04.

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paulo se despertó demasiado tarde. Se dió cuenta la hora que era y eran las ocho de la mañana. Siempre abría a las siete. Quedándose dormido por una hora.

no había dormido nada. Rocky lloró casi toda la noche, no pudo tranquilizarlo mucho. Él no lo culpaba, era un cahorro chiquito que extrañaba a su papá, no lo había visto ayer en todo el día

y hoy, le tocaría esperar nuevamente hasta la noche, para que finalmente este lo buscase. Se vistió enseguida, viendo que llegaba tarde, tomó a rocky en brazos quién seguía somnoliento y con sueño. Buscando los brazos de su dueño, que aún no aparecía


Quizá tenía la esperanda de verlo, paredes a lo mejor podría pasar un rato antes de irse a trabajar y así no tener que desesperarse demasiado.


Paulo de inmediato llegó y abrió el local. Dejó a rocky en su cucha, al lado de él quien no pudiese tocar de él.

La puerta se abrió, parandose en su lugar con las esperanzas de ver si era paredes, pero se equivocó demasiado


Era una señora, su cara decía no estar de humor hoy. Paulo suspiró al ver quién no era que pensó.


Con toda la paciencia del mundo, viendo al pequeño cachorro salchicha, estaba dispuesto a atender en el día de hoy.

. . .

eran alrededor de las seis y media. Paulo se dormía en su lugar. Casi nadie ya entraba. A lo que apoyó sus brazos sobre el escritorio y apoyó su cabeza en ellos, cerrando sus ojos.


fue un día agotador. Estaba sumamente cansado, ya quería llegar a su casa y dormir. Solamente pensar en dormir y descanzar su mente.


la campana de la puerta lo hizo suspirar leve, creeyendo que no hiba a llegar a los oídos del supuesto cliente que recién había llegado, se levantó.

- veterinaria mascotas felices, buenas tarde-

miró de quién de trataba, al instante se calló. Desviando su vista incómodo al piso.

- vengo a buscar a rocky. - presenció la voz de paredes en sus oídos.


- si son las seis.... recién.


- son las ocho y treinta. Que yo sepa a esta hora paso a buscar a rocky. - mierda, paulo se sintió avergonzado. Se había dormido en pleno trabajo y no se dió cuenta hasta ahora.


rocky al oír la voz de su dueño se levantó para correr hacia lean y ser recibido de un abrazo.

- hola mi cielo, ¿me extrañaste? - sonrió y este movía su cola.

paulo guardó sus cosas, solo esperaba que no haya entrado algún cliente en ese tramo de que se había quedado dormido.

frotó sus ojos. Esperó haber visto irse al chico. La mano de leandro en su brazo lo hizo mirar.

- ¿qué quieres?

- ¿estás bien? ¿Te sientes bien? Estás pálido.

- estoy bien lean. Gracias. Enserio, yo.. sólo necesito descanzar.

Leandro lo miró. Sin soltar de su brazo, lo atrajo a su cuerpo. Paulo quedó helado ante la cercanía de sus labios, un leve sonrojo se hizo notar en sus mejillas.

- ¿estás enojado conmigo?

- ¿e-eh? No. Porqué debería estarlo...

- no contesté tus llamadas, estas enojado por eso. - miró sus ojos. - yo, de verdad perdón. Anoche tuve una ligera pelea con uno de mis clientes y casi me clavan una denuncia por un mal entendido, nada más. Quería guardarme ese enojo para mí solo y decidí que lo mejor esque rocky pasase la noche con vos. Perdoná si fue mucho quilombo... - sus manos se dirigieron a la cintura de dybala, haciendolo estremecer.

dybala no pudo evitar deleitarse con la linda vista que tenía. Los labios del contrario estaban a escasos centimetros, al igual que sus hermosos ojos.

Paredes notó eso. Con una leve sonrisa le volvió a decir. - ¿me escuchaste? - el rubio volvió a la realidad y intentó separarse pero las manos de paredes fueron agiles y atraparon su cintura.

- uhm, sí yo- te escuché. Perdón. - sin saber donde posar sus brazos, los colocó en los hombros del pelinegro.

- eres un desastre chiquito - susurró en su oído. - muy chiquito.

. . .












Nueva actualización, a. perdÓn si hay errores los iré corrigiendo.

muchas gracias por leer ♡

muchas gracias por leer ♡

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