Capítulo 1

209 20 2
                                    

Advertencia: la siguiente historia contiene descripciones explícitas de sexo, violencia sexual y lenguaje vulgar.

Guillermo

El avión termina su vuelo aterrizando en uno de los aeropuertos de la ciudad de Doha, Guillermo mira por la ventana, se ve una noche cálida y los edificios brillantes se alzan en el horizonte, un año más, un mundial más, la ilusión no lo abandona.

Cuando la azafata da la señal toma las cosas y baja del avión con sus compañeros detrás suya, por sus caras puede adivinar que están tan emocionados como él, y más aquellos que debutan.

En el aeropuerto los reciben con la prensa a todo lo que da, reporteros por aquí y por allá flasheando a los jugadores y llenándolos de preguntas, pero nada fuera de lo común, era parte del oficio. Memo respondió algunas preguntas y le ofreció su mejor sonrisa a algunas de esas fotos. Después de tomar sus maletas una camioneta los recogió a todos y los llevó al hotel. Había una vista maravillosa de la ciudad a través de la ventana, el lujo de la ciudad era deslumbrante, se sentía como Dubai o Abu Dabi.

Llegaron al hotel que también lucía tan opulento como el lugar, inmediatamente el guardameta subió a su habitación, ya tendría tiempo de explorar el hotel, ahora solo quería reponerse del viaje. Sus amigos y él subieron por el ascensor hacia sus aposentos.

Llegó a su cuarto donde una cama calientita lo estaba esperando, inmediatamente se tendió en ella sintiéndose aliviado, fue un viaje agotador. Inmediatamente, tomó su teléfono y marcó el número de la primera persona que quería escuchar su voz.

Hey —Contestan detrás de la línea, inmediatamente reconoce la seductora voz de su novio, el jugador Neymar Jr.

—¿Cómo estás?

Todo bien, meu coração, ¿Y tú? ¿Ya llegaste?

Sí, bueno, acabo de llegar apenas, pero quise llamarte.

El jugador Brasileño suelta una carcajada risueña al otro lado de la línea, jamás olvidaría Guillermo que esa voz fue la que lo conquistó.

Bueno, pues yo llegué hace unas horas y justo estaba pensando en ti, en que esta ciudad no brilla sin la presencia de mi porteiro favorito.

Yo también te extrañé, Ney —una sonrisa se dibuja en su boca —¿Quisieras ir a ver la ciudad? ¿Qué te parece?

Me parece perfecto, meu coração. Mándame tu ubicación y yo paso por ti.

El brasileño estampa un beso en la bocina y cuelga, el corazón de Guillermo se estruja, hace mucho que no veía a su pareja, se llenó de ilusión. Rápidamente se levantó de la cama olvidándose del cansancio que tenía hace unos momentos, siendo reemplazado por la emoción. Se cambió y se puso algo más decente a la ocasión, una bermuda blanca y una polo color azul marino, la noche era algo cálida así que eligió algo fresco. Antes de salir tocaron su puerta, abrió y era su compañero Chicharito.

—Memo, hermano, vamos a salir a dar una vuelta ¿vienes? —le dijo su amigo.

—No, discúlpame, Chicha, voy a salir.

Su compañero sonrió con picardía.

—¿Con quién? si se podría saber.

—Con Ney —Admitió.

—Okay —Se limitó a decir, Javier lo reparó de arriba a abajo, Memo podría asegurar que quiso decir algo más pero no lo hizo —Cuídense y ahí me lo saludas.

—Bien, gracias, hermano.

Minutos después de que se fueron sus compañeros Memo se dirigió hacia el lobby a esperar a su novio, después de poco más de diez minutos lo vió cruzar la puerta, era imposible no reconocerlo, estaba más guapo que nunca, con una camisa de botones rosa palo y unos pantalones blancos. El delantero brasileño le dedicó una sonrisa que lo hizo derretir cuando caminaba hacia él, cuando estaban lo suficientemente cerca sin pensarlo se lanzó a sus brazos y se fundió en ellos. El aroma que desprendía su novio no era muy notable al ser un beta pero estando tan cerca pudo olerlo con detenimiento, uno de sus olores favoritos, el chocolate. Sintió un vacío cuando Ney se despegó de su prolongado abrazo. Le hubiera encantado besarlo pero no estaba seguro de si eso estaba permitido, mejor evitarse problemas.

