𝐑𝐄𝐃 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 | ❝Minnie es una joven sarcástica y calculadora que, al conocer a ese joven tan solitario, teme enamorarse por primera vez. Algo que ella evitó eran sus sentimientos, ya que siempre supo que saldría lastimada. Pero no podrá esconde...
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✦CAPÍTULO SEIS✦ "I CAN'T HELP YOU"
El dilema sobre qué debía hacer ahora mismo no deja de recorrer mi cabeza. ¿Por qué siempre tengo que estar metida en esto?
Porque sí, estoy en el medio de ambos. Aguni, por un lado, empujando repetidas veces a Niragi. Niragi, por otro lado, extrañamente sorprendido por la confesión de mi hermano.
Sigo sintiéndome en el Stand de los Besos.
¿Lo que más me enoja? Que Aguni actúe como héroe cuando él iba a abusar de la amiga de Arisu. Me resulta totalmente hipócrita de su parte que haga esto.
La expresión de Niragi no tiene nombre. Pero pronto se reincorpora, siguiéndole la discusión a Aguni con la excusa de que él no sabía que era su hermana.
Básicamente dijo que, si yo no fuese la hermana de el ex líder de la milicia, él lo haría sin dudar.
—¿Hay algún problema? —camina el Sombrerero entre las personas, haciéndole frente a mi hermano y sus mascotas.
Éramos muchos y parió la abuela.
—Retrocede, Sombrerero, esto no te incumbe.
Inconscientemente doy un paso hacia atrás, quedando cerca de la chica de cabello corto. Solo ignoro lo que sucede entre ellos dos y me preocupo por ella.
—¿Estás bien? —susurro, mirando detenidamente su expresión. Se nota en su mirada el miedo que tuvo.
—Sí... —suspira. Obviamente no está bien, pero no la culpo si no lo dice —sí, creo que estoy bien.
—Si necesitas cualquier cosa, no dudes en avisarme —le sonrío y llevo mi mirada hacia Arisu, quien no apartó la suya de mí en ningún momento. Se borra mi sonrisa y me siento a un lado de Kuina, quien convenientemente se encontraba ahí.
—¡Todos los ejecutivos a la sala de juntas! —habla el Sombrerero luego de su extraña discusión con mi hermano. Se acerca a mí y me ofrece su mano para levantarme —. Tú también, Minnie.
—¿Qué? Pero si yo no soy ejecutiva...
—Pues ahora sí —frunzo el ceño y él suspira —. No tienes otra opción. Vienes conmigo.
¿Qué carajos le pasa a todo el mundo y su extraña obsesión conmigo? No puedo estar tranquila cinco minutos que ya me están obligando a hacer algo que no quiero...
Mis traumas mis chistes.
—Arisu, tu también vienes. Ann dijo que tienes mucho potencial —comienza a caminar con superioridad mientras Arisu y yo lo seguimos silenciosamente. Nadie habla en el recorrido, lo que lo hace más incómodo.
