7. Descalificar.

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Después de recibir el llamado de Gyutaro avisando que estaban desayunando en la cafetería de la escuela y de que Muzan se haya ido al trabajo, Douma se permitió darse un baño relajante de burbujas junto a Rui.

-Sabes... Yo no le había dicho a Muzan sobre Michi porque no quería que pensara que lo estaba engañando, solo quería tener un amigo para charlar o pasar el día.- Empezó a hablarle a su pequeño bebé mientras lo abrazaba contra su pecho en la bañera sintiendo su pequeña espaldita mientras Rui jugaba con su sonajero de araña. -No creí que todo esto llegaría tan lejos. Ahora Muzan y los niños están peleados y Michikatsu está en el hospital por mi culpa.-

Rui volteó a verlo y negó con la cabeza balbuceando mientras pataleaba en el agua.

-Si mi niño, yo inicié todo esto, y debo terminarlo. Iré al hospital a ver como está Michikatsu y terminaré nuestra amistad y a la noche haré una rica cena y ayudaré a Muzan y tus hermanitos a hablar. ¿Qué dices?¿Me ayudas?-

El pobre Rui no sabía hablar para aconsejarle seguir la amistad con Michikatsu y ayudar a su padre y hermanos a hablar. Realmente le daba lástima su madre, quien en verdad no tenía amigos para estar hablando con el, un bebé que apenas llegaba al año. Así que solo se limitó a asentir con la cabeza, ayudaría a su madre sea cuál sea su decisión.

-¡Ayyy gracias bebé!- Gritó alegre Douma abrazando al pequeño infante. -Terminemos de bañarnos y vamos rápido así volvemos y nos ponemos a cocinar.- Sonrió dándole un besito en la frente al bebé que rió y pataleó alegre.




-¡Michi!- Lo llamó Douma al verlo sentado en la sala de espera con pequeñas vendas por su rostro. -¿Podemos hablar?- Preguntó sentándose a su lado con el pequeño Rui abrazándolo por el pecho en su mochila de bebé.

-Douma.- La mirada negra del menor brilló al ver al peliplata aparecer y una tímida sonrisa nació en su rostro. -Claro que sí, aún no me llaman para coserme.-

-Yo... Quiero disculparme por el comportamiento de mi marido y... Por haberme acercado a ser tu amigo, es mi culpa el hecho de que estés herido en esta sala de espe-

Michikatsu lo interrumpió apoyando un dedo en sus labios. -Nunca digas que es tu culpa. Perdóname por interrumpirte, pero no es tu culpa.- Entrelazó ambas manos con el sorprendido ojiarcoiris. -Fui yo quien decidió acercarse a ti para ser amigos, sabiendo que tenías hijos, sabiendo que estabas casado.- Acarició el dorso de sus manos con sus pulgares. -Fui yo quien se enamoró cuando tu buscabas un amigo.- Pensó y se aclaró la garganta. -Ambos buscábamos un amigo, yo conocía los riesgos y aún así decidí acercarme a ti.- Alzó ambas manos y sujetó sus mejillas. -Así que por favor, jamás digas que estos golpes son tu culpa, estos golpes son la prueba de que pese a los obstáculos que tu esposo ponga entre ambos yo siempre estaré para ti, yo siempre seré tu amigo.- Juntó las frentes de ambos, viendo esos hermosos arcoíris cristalizarse. -Así que por favor, no culpes a nuestra amistad o a ti mismo por mis decisiones, ¿si?-

Douma sollozó y comenzaron a caer lágrimas de sus ojos mientras abrazaba a Michikatsu del cuello. Rui al ver que ambos estaban tristes, acarició sus hombros con sus pequeñas manitas. Douma rió con ternura y se separó acariciando la cabecita de su bebé. -Douma.- Volteó a ver al pelinegro que lo llamó. -Eres increíble. Estoy muy felíz de ser tu amigo.- Sonrió con ternura Michikatsu acariciando con una mano la cabeza de Rui mientras con la mano libre limpiaba las lágrimas de Douma.

-Tsugikuni, Michikatsu.- Llamó una enfermera.

-Bueno... ¿Qué les pareces si esperamos a que me cosan y los llevo en mi moto a su casa? El día está nublado, no quisiera que les diera un resfrío.- Sugirió mientras se ponía de pié.

Douma sonrió alegre mientras se limpiaba el rostro con un pañuelo. -N-Nos encantaría.-



Ya en la puerta del hospital, el Tsugikuni sacó un casco de repuesto rojo de la pequeña cajuela de su moto y se lo puso a Douma mientras se ponía el suyo negro. -Deberías sentarte detrás de mí, así Rui viaja resguardado entre nosotros.- Recomendó el de coleta señalando pequeñas gotas de lluvia caer del cielo.

-Tienes razón.- Aceptó Douma viendo como el pelinegro montaba la moto y luego se montó detrás suyo abrazándolo suavemente por los hombros.

-¿Es la primera vez que montas una moto, no?- Preguntó el Tsugikuni entre risitas.

-Sí, ¿por?-

-Agarrame fuerte, sin miedo.- Agarró los brazos de Douma y los pasó por debajo de los suyos, haciendo que lo abrace fuerte quedando sus manos apretando los pectorales ejercitados del menor. -Anda, no muerdo.-

Un notorio sonrojo invadió las mejillas de Douma mientras su corazón se aceleraba.



Un ojirojo manejaba tranquilamente su auto de regreso a casa, volviendo antes por la lluvia que comenzó a caer. En un semáforo rojo se detuvo y observó furioso por la ventanilla a Douma en el asiento de atrás de la moto de Michikatsu apoyando la mejilla (con casco) en la espalda del menor con los ojos cerrados, una dulce sonrisa y un notorio sonrojo mientras su pequeño bebé Rui iba en medio.

Bajó la ventanilla y empezó a gritar su nombre, pero la música alta del estéreo de la moto no lo dejaba oírlo. -¿Douma?¡¿Douma?!¡Douma!¡DOUMA!-

Michikatsu sonrió de lado haciéndose el tonto sintiendo al peliplata abrazarlo del abdomen, el calor del peliplata y el bebé que iba dormido entre ambos y los gritos del ojirojo.

Ni bien el semáforo se pintó de verde aceleró a rápida velocidad.

-Maldito infiel. Además sacando al pobre Rui bajo la llovizna y en una moto, ¿qué clase de madre es?-









Violentómetro [MuzDou](R+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora