La reina Jung cansada de no poder encontrar la cura para su único hijo, decide hacer un llamado real.
"Aquel que logré derretir el corazón de mi hijo, podrá tener cualquier deseo"
-Reina Jung♕︎
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•°♕︎ Allxhoseok.
•°♕︎ Hoseok Bottom/Uke/Pasivo...
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E
l cumpleaños del joven príncipe se acercaba, la familia real estaba emocionada, su pequeño ya iba pasar la mayoría de edad.
La mayoría de edad es un evento muy importante para la realeza, las relaciones sociales marchan a gran ritmo con esta celebración. Aún que la corte real había puesto a Ji-woo como la próxima heredera al trono; aún podían festejar la mayoría de edad del príncipe. Sin embargo eso lo decidiría Hoseok.
—¿Que miras por la ventana?_ la Reina había llegado a los aposentos de su hijo, quería mencionarle sobre su cumpleaños.
—La alegría de la servidumbre._ la vista daba con la servidumbre en horas de descanso.—Quisiera poder reír como ellos...
El poder de desear algo se distinguía entre una emoción fuerte que cualquier humano experimenta cuando algo le falta. En este caso para Hoseok, el desear querer reír, era un avance. La Reina estaba exaltada, pero mantenía la paciencia por su hijo.
—Si eso es lo que deseas, te podemos ayudar. Solo di lo que más quieres en este momento._ sonrió gustosa.
—Desearía poder sonreír con el corazón antes de mi cumpleaños, solo eso._ y por primera vez, los ojos de de Hoseok reflejaban impotencia.
La Reina lo tomó en sus cálidos brazos.
—Hare que ese sentimiento fluya.
Después de hacer elaborados planes para que su hijo pudiese experimentar el gozo de reír por primera vez, recurrió a un mensaje real ante todo el Reino, incluso ante cualquiera que pudiese hacer reír a su hijo. No importaba si era extranjero, mago, niño, no había límites para el gran deseo de la reina.
—¡Aviso real! ¡Aviso real!_ un cartel había sido colocado en casi todo el Reino, la gente se encargaría de esparcir la noticia ante el mundo.
"Aquel que logre derretir el corazón de mi hijo podrá pedir cualquier deseo" -Reina Jung.
Faltaba 3 días para el cumpleaños del principe, muchos habían llegado al castillo de los Jung por el deseo de la Reina. La mayoría eran criminales buscados por la ley, la Reina les permitió actuar, pero Hoseok no daba inicios de sentir alguna emoción.
Esta noticia en gran parte ayudo a encerrar a muchos criminales, pero el objetivo principal se iba desvaneciendo a la medida que la gente se peleaba por tratar de hacer reír al príncipe.
El segundo día igual, todo aquel que intentaba hacer reír al príncipe sentía un inexplicable vacío en su interior. Hasta que llego un bufón reconocido por muchos territorios, se decía que cualquiera reía con tan solo verle caminar.
