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paulo quería tirarse de un puente. Desde que llegó a su casa, tenía que bañarse y cambiarse rápido, él saldría con Leandro. Él podía explicarlo, el porque hace como un mes que el menor lo venía jodiendo con que quería salir con él almenos. Paulo entendía las intensiones que paredes tenía, recompensar lo que había hecho por su cachorrito. Ojo, a él no le jodía aquello, simplemente se ponía nervioso y tenso. Cómo una vez dijo, nunca había salido con alguien en su puta vida y esta vez era la primera. Dybala no era tan sociable que digamos, en la facultad de veterinaria había hecho amigos y varios, pero hace banda que no salía con ellos porque cada uno tenía su trabajo porsupuesto y una nueva vida. Pero y ¿él? Se miraba al espejo y parecía que lo había pisado un camión, sus ojeras no daban más y en cualquier momento explotarían, o ní sabía. Estaba sumamente cansado y no se sentía lindo para este tipo de ocaciones, pero, era leandro y no negaría una invitación por parte de él.

hace unos días vino arrastrando un cierto sentimiento por el pelinegro, él se sentía seguro junto al menor, nunca hicieron algo más allá de darse abrazos y algún que otro beso. Aún se podría decir que su relación seguía siendo de mejores amigos y noviazgo aún no.

paulo tenía tantas ganas de confesar todo ese mal y rara sensación que circulaba por todo su cuerpo. Qué el solo pensar en Leandro se olvidaba del resto y quedaba pegado, cómo si lo hubiesen mandado a otro planeta.

sentía que ya no podía cargar más con ese peso encima y que un día de estos se lo diría. Almenos lo más rápido posible.

se quedó unos minutos pensando y siguió cambiandose, dejando que sus pensamientos lo consumieran. Aunque él nisiquiera sabía porque en su mente paredes le iba a cambiar de opinión si decía sus sentimientos, se enojaría con el y lo mandaría a la mierda, aunque ya se habían besado.

trató de dejar aquello aún lado y bajó despidiéndose de su abuela, quién yacia en su cama mirando televisión. Últimamente esta no se sentía muy bien que digamos, paulo no tenía mucho miedo que digamos porque su abuela desde joven siempre fue sana. Pero siempre estaba para ella y la ayudaba en pagar algunas cosas y las demás cosas de la casa.

* * *

Llegó al apartamento de lean quién golpeó la puerta suavemente para esperar unos segundos.

esta fue abierta dejando en vista un chico quién definitivamente no era paredes. Tenía cabello algo largo cómo una especie de mullet, y su color artificial blanco.

- eh, hola. - quizá se haya equivocado de apartamento, pero de todos modos lean dijo que era el numero 211 piso cinco. - ¿acá vive Leandro?

El contrario lo miró de pies a cabeza como si tuviera que dar una aprobación para el vestuario de paulo, sintiéndose incómodo y pensando en que quizá se haya equivocado de número. Aunque en la puerta diga claramente en grande el número 211.

- ¿sos paulo verdad? - este asintió. - soy Rodrigo - extendió su mano, paulo quedó pensando unos segundos dudando - porsupuesto que amigo de Leandro. - rió y Paulo se sintió aliviado. - vení, pasa. Lean está bañándose, así que podés sentarte ya debe venir. - paulo asintió, apenás se sentó en el sofá y un peso pero muy nulo sintió en su zapatilla izquierda, mirando y sonriendo al ver a rocky. Lo alzó siendo saludado por el cachorro

de un momento a otro el chico de cabellera Blanca quién llevaba una camiseta de racing, haciéndole creer a paulo que era hincha de aquél cuadro, desapareció de su vista. A lo mejor se había ido.

rocky seguia entre sus brazos mientras seguía jugando haciéndole cosquillas y riendo con él.

Derrepente la puerta del baño se abrió viendo como el olor a shampoo y a jabón se metía por sus narices. De entre tanto vapor que salía del baño salió paredes. Este tenía una toalla en su cintura y el resto de su cuerpo estaba descubierto y pequeñas gotas que caían de su cabello bajaban por su cuerpo.

VETERINARIO ✦ DYBAREDES AU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora