Prólogos de futuras historias

6° Prologo

Advertencia: Este capítulo contiene escenas algo grotescas, no lo veas si eres alguien sensible o que, directamente, no te guste este contenido

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Pov Narrador

Lugar: ???

Podemos observar un cuarto oscuro en el cual no se podía distinguir nada más que el suave brillo de una pantalla de TV, la cual estaba mostrando estática.

Esto seguiría así durante unos segundos más hasta que, de un momento a otro, la única bombilla que tenía la sala se encendió, iluminando esta última con un tono fúnebre.

Ahora, con más iluminación se podían distinguir más detalles de aquella sala, siendo el más destacable que todas sus paredes tenían colgados papeles blancos en los que tenían escritos la palabra "Salta" en un tono rojo que recordaba a la sangre

Si bien, lo anterior era un detalle a destacar, creo que también deberíamos mencionar a la pedazo de escoria que se encuentra en el medio de la sala, coincidiendo justo delante de la pantalla anteriormente mencionada.

Está escoria, también llamada Bakugo Katsuki, es un adulto de 21 años reconocido por ser el heroe número 2, solo superado por su antiguo compañero Shoto Todoroki debido a su baja popularidad.

Esta persona, si es que acaso se le puede llamar así, se encontraba encadenada con unas esposas antiquirk a una silla de metal.

Si nos fijamos bien, podemos notar que su cara se encuentra ensangrentada a la par que tiene varias heridas, aunque... Creo que lo más resaltable de su condición física es su brazo derecho, el cual se encontraba hinchado y recién cosido, como si acabara se salir de una operación.

El tiempo pasó y, como el peli-cenizo no reaccionaba, una botella llena de alcohol fue estampada contra su cabeza por un brazo robotico, causando así que esta última se rompiera mientras que el heroe se despertaba poco a poco

Katsuki: ¿Donde... Estoy? - se preguntó en voz alta mientras se terminaba de despertar.

Cuando sus sentidos estuvieron al 100%, el heroe empezó a mirar con curiosidad las sala en la que se encontraba, dándose así cuenta de que estaba atado en mitad de lo que parecía ser un aula de clase, más específicamente, en una replica exacta de su salón de clases de la U.A

Katsuki: ¿Cómo mierda llegué aquí? - se preguntó en un tono irritado.

Como si esas palabras fueran un activador, al peli-cenizo le empezaron a llegar a la cabeza los recuerdo de lo que había pasado la noche anterior.

Resulta que, cuando iba de camino a su casa después de un pesado día de trabajo, alguien se abalanzó sobre el al torcer una esquina, inyectandole a su vez una jeringa con un líquido rosa.

Después de eso, solo recuerda que empezó a caerse dormido hasta chocar contra el duro suelo, haciendo así que lo último que viera antes de caer inconsciente fuera a una persona con una máscara verde que recordaba a un conejo y que, a su vez, llevaba un bozal metálico bastante desgastado

Katsuki: ¡Es cierto! - exclamó mientras abría los ojos con enfado - ¡ESE MALDITO BASTARDO ME DROGÓ! - gritó mientras se intentaba colocar de pie

Sin embargo, tan pronto como lo intentó, tuvo que detenerse por dos motivos, el primero, el hecho de que estaba encadenado a la silla anteriormente mencionada, y el segundo porque su brazo derecho dolía como el demonio con tan siquiera moverlo un poco

Katsuki: ¡AGH! - gritó de dolor cuando movio demasiado el brazo.

Poco a poco, el peli-cenizo se fue calmando hasta que se quedó quieto, eso sí, respirando forzosamente después del dolor que acababa de sufrir.