—¿Nos vamos? —dijo con una sonrisa ligera, él asiente.

Se dirigen a los lugares locales donde frecuentan los turistas, caminan por las calles rústicas de la ciudad y cenan en uno de los muchos puestos que hay. Memo prueba por primera vez la gastronomía del Medio Oriente, le parece toda una experiencia de sabores mientras que Neymar no la pasa muy bien, el portero podría haber jurado que su novio iba a aventarse a la fuente que tenían en frente de lo enchilado que estaba, al principio se preocuparon pero luego terminaron riendo.

Caminaron y caminaron hasta el cansancio, mucha gente los reconoció y les pidieron fotos, luego la gente local los invitaba a convivir con ellos, a pasar el rato y tomar uno que otro regalo. Su novio les enseñó a unos niños a jugar fútbol, era tan dulce y tan paciente que hizo el corazón del mexicano estrujarse, si algo le había enamorado de él era su manera de ser.

Su velada terminó en el mar, caminaron por la orilla de la playa que estaba enfrente del hotel del mexicano, esta vez tuvieron la libertad de tomarse de las manos ya que el lugar estaba solitario y no había nadie quien los viera.

Jamás olvidaría aquel día en que lo conoció, hace ya mucho tiempo en un partido del Paris Saint-Germain contra el Club America, su entonces equipo. Recuerda que Neymar se le quedó viendo en cada momento que podía y que no estaba con el balón, en ese entonces se le hizo muy extraño. Al final del partido se acercó a donde estaba él y le pidió su número, ya sabía hacia donde iban sus intenciones pero decidió fingir que no. De ahí empezaron a hablar siempre que estuvieran disponibles, Neymar le dedicaba canciones y goles, también le decía palabras bonitas que endulzaban el oído de cualquiera pero Guillermo no se la dejaba fácil, conocía perfectamente la fama de galán que tenía el jugador, lo último que quería era ser uno más en su lista así que le hizo creer al brasileño que solo era una amistad lo que quería pero para su suerte el delantero no era alguien que se rindiera fácilmente, al final terminó cediendo a aquellos hermosos ojos marrones y ese acento portugués.

Sabía que la gente no lo aceptaría, así fue, algunos no aceptaron la idea de que Neymar siendo un beta estuviera con un omega como él. "Antinatural" alegaban algunos, pero esas personas solo hicieron que su relación se fortaleciera más. Afortunadamente, fueron muchos más los que los apoyaron. Ahora su relación está más fuerte y más unida que nunca, así estará ahora y siempre. Guillermo envuelve sus brazos en el cuello de su novio y sus miradas se cruzan, los ojos color miel del futbolista lo observan con deseo, le susurra un ligero "te amo" antes de que sus labios se encuentren después de un largo tiempo echándose de menos.

Hola a todos, este es el primer capítulo apenas, tengo pensado en que será un fanfic largo, antes que nada quiero explicar que algunas cosas están diferentes: en este fanfic Leo y Memo no se habían visto antes del mundial, igual en la historia quise poner al Chicharito y más jugadores que en la vida real no estuvieron en el mundial. Espero de verdad que les guste y le den mucho apoyo.

PD: sé que este capítulo no fue Mechoa, pero quise detallar la relación de Memo con Ney y no solo dejarla al aire. Así que solo les digo que no se encariñen mucho con ellos porque no tengo intención de dejarlos juntos. JAJA discúlpenme ;(

Gracias por leer, no olviden votar. Val.

𝘾𝙪𝙡𝙥𝙖 𝙖 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 - Leo Messi y Memo Ochoa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora