La reina Jung cansada de no poder encontrar la cura para su único hijo, decide hacer un llamado real.
"Aquel que logré derretir el corazón de mi hijo, podrá tener cualquier deseo"
-Reina Jung♕︎
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•°♕︎ Hoseok Bottom/Uke/Pasivo...
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Cuentan los viejos pueblerinos del reino "Blue Side" que hubo una vez un príncipe sin sentimientos, sin emociones y sin sonrisas. El joven príncipe había sido hechizado por una rencorosa bruja.
La bruja había estado enamorada del Rey Jung, pero el rey no sentía nada por ella. El rechazo la cegó de irá y de maldad.
Pasaron los años, y nadie supo de la bruja, hasta que se enteró que su querido Rey había tenido un hijo con una bella hechicera.
En medio de la locura por sus celos enfermizos, fue hasta el Reino "Blue Side" a "felicitar" a la joven pareja.
La bruja entro con un hechizo en mente para su Rey. Quería deshacer sus sentimientos por la bella hechicera y al hacer eso, trataría de enamorar al Rey Jung con sus encantos malévolos.
—Que agradable reunión, mi Rey.- Su mirada era de temer ante los Duques, Condes, Nobles, etc.
—Vieja amiga, me da un gusto volver a ver tu rostro.- El rey contaba con una gran nobleza en su corazón.
La Reina no estaba contenta con la llegada de esa mujer. Sus instintos le decía que algo estaba mal con ella.
—Es un honor poder conocer a la vieja amiga de mi Rey.- una sonrisa encantadora de la Reina fue un detonante para el rencor de la bruja.
Las manos de la bruja se preparaban para hacer un poderoso encantamiento silencioso; sin que nadie se diera cuenta de sus malévolos planes, susurraba palabras inaudibles, siguiendo con constancia la mirada del Rey Jung.
La Reina rápidamente saca su varita y la confronta, la tira al suelo sin remordimientos. Los invitamos estaban impresionados.
—Mi reina, ¿qué sucede?- El rey queda extrañado del repentino comportamiento de su amada esposa.
—Esta bruja, a la que llamas amiga intento maldecirte con su brujería barata.
El Rey no tenía palabras para describir su decepción, con tristeza en el corazón, llamo a sus guardias para que la encerraran en el calabozo para magos.
La bruja asustada por su situación, creo un hechizo que podría dejarla libre, pero no contó con que la Reina tuviese tenacidad de detenerla.
Una guerra de hechizos interminables era presenciada por todo el Reino presente. El Rey trataba de llegar a la cuna de su hijo, para protegerlo de esa batalla de magica.
La bruja al ver a su objetivo, lanzó su hechizo especial. La reina vio pasar el hechizo ante sus ojos, trato de detenerlo enviando a su esposo a otra dirección, pero su vista no alcanzo a divisar a su hijo que yacía en la cuna.
—¡Mi bebé!- los ojos acuosos detonaban irá ante esa mujer.
El interior de la Reina se desmoronaba, su bebé había sido afectado por un hechizo el cual desconocía. La hechicera tomo a la bruja con ayuda de los guardias.
Con el corazón acelerado fue hasta donde se encontraba su hijo. Lo examino con su magia, pero no encontro nada inusual.
—¡Que hechizo era ese? ¡Responde de una buena vez!- la varita de la reina quemaba la piel delicada de la bruja. La mirada de su adversaria no parecía querer colaborar.—¡Te mataré maldita bruja!
—¡Hazlo! ¡Sabes muy bien que no lo harás hasta que yo te diga que función tenía ese hechizo!_ Una escandalosa risa resonó por todo el salón.
El Rey con ojos llorosos se inclinó a pedir clemencia por su hijo.
La bruja acepto decir la función de su hechizo, si solo el Rey aceptaba darle un beso. El Rey desesperado acepto las condiciones de la bruja.
—Gracias a que te sigo amando te diré la función de mi hechizo... Es un encanto especial, que solo se prepara durante un año.- la bruja seguía divagando.
—¡Dimelo ahora! Deja de andar entre las ramas, maldita bruja.- La Reina pensaba en un hechizo para sacarle la verdad.
—No podrás sacarme la verdad a la fuerza, verás, mi madre me hechizo para que nadie pudiese sacar mis secretos.- la bruja sonrió victoriosa.—Ese hechizo iba a permitir que los sentimientos del rey desaparecieran por completo después de eso iba hacer que se enamorara solamente de mi, pero con magia.- su malévola risa, le daba escalofríos a los guardias.
La Reina callo en cuenta sobre el gran peso que tendría el hechizo en su hijo.
—Como ya te habrás dado cuenta, tu hijo no ha experimentado ningún sentimiento, por que apenas es un recién nacido.- Tomo aire al ver el pequeño en la cuna.—Por lo tanto, no habrá hechizo que rompa mi encantamiento.- La risa de la bruja cada vez era peor.
La Reina ya no tenía que soportar a la maldita bruja que daño a su familia. Con enojo en sus ojos, tomo con fuerza el brazo de la mujer.
—¿Que me harás!- la bruja observo la posición en que estaba, algo no pintaba bien para ella.—¡Responde maldita perra!
La Reina inco a su adversaria, la sostuvo de la cabeza con fuerza.
—Ahora te drenare la magia, quedaras tan seca como la maldita perra vacía que eres.- Unas palabras y unas cuentas chispas aparecieron materializadas en el cuerpo de la bruja.
Su magia había desaparecido con totalidad, ya no podría hacer encantamientos ni relatar algún embrujo. Ahora era parte del común, una simple mujer en el mundo sin ningún talento o don especial.
—Mi magia.- susurró.
—Ni creas que este será tu único castigo.
El Rey iba a parar a su esposa, pero la mirada de una madre dolida por no haber protegido a su hijo, le afecto en su interior.
Los ojos de la Reina cambiaron a un violeta profundo.—Escucha bien, por que será la única vez en tu vida que hablaras con alguien.- la magia intensa rodeaba la mente de la mujer.
—Quiero que camines sin rumbo fijo, no importa lo cansada o lo hambrienta que estés, solo camina. No pares jamás!- La Reina suelta la camisa de la mujer con odio y asco.
—No pararé jamás.- y sin más que hacer, las piernas de la mujer la ayudaron a levantar su pesado cuerpo, su destino terminaría hasta que él último de sus huesos se quebrara.
—Tu carne quedará vagando en el mundo terrenal hasta que tus huesos queden hecho polvo, no podrás descansar.— Vete.
Después que esa mujer se había marchado, la reina lloro sin cansancio; sabía que ese hechizo sería muy díficil de romper, pero no imposible.
El Rey ordenó llamar a todos aquellos que tuvieran dones o magia, para ayudar a romper con el encantamiento de su hijo.
Pero los intentos fueron fallidos uno tras del otro. La Reina paso durante todo la infancia de su pequeño en tratar de romper con ese hechizo, pero era inútil.
Ya cansada de tantos fallos, decidio criar a su hijo con esa horrible maldición.
El Rey sabía que su futuro heredero no podía gobernar así... Los años pasaron y la querida pareja fueron bendecidos con otro bebé.
Una bella niña había nacido. El reino se regocijo por la nueva heredera del reino "Blue Side"
Mientras que el niño que fue maldecido, fue olvidado por su reino.
