11º Prólogo

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Pov ???

¿Dónde estoy...?

No puedo ver nada, si mis sentidos no me fallan todavía, diría que estoy sentado, tal vez en una silla, pero no estoy seguro, después de todo, el dolor que está experimentando mi piel hace que no distinga en lo que estoy tocando, con suerte distingo el frío que mis muñecas, tobillos y cuello están experimentando. El aire huele a humedad mezclado con sangre, aunque todavía está demasiado oscuro para ver algo... Oh, espera, tengo los ojos cerrados.

Poco a poco fui separando mis parpados, a la par que todo a mi alrededor se hacía más claro pude distinguir varias cosas interesantes. Para empezar, aquel olor característico de la sangre provenía de mi persona, ya que un hilo de ese liquido estaba cayendo por la comisura de mis labios mientras que, en su camino para llegar al suelo, tocaba algunos de los numerosos moratones que adornaban mi cuerpo. Por otro lado, también me fije en que mi ropa se trataba de una blanca con rayas negras, típica de los prisioneros de las series animadas, sin embargo, lo que de verdad me llamó la atención de mi apariencia fueron los grilletes en mis muñecas y tobillos, los cuales tenían una cadena cada uno que conectaba con un grillete todavía más grande que se encontraba alrededor de mi cuello, el cual, a su vez, se encontraba sujeto a la pared por otra cadena.

Con mis sentidos un poco más en orden, me fijé en mi alrededor, notando que, efectivamente, me encuentro sentado en una mesa de madera. La habitación en la que me encontraba era bastante oscura, tal vez debido a que la única luz que entraba a ella era la que procedía de la puerta a través de una pequeña rejilla que estaba alrededor de 1,75 metros de altura, aunque la iluminación era la justa para poder notar que justo delante de mi se hallaba una mesa de metal con una silla en el otro extremo y, en una de las paredes de la habitación, un gran espejo.

Apenas unos momentos después de notar esto, escuché pasos acercarse lentamente, haciendo el fuerte y, en ocasiones como esta, intimidante sonido que solo los tacones son capaces de hacer. Apenas unos momentos después, pude escuchar como la puerta se estaba abriendo a la par que la voz de un hombre llegaba a mis oídos 

Hombre: Solo tendrá unos minutos, no podemos permitir que hable mucho con él, ya que sus habilidades todavía son un misterio para nosotros - informó aquella voz con seriedad 

¿?: De acuerdo, procuraré no tardar mucho con el interrogatorio - respondió la voz de una mujer 

Después de aquella respuesta, la puerta se abrió, haciendo que la luz del exterior iluminase toda la habitación y que, al mismo tiempo, cerrase mis ojos al no estar acostumbrado a esa intensidad lumínica.

¿?: Veo que estás despierto - comentó aquella voz mientras me terminaba de acostumbrar a la luz - Perfecto, eso agiliza mi trabajo, aunque tu apariencia no sea la mejor para hablar 

Al escuchar esa respuesta, casi por instinto giré mi cabeza hacia donde se encontraba aquel espejo gigante, pudiendo ver que aquella mujer estaba en lo cierto. Tenía la cara llena de moretones y, aunque no pudiese verlos, juraría que el resto de mi cuerpo también está adornados con ellos, también descubrí que el hilo de sangre que salía de mi boca no era el único, ya que de mi cabeza bajaba otro hilo de aquel líquido escarlata que se encontraba decorando, no solo mi cara, sino que también la punta de los dedos de mis manos... Vaya si que tengo un aspecto lamentable, y mi pelo verde solo hace que la sangre resalte más.

¿?: Será mejor que dejes de mirarte en el espejo, al menos si quieres salir de aquí con menos años de cárcel encima - Habló la mujer, quien ya se encontraba sentada justo al otro extremo de la mesa 

Ahora que me fijo más en ella, puedo notar que se trata de una adulta con un traje de color negro en el cual destacaba un distintivo de letrado de color plateado, el cual hacía juego con su pelo grisáceo como la ceniza. Su rostro era decorado con un par de ojos castaños y sus labios estaban bañados en un pintalabios de color rosa... Creo que he visto a esta persona antes... Si no me equivoco, su nombre era...

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