O2

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—No puedo creerlo —Dice JeongIn cuando ve el traje que JiSung le arrojó el día de la fiesta. Ahora sabía porque no se lo había mostrado antes, el pelinegro se habría negado. Era ropa de una chica de escuela—. ¿Lo compraste en una sexshop?

—Sorprendentemente, no —Rió el mayor—. Y, como bonificación, ya que al principio te negaste a hacerlo... —JiSung sacó de aquella bolsa de papel unas bragas negras y las medias blancas— ¡Aquí tienes, JeongInnie!

—Te juro que te odio —Miró con cierto desagrado las prendas que habían sobre la cama, al instante frunció su ceño—. No me voy a poner eso.

—Oh, claro que sí —El más alto sonrió con malicia—. ¡Vistete ya, nos vamos en diez minutos! —Y sin más, se retiró de la habitación.

JeongIn miró nuevamente el atuendo. Ninguna palabra podía describir lo avergonzado que se sentía de usarlo y eso que aún no se lo había puesto.

—Supongo que tengo que comenzar con las bragas... —Susurró para sí mismo, intentado darse ánimo de alguna forma.

Se quitó su pantalón y bóxers, tratando de ponerse las bragas de seda apretadas. Tenía que admitir que se sentía bien contra su piel en lugar de los bóxer, pero eso no cambiaba el hecho de que se sentía incómodo.

Después de quitarse la camisa también, agarró la blusa blanca e intentó ponérsela, era mucho más apretada de lo que esperaba, estaba prácticamente pegada a su piel. A continuación, agarró la corbata de color negra con líneas blancas y la ató rápidamente alrededor de su cuello. Suspiró y miró la falda, era tableada color negro y borde blanco dando un buena combinación con la corbata. Se vería lindo en una chica, no en él. Era bastante corta, apenas cubría su trasero.

Luego, miró las medias, la segunda cosa más vergonzosa que tendría que usar. Después de luchar por tirar aquellas medias por sus rodillas, finalmente logró hacerlo.

JeongIn se colocó sus zapatillas blancas, ya que JiSung nunca dijo nada de los zapatos, agarró sus pertenecías y una de las chaquetas de su amigo para envolverla alrededor de su cintura. Gracias a Dios, la familia del mayor no estaba en casa para verlo.

JiSung aplaudió y silbó cuando vio a JeongIn bajar las escaleras con vergüenza.

—Hola belleza, ¿vienes por aquí a menudo? —Meneó sus cejas de arriba hacía abajo reiteradas veces, poniendo un brazo alrededor del hombro del más bajo.

—Cállate antes de que te pateé y me vaya a casa —Advirtió el menor.

—Alguien está un poco malhumorado —Pellizco la mejilla del pelinegro—, pero curiosamente te ves bien, estoy seguro de que podrías conseguir algo esta noche —Le guiñó un ojo.

—No estoy interesado en conseguir a alguien —Rodó sus ojos.

—¡Qué mal! —Agarró la mano de JeongIn para luego meterlo en el auto— ¡vámonos!

El mayor estaba conduciendo demasiado rápido para el gusto del menor. Llegaron a la enorme casa. JiSung aparcó el auto y caminó con JeongIn hacía la puerta principal.

—La gente me mira y se ríe —JeongIn se golpeó la cara con sus palmas.

—No se están riendo, lo hacen porque te ves caliente —Le explicó su amigo — No me gustas por cierto.

Aquello hizo reír a JeongIn.

—Supongo que vas a beber —Suspiró el más bajo.

A JeongIn no le gustaba beber tanto, a JiSung sí. Claramente no siempre, sólo cuando iba a alguna fiesta.

—Sí, perdón por irme, pero puedes venir conmigo ¿sabes? —Ofreció.

—No gracias, todo el mundo está borracho y no puedo tener una conversación adecuada con ellos —Suspiró—. Aparte de que ahí está uno de los tipos que gusta de mí y si me viera ahora... lo más probable es que no me deje ir.

—Que mal, pero bueno, te veré en la cocina del primer piso en media hora, ¿de acuerdo? —JeongIn asintió con la cabeza—. Pero antes de irme... —Dice JiSung dando un paso para acercarse más al bajo, agarrar la chaqueta y quitarsela de la cintura— ¡Me llevaré esto conmigo! —Huyó y desapareció entre toda la multitud.

JeongIn sólo se quedó allí con los ojos muy abiertos.

—¡Hijo de puta! —Gritó aún sabiendo que JiSung no lo escucharía.

Estupendo, no tenía nada con que taparse el trasero. JeongIn trató de bajar un poco la falda, para cubrir mejor su parte inferior. Comenzó a caminar la cocina, sabiendo que la mayor parte de la gente estaban regados en la casa.

Cuando llegó allí, se colocó al lado del mostrador y agarró su teléfono para jugar "Among Us". Se estaba calmando al fin, sólo vio a su alrededor cinco o seis personas, ninguno de ellos parecía preocuparse de que estuviera vestido de niña, afortunadamente.

Pensó que podía disfrutar un poco esta noche, hasta que vio por su rabillo del ojo a HyunJin.

—Mierda —Dijo angustiado.

El de cabello largo y rubio no estaba en la cocina todavía, estaba caminando al lado de la puerta. JeongIn se dio la vuelta y ocultó su rostro, pensando que si HyunJin no lo veía, no hablaría con él.

—JeongIn —Dice una voz que el susodicho conocía demasiado bien—, es genial verte por aquí —Habló HyunJin, sonando bastante emocionado.

—HyunJin hyung, q-que sorpresa —Tartamudeó, dándose la vuelta para enfrentar a su mayor—. Había escuchado que no sueles ir a fiestas —Si pensaba que se sentía un acosador loco cuando se lo dijo a JiSung, estaba seguro que sonaba espeluznante decírselo al mismo HyunJin.

—ChangBin es un amigo muy cercano, así que pensé que no tenía nada que perder —Sonrió mirando el atuendo de JeongIn, haciendo que se sintiera aún más avergonzado y sus mejillas ardieran. Sólo la presencia del propio HyunJin hacía que el pelinegro se ruborizara, pero considerando que apenas llevaba algo de ropa... el mayor debía pensar que JeongIn estaba loco o algo así—. Tengo que decir que ese estilo de ropa es... bastante único hoy en día.

—Seguro que lo es —No estaba realmente seguro de que decir en ese momento. Nunca había pensando que esto pasaría—. Lamento que me tengas que ver así... —Susurró apenado.

—¿Por qué te disculpas? Creo que te ves bien —HyunJin habló sinceramente y puso sus manos en el mostrador, atrapando a su contrario entre ellos—. De hecho, creo que te ves mejor que bien —Bueno, eso escaló rápidamente. JeongIn se sonrojó, sus manos en sus costados mientras veía al rubio sonreírle con sorna—. Pensé que eras lindo desde el momento que te vi por primera vez, pero ahora sé que puedes ser muy sexy también —El hombre mayor dice con indiferencia.

—Yo, uh, ¿gracias? —Jeongin no estaba seguro de que hacer, su corazón latía demasiado fuerte contra su pecho y se preguntaba si HyunJin podía oírlo.

HYUNJIN OPPA?! | hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora