ODD FRONT - MINAYEON

09

Mina se dirigió a la casa y tocó el timbre.

Unos segundos después, la puerta se abrió revelando a Siwon vestido con un traje negro.

"Hola Sieun", dijo el hombre sonriendo a la pelinegra, "llegas justo a tiempo".

Mina vio como Hyerim apareció junto a su esposo. Estaba vestida con un hermoso vestido sin mangas de color verde lima, tenía una gran sonrisa en su rostro, la menor tomó una gran bocanada de aire mientras miraba el rostro alegre de su madre. Habían pasado años desde la última vez que la vio con esa expresión en el rostro.

Mina sonrió en respuesta cuando Siwon le indicó que entrara a la casa.

"Bien, Sieun", anunció Hyerim, "Hyeju acaba de terminar de cenar para poder jugar un poco, pero tiene que estar en la cama a las 8:30".

Mina asintió bruscamente con la cabeza, a veces olvidaba que su nombre era 'Sieun' y con frecuencia se encontraba a sí misma retrasada en su tiempo de respuesta.

"¡Hyeju!" Siwon gritó, "¡Sieun está aquí para cuidarte!"

La niña apareció vistiendo un pijama de naranjas con un juguete en sus manos.

"Recuerda lo que te dije, se una buena chica". Siwon dijo extendiendo la mano y revolviendo juguetonamente el cabello de su hija.

"Si se presenta algún problema, simplemente llámanos, colocamos nuestros números de teléfono en el refrigerador de la cocina". Dijo Hyerim mientras miraba a Mina.

Mina solo sonrió y asintió con la cabeza en respuesta a pesar de que sabía que su teléfono no funcionaría en esta dimensión. Se encontró esperando no necesitar llamarlos.

"Está bien, nos iremos ahora." Siwon anunció mientras colocaba su mano en la parte baja de la espalda de su esposa.

Cuando se iba a ir, mantuvo sus ojos fijos en Mina por un momento, se demoró por un momento antes de salir de la casa con su esposa.

La pelinegra se quedó allí un rato más, escuchando como el motor de un automóvil arrancaba repentinamente y el sonido se desvanecía lentamente en la distancia, antes de darse la vuelta y contemplar la casa que tenía ante ella.

Era grande. Eso era seguro. También parecía cómoda.

Mina caminaba mientras miraba a su alrededor, se preguntaba cómo sería vivir en un lugar como este. No podía creerlo, su familia en esta dimensión había logrado sus sueños de vivir en Phyonseo y la idea llenó a la menor de un tipo de sentimiento agridulce.

Había un cuadro colgado sobre el televisor en la sala de estar y cuando Mina se acercó, ella notó que era un retrato familiar de todos ellos. Fue tomada cuando era mucho más joven. Todos los demás sonreían en la foto, pero ella estaba de mal humor ese día, por lo que miró a la cámara con el ceño fruncido. La pelinegra se rió levemente mientras recordaba la imagen, mirándola en silencio. Si hubiera sabido lo que iba a pasar en los próximos años de sus vidas, habría sonreído, habría mostrado una gran sonrisa.

"Esa es mi hermana."

Mina de repente salió de sus pensamientos, se dio la vuelta y se encontró cara a cara con Hyeju. No sabía cuánto tiempo había estado ahí parada mirándola, el tiempo se le había escapado mientras hacía una mini exploración de la casa.

"¿De verdad?" La mayor preguntó como si no lo supiera ya.

"Sí." Hyeju respondió mientras miraba nerviosamente el juguete en sus manos, "realmente te pareces a ella, mi papá dice que no eres ella, pero cuando te miro todo lo que pienso es en ella".