Capítulo 5

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Tras una noche maravillosa Rachel y yo volvimos al hotel.

— Tengo unas ganas de meterme en la cama.

— Y luego soy yo.

— Ay Nick de verdad — se sentó en la cama y se quitó los zapatos — Estoy muerta — se tiro boca arriba —

— Yo igual cielo ¿dormimos?

— Si por favor —respondió abriendo sus brazos para que la abrazara —

— Voy — me puse el pijama y me lance con ella a dormir —

Mis ojos se abrieron y pude ver que algunos rayos de sol entraban por la terraza, me froté los ojos y me senté.

—¿Rachel? — la llame, pero no respondía nadie, me giré hacia el lado de su almohada y vi una nota —

"He ido a comprar algo para desayunar en la panadería vuelvo en nada"

Me incorporé en la cama y fui directo al baño a darme una ducha para despejarme, cuando salí me senté en el sofá y observé el teléfono apoyado en la mesa, decidí encenderlo. Nada más encenderse la pantalla no paraban de saltar notificaciones de todo tipo, desde llamadas perdidas, hasta mensajes de texto y de WhatsApp. Justo mi teléfono se iluminó, era mi padre, nada más cogerlo mi padre hablo, sin dejarme tiempo ni a saludarle.

— ¿Se puede saber porque no cogías el teléfono?

— Estoy en Paris con Rachel padre.

— ¿Y eso que tiene que ver para contestarnos?

— Tenía el móvil apagado no es que no os contestase...

— Se que lo tenías apagado, saltaba siempre que llamábamos, pero bueno ahora que estoy hablando contigo te lo digo, tienes que volver de urgencia.

— ¿Pero porque?

— ¿Has visto las noticias?

— No padre la verdad.

— Claro estarías ocupado haciendo otras cosas—comentó con ironía—

— ¿Que ha pasado?

— Se separan los Navarro.

—¿Los dueños de Zimm la marca de joyas?

—Esos mismos y ella nos ha contratado a nosotros.

— Wow.

— Están en juego millones de euros Nick.

— No si eso lo entiendo ¿pero porque tengo que volver yo?

—Eres el mejor sin dudas , te necesito aquí ya.

—Pero es nuestro fin de semana romántico.

— Pues se os ha acabado, mañana a las 10 te quiero aquí.

—Pero.

—Adiós hijo—y me colgó, me quede estático sin saber que hacer. Rachel me iba a matar, ¿como se supone que le tengo que decir esto?. Escuché su voz por los pasillos y supe que mis dudas acabarían muy pronto —

365 días para recuperarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora