie leyó mis movimientos y movió su torre, impidiendo que mi reina se la coma y evitando mi próximo jaque mate. El tiempo volvió a reiniciarse.

Gruñí levemente evidenciando mi molestia; sin embargo, pronto haría un jaque mate al mover mi rey y comerme uno de sus peones. Reestablecí el tiempo.

Cada vez, mis movimientos se hacían más rápidos y mi sonrisa se hacía más arrogante al ver mis grandes posibilidades de, por fin, llevarme la victoria.

Movió su peón.

Moví mi alfil, protegiendo a mi rey.

Movió su caballo y se comió mi peón.

Fruncí mi ceño. Moví mi rey.

Movió su caballo, se comió mi torre y...—Jaque mate—sentenció Nathalie cruzando sus brazos al haberme ganado nuevamente la partida.

Mi mente tardó en procesar lo que mis ojos no querían creer—¡¿Qué?!—solté levantándome de mi silla—No no no, espera...—procesé lo que pasó—Pero- ¡Yo te iba ganando!

—Eso es lo que TÚ creías—me mostré sinceramente desentendida—Tu rostro me dio todas las señales para saber que ibas un paso adelante, me preparaste para lo peor y... gané—empujó suevamente mi frente con dos dedos.

Dudé—Pero tú estabas tan... ¡Seria!—expresé, ella asintió—Cualquiera creería que YO iba ganando—me señalé a mí misma.

Ella suspiró—_______—levantó mi barbilla suavemente—Siempre es importante ir un paso adelante, pero es más importante aún que nadie lea tus movimientos—alejó su mano de mi barbilla y picó mi nariz con un dedo—El reflejo de tus emociones puede llevarte a la victoria... o a tu perdición.

𝕃𝕚𝕓𝕖𝕣𝕥𝕪 || Félix Fathom × LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora