Promesa de niños

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Agua corriendo era lo único que se escuchaba en ese departamento, una persona limpiando con una falsa tranquilidad. Una gota roja resbala hasta tocar el agua haciendo que desapareciera en ese gran charco.

Unas manos rodeando su cintura haciendo que esa "tranquilidad" que anteriormente sentía desapareciera, tensión y miedo fue puesto en su lugar haciendo que aquella pequeña figura temblara incontroladamente, lloraba inconscientemente, mientras sentía como esas manos pasaban por todo su cuerpo hasta llegar a su cuello, empezando a hacer presión en este, el aire iba disminuyendo, siguiendo su siguiente vida como dióxido de carbono, la piel de aquel cuello palido cambiaba a un tono rojo por la presión ejercida en este.

-Hola pequeño...-Esa voz hizo que el temblor de su cuerpo aumentará, su mente solo pensaba en agarrar con fuerza aquel cuchillo que minutos atrás tenía un tono rojo, dando a entender que se utilizó para cortar alguna carne, y utilizarlo para acabar con todo.

Sintió menos presión en su cuello, aprovechando eso para girar la afilada punta de aquel cuchillo el cual su segunda vida era unicamente ser utilizado como arma blanca y con la poca fuerza que le quedaba intentó clavarlo en su estomago...Pero, al final, toda su ilusion y deseo por ir a otra vida en la que pudiera ser feliz desapareció al ver como una de las manos le arrebató aquel arma.

-¿Ibas a clavarte esto cariño...? O quizas...¿Pensaste en dañarme a mi con el?-Vio como toda su esperanza se iba con ese cuchillo el cuál tiro haciendo que chocara con la pared y se rompiera.

Sintió como esas ásperas manos le agarraban con fuerza, sintiendo tal repulsión que su bello se erizaba, esos ojos color marrón, esos ojos que aún no siendo rojos mostraban el verdadero infierno para aquel chico.

-¿Te dicho alguna vez lo mucho que me gusta verte sangrar, Rodrigo...? Pero...Eso es solo cuándo es hecho como yo quiero...Y lo que ibas a hacer anteriormente no me hizo mucha gracia...-Las manos levantaban sin ningún tipo de esfuerzo el débil cuerpo de Rodrigo y chocando este con la pared contraria en la que lanzó el arma. El cuerpo hizo un gran estruendo provocando que cuadros que habían colgados temblaran y hasta incluso cayeran algunos.

Ese hombre de cuerpo robusto se acerco al pequeño Rodrigo el cuál estaba tosiendo en el suelo para recuperar el aire que había perdido y sin ninguna compasión le empezó a patear, primera patada, en el costado haciendo que cayera al suelo, segunda patada, en el estomago, haciendo que se retorciera de dolor y luego de ese uno tras otro.

Rodrigo estando medio desmayado en el suelo cerro los ojos, deseando que pudiera llegar al prefecto momento en que aquel hombre al que estaba obligado a llamar padre lo llegara a matar. Pero lejos de sus oscuros deseos termino por dejarlo en paz pudiendo por fin respirar aún que fuera un poco para mientras lloraba escuchar como la puerta de la entrada era cerrada con fuerza, dando a entender que aquel monstruo ya se había ido.

Pasaron algunos minutos, hasta horas. Cuando por fín Rodrigo pudo reaccionar y levantarse con pesadez del suelo lo único que produjo fue una tos con la que, junto a ella, gotas de sangre sobresalían. Y como cada día solo se levanto yendo a su habitación, encerrandose y abrazando el único recuerdo físico que le quedaba de su madre ya que su padre había quemado todas sus fotos y ropa así que solo le quedaba ese gato de peluche de un color blanco y anaranjado llamado "Barry", su madre se lo regalo ya que siempre había deseado tener un gato. Y prometió que cuando fuera mayor adoptaría uno.

Fin del flashback

Narra Carre:

Mi vista permanecía en mi preciada mascota mientras todos esos momentos giraban alrededor de mi mente, ¿Como había vuelto a todo eso? Pense que al separarme de mi padre todo mi sufrimiento se iria, pero este solo siguió conmigo y aumentaba como nunca.

꧁༒☬ i̳'̳m̳ ̳b̳r̳o̳k̳e̳n̳ ̳i̳n̳s̳i̳d̳e̳ ☬༒꧂•ʳᵒᵈʳⁱᵛᵃⁿ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora