ODD FRONT - MINAYEON

20

Nayeon se sentó acurrucada en la esquina del edificio abandonado. Ella miró al suelo mientras las lágrimas rodaban por su rostro, su cuerpo temblaba brutalmente. Se odiaba a sí misma en ese mismo momento.

¿Por qué había besado a Mina? ¿Por qué había hecho eso? Lo había arruinado todo. Todo había ido muy bien y, por supuesto, ella lo arruinó.

Hubo un fuerte trueno y Nayeon casi saltó fuera de su piel. Esto era ridículo, habían pasado horas y Mina todavía no había vuelto. No podía dormir, era extremadamente imprudente. No había forma de que pudiera quedarse sola en este espeluznante edificio.

Sin pensarlo dos veces, Nayeon se puso de pie y salió a la tormenta que ahora caía pesadamente. A ella no le importaba. Todo lo que sabía era que no podía quedarse allí, no sin Mina.

El camino a la casa de Nayeon II fue húmedo, lleno de Nayeon llorando ferozmente. Sus sonidos se disfrazaron bajo la lluvia. Pero de todas formas no había nadie en las calles. Después de todo, eran alrededor de las 2 de la mañana. Cualquier persona cuerda estaba en el interior, donde estaba seco y cálido, probablemente durmiendo. Pero no era el caso de Nayeon.

Nayeon llegó a la casa de Nayeon II. Caminó por el lado donde sabía que se encontraba su dormitorio y comenzó a arrojar guijarros a la ventana. Sabía que sus padres no la oirían porque su habitación estaba al otro lado de la casa.

Nayeon II, que estaba durmiendo, se despertó por el sonido de algo golpeando su ventana, se acercó y vio a Nayeon de pie afuera bajo la lluvia.

"¡¿Qué demonios?!" Nayeon II exclamó en el segundo en que abrió la puerta principal.

Nayeon no respondió, pero pasó a su lado y entró en la casa. La rubia miró confundida a la chica que ahora estaba subiendo ruidosamente las escaleras.

"Oye." Nayeon II susurró: "Cállate un poco, mis padres están durmiendo".

Nayeon no respondió, pero fue obediente, tratando de hacer que sus pasos sonaran más suaves contra la escalera.

Nayeon II la siguió a su habitación, asegurándose de cerrar la puerta detrás de ellas.

"Oye." Nayeon II dijo una vez más mirando a la chica frente a ella, "¿Qué está pasando? ¿Has estado llorando?"

"No." Nayeon mintió, "es solo la lluvia de afuera".

Nayeon II se dio cuenta de que la chica había estado llorando. Sus ojos estaban rojos e hinchados, la lluvia no hacía eso. Sus labios también estaban un poco hinchados, algo que también le pasaba a Nayeon II cada vez que lloraba.

"Sabes, no puedes mentirte a ti misma". Dijo Nayeon II en un intento de aligerar el ánimo entre ellas.

Nayeon no respondió. Estaba sentada en el suelo en la esquina de la habitación con los brazos cruzados y mirando a la nada. No sabía exactamente lo que esperaba que ocurriera al venir aquí, pero sabía que estaba muy segura de que no podía permanecer en el edificio abandonado y sus pies la habían traído instintivamente aquí.

Nayeon tragó. "La cagué".

Nayeon II se sentó con cuidado frente a la chica en el suelo mientras le entregaba una toalla tibia.

La castaña sonrió agradecida mientras tomaba la toalla y la envolvía alrededor de sus hombros mojados.

"Arruiné las cosas con Mina. La besé y arruiné las cosas". Su voz era suave mientras hablaba.

Nayeon II asintió mientras escuchaba hablar a la chica.

"Soy tan jodidamente estúpida." Nayeon dijo enterrando su rostro en sus manos, "Soy tan jodidamente estúpida".