Capitulo VII

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     Cuando me levante y me arregle para ir a la escuela baje a la cocina para agarrar un pedazo de pay y llevarme dos pedazos, uno para mi y el otro para Chou, aunque ella ya lo habría probado la vez que fuimos y me fui corriendo.

    Cuando abrí la puerta del refrigerador me lleve la sorpresa de que habian agarrado un pequeño pedazo, no era como el que habia agarrado, era más chiquito.

    De inmediato pensé en papá, pensó que no me iba a dar cuenta pero lo hice y eso me preocupaba. Si papá recordaba ese sabor... Si eso confirmaba más sus sospechas...

    —Maldición... —Solte con clara frustración. Me mordí mis uñas un momento, luego sacudi mi cabeza.

    Tuve que repetirme varias veces que no me preocupara, que todo saldría bien, que no era para nada de lo que me preocupaba.

     Subí a buscar a papá para decirle que ya me iba a ir, me lo tope cuando estaba saliendo de su habitación.

    —¿Ya te vas? —Me pregunto mientras comenzaba a caminar. —Pensé que entrabas más temprano.
    —Esos son los días entre semana, los demás entro un poco tarde.
    —¿Quieres que te lleve? Iré a ver a Naruto, me queda de paso.
    —Por favor, papá.

    El asiento y comenzamos a caminar, aveces se encontraban en la casa del tío Naruto, aveces en la mía, aveces traían a la linda Himawari, ah, y a Boruto.

    Adoraba al tío Naruto, era el mejor. Él es el alcalde de la ciudad, era en parte gracioso, pero también era mi modelo a seguir. Trabajaba su empresa y a parte mejoraba Konoba.

    Por eso era muy rara vez que se podían ver, por sus dedicaciones, más que nada. Papá en la policía y su empresa, tío Naruto de alcalde y en su propio negocio. Ambos habían mejorado de sobre manera la ciudad.

    Papá me platicaba que mamá era una muy buena doctora, la mejor en su tiempo. Pero cuando me tuvo era difícil que siguiera con su trabajo, de hecho ella lo tenia planeado y que ella jamás hizo un comentario molesto por eso. Aveces me hubiera gustado que mamá hubiera disfrutado bien si profesión antes de tenerme a mi.

     Mamá de niña me hablaba de varios pacientes que atendía y las historias graciosas que aveces vivía. Como la vez que un paciente se cayó por que intentaba alcanzar un pan dulce que una enfermera descuidada dejo.

   
     Cuando subimos al auto me empezó a hablar de algunas cosas, le trataba de responder normal. Aun sentía vividas las palabras que me habia dicho él, hasta sentía que aveces sudaba.

    No tardo en dejarme, en el parque que estababa frente a la escuela. Nos despedimos y luego de bajar arranco.

    Lo perdí cuando avanzó más y doblo una esquina, pude soltar un suspiro qué habia retenido todo este tiempo.

    Me encontré con Chou en la puerta principal, la salude y comenzamos a hablar de otros temas. Así paso todo el tiempo en la escuela. Cuando salimos, nos quedamos un rato en la banca del parque, faltaba media hora para ir a la cafetería.

     —Sarada, ¿qué es lo importante que tenias que decirme? —Comenzó a hablar Chou Chou, mientras me extendía la bolsa de papas y me invitaba una.
     —Conseguí trabajo.
     —Vaya, eso es muy bueno, aunque pensaba que no quería hacerlo por un tiempo
    —En la cafetería nueva.
    —... ¿Dónde está tu mamá? ¿Cuándo? —Pregunto ya las sorprendida, incluso se arrimo un poco más hacia mi.
    —Bueno, ayer entre y había demasiada gente convencí a Ino que me dejara trabajar y con ayuda del contexto de ese momento acepto.
     —Vaya, que suerte tienes Sarada
     —Ni yo me imaginaba que aceptaría, fue algo de fe.

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⏰ Última actualización: Jan 15, 2023 ⏰

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