𝔸𝕡𝕖𝕘𝕠 ➤ 🄹🄸🄷🄰🄽

˗ˏˋ 𝕀 ˎˊ˗

Seungcheol siempre había sido un buen amigo para Yoon Jeonghan, y cuando había llegado a casa, llorando, no dudó en hacerlo entrar, sirviéndole un vaso con agua para lograr calmarlo y así poder escucharlo. Poder oír todos los balbuceos sin sentido que soltaba.

Woozi había ingresado minutos después con la pequeña Miya en brazos, sin embargo, al ver a Jeonghan llorando sin control alguno, hizo un gesto de sorpresa para luego llevarse a la niña lo más rápido que pudo de allí.

Sin embargo, Jeonghan alcanzó a oír las palabras inocentes de la niña:

— ¿Por qué tío han llora?

Su corazón se quebró un poco más.

Seungcheol no lo presiono a hablar, esperando en silencio a que se calmara, a que pudiera tener la suficiente tranquilidad como para poder decir algo, que llegó segundos después, con Woozi entrando al comedor. Su torpe amigo se sentó al lado de Seungcheol, tomándole la mano a su novio, y esa visión lo hizo sentir patético y miserable.

— Joshua me pidió el divorcio.

Woozi abrió los ojos por la sorpresa en tanto su mejor amigo soltaba una maldición aturdido.

Por supuesto, nadie se lo esperaba. ¿Quién iba a pensar que Joshua le pediría aquello cuando había sido él quien había dado siempre los primeros pasos para todo?

Cuando se conocieron, fue Joshua quien lo había salvado de ser objeto de burlas en la preparatoria debido a lo asustadizo y torpe que fue Jeonghan el primer día de clases.

Fue Joshua quien le había pedido salir y quien le dio un beso.

Fue Joshua quien le dijo que deberían vivir juntos.

Fue Joshua quien le pidió matrimonio.

Y ahora parecía ser Joshua quien quería acabar con todo.

Y, a pesar de que pareciera que era Joshua quien tenía que tomar esas decisiones, no era como si Jeonghan nunca hubiera puesto de su parte: Jeonghan era, como veía todo el mundo, la persona que podía sacarle una sonrisa enamora a Joshua con una acción tan tonta como un beso sorpresivo, y la única persona que lo hacía bajar las defensas totalmente, haciendo que se comportara de una forma infantil e, incluso, caprichosa.

Para todo el mundo, no había Joshua sin Jeonghan, y no había Jeonghan sin Joshua, porque hacían una de las parejas más bonitas y honestas que se podían ver.

Pero, al parecer, las cosas no eran tan felices como le mostraban al resto.

— ¿Por qué? —preguntó Woozi en voz baja.

Los labios de Jeonghan temblaron.

— Dice que no me ama... —su tono se rompió y las lágrimas volvieron a salir —. Ya no me ama, Woozi. Joshua ya no me ama